Columna | Desde el portal

 Desde la renovación moral de la sociedad con Miguel de la Madrid (1982-88), sucesivamente las administraciones federales se han “empeñado” en el combate a la corrupción, creando instituciones, transformándolas y siendo bandera política de repetidas campañas electorales en todos los niveles sin que hasta la fecha se termine con el flagelo, sino al contrario, se ha perfeccionado al grado que su existencia es motivo de severas discusiones entre la sociedad, el Congreso de la Unión y la misma administración pública.

 La propuesta de Miguel de la Madrid –de la que López Portillo no estuvo de acuerdo- era la recuperación de los valores esenciales pero, sobre todo, una bandera política y electoral que no tuvo mucho efecto porque su sucesor, Carlos Salinas de Gortari, cayó en excesos con acusaciones de parte de Ernesto Zedillo en contra de su hermano Raúl que hizo de la administración pública un negocio particular y, pese a que fue encarcelado, la fortuna acumulada le sirve hoy para disfrutar de los bienes mal habido.

 Las sucesivas administraciones panistas crearon instituciones y programas anticorrupción sin que a la fecha se tenga éxito de lo logrado, al contrario, los abusos se han perfeccionado y la burocracia sigue consumiendo recursos públicos sin que se vean avances en el combate a la corrupción. Sin embargo, lo esencial sería la ética en la administración pública, que la lucha por el poder –y la industria electoral- dejaran de ser el gran negocio que son hoy, para que los aspirantes a ocupar puestos en la administración pública declinen en su ambición de hacer del servicio público un botín.

 Acabar con los privilegios en todos los niveles sería conveniente, para que los cargos de elección popular, principalmente, no representen una inversión en partidos y propaganda, para que luego los políticos busquen en el erario la manera de recuperar, con creces, lo invertido. Las discusiones, las leyes, los programas, los reglamentos y las instituciones, no funcionan mientras no prevalezca la honestidad en el ejercicio de la función pública.

TURBULENCIAS

No aumentará el boleto del Metro

 Al recibir ayer el micrófono de oro de la Asociación Nacional de Locutores de México que preside la profesora Rosalía Buaún Sánchez, el director general del Metro, Jorge Gaviño Ambriz, reiteró que no subirá el precio del boleto como se ha venido señalando e indicó que a pesar de que lo ha aclarado en repetidas ocasiones, se sigue insistiendo en ello. Gaviño recibió el reconocimiento por su labor social al frente del organismo y por contribuir a la mejora del medio ambiente en la ciudad y manifestó que su labor es producto de un trabajo de equipo, el que lo ha acompañado siempre; agradeció al jefe de Gobierno de la CDMX, Miguel Ángel Mancera, la oportunidad de servir a los usuarios desde esa oportunidad…Valiente la denuncia de la señora Rosa margarita Cruz Macías al denunciar el atropello que fue objeto en un autobús de la línea ETN que corre hacia San Luis Potosí; la SCyT, la PGR y las autoridades estatales y municipales del país deben coordinarse para evitar más atracos a los pasajeros, pues hasta ahora queda la duda si los conductores –aunque obligadamente los hay honestos, serviciales y trabajadores- no están en contubernio con los delincuentes. Cuando menos debe irse al fondo de la investigación para deslindar responsabilidades y garantizar la seguridad de los usuarios, sobre todo, las mujeres…Se instaló ayer el Grupo de Amistad México-Perú, presidido por la diputada Melissa Torres Sandoval en presencia del embajador  Julio Hernán Garro Gálvez, destacándose la relación bilateral estratégica, particularmente en comercio, cultura, gastronomía, biodiversidad, literatura y democracia…

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