Columna | P u l s o    P o l i t i c o

     El Partido de la Revolución Democrática, fundado hace poco más de 25 años por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y otros connotados priistas, asociados con izquierdistas del Partido Comunista Mexicano, llegó a ser la tercera fuerza electoral de México, después del PRI y del PAN y en ocasiones llegó a superar al partido de la derecha.

     La imposición en México del neoliberalismo como sistema económico, traía consigo la imposición, en lo político, de un sistema bipartidista, como en los Estados Unidos, (republicanos y demócratas) que en el caso de México sería de liberales y conservadores (PRI y PAN) las dos fuerzas tradicionales que se han disputado el poder en este país, desde la Independencia.

      La izquierda tuvo que ser tomada en cuenta porque desde principios del siglo XX se había constituido en México y para los años ochenta, era una fuerza digna de tener presente.

      Con Cuauhtémoc Cárdenas como candidato presidencial, ganó las elecciones, según rumores no confirmados y volvió a hacerlo en las elecciones en las que el candidato perredista fue Andrés Manuel López Obrador, pero se impuso a Felipe Calderón del PAN, que ganó por menos de un punto porcentual, según se sabe, porque así estaba convenido de antemano.

     Lo cierto es que la izquierda representada por el PRD, llegó a tener una fortaleza que ni el PRI ni el PAN se esperaban. En las elecciones presidenciales pasadas, el PAN reculó hasta quedar en tercer lugar, el PRI subió al primero y en segundo quedó el PRD.

     Por considerar que hubo “arreglos en lo obscurito”, López Obrador, el candidato presidencial por segunda ocasión, renunció al perredismo y creó su propio partido, Morena, que ahora constituye un dolor de cabeza para PRI y PAN, pues ha provocado el derrumbe del PRD y amenaza con llegar a ganar la Presidencia.

      Los dirigentes perredistas lo niegan, pero lo cierto es que el PRD es un partido que está en descomposición a raíz del surgimiento de Morena.

      De su bancada en el senado han renunciado Armando Ríos Piter, que quedó como senador independiente; Miguel Barbosa Huerta, poblano y ex coordinador de la bancada, que dice que por ahora no se afiliará a ningún partido, pero colaborará con Morena y ya renunciaron también, Alejandro Encinas, Benjamín Robles, Rabindranath Salazar, Zoé Robledo y Mario Delgado.

     Solo quedan dentro del PRD, Luis H. Fernández, Fidel Demédicis, Lorena Cuellar, Luz María Beristain y Raúl Morón.

      Eso es lo que se sabe, porque la importancia de los renunciantes, hace que los medios se ocupen de ello.

     Pero no se dice que en pueblos de la sierra norte y de la mixteca y de la región de Tehuacán, un día sí y otro también, se separan grupos de diez, quince y hasta treinta o más personas, que militaban en el partido del sol azteca, pero que ya no se sienten a gusto y que además, sus dirigencias locales, no hacen nada para retenerlos, pues también esas dirigencias, según se sabe, piensan abandonar al partido. El último, apagará la luz.

       Tehuacán es la segunda ciudad del estado de Puebla, cabecera de un municipio que económica y políticamente domina en la región oriental del estado.

       Tiene más de 300 mil habitantes, la población que esta capital registró en el censo de los años sesenta y si bien es cierto que sigue siendo asiento de una de las industrias avícolas más importantes del país, también lo es que las maquiladoras que llegaron en masa cuando ese sistema de producción se puso de moda, al inicio del neoliberalismo económico, ya han abandonado la plaza y ahora la población sufre un creciente desempleo, pues otra de las industrias insignia de Tehuacán, las fábricas de refrescos y agua mineral, ya tocaron retirnada.

     Se calcula, nos comenta el doctor en administración pública Daniel Huerta Conde, que el 60 por ciento de la población, está en pobreza y que salir de esa situación se dificulta, porque no hay empleos.

     Las empresas maquiladoras atrajeron a gran cantidad de personas de diversos rumbos del estado y de entidades vecinas como Veracruz y Oaxaca, pero al cerrar estas, la gente quedó en el desamparo y en un gran porcentaje ya no regresaron a sus lugares de origen y forman parte de este conglomerado que constituye uno de los problemas que tendrán que enfrentar las próximas autoridades municipales.

     El propio doctor Daniel Huerta Conde, se apunta como aspirante a la candidatura del PRI por la presidencia municipal de la Ciudad de las Granadas. Tiene edad, poco más de 40 años, tiene preparación, un doctorado en administración adquirido en Inglaterra, pero también tiene experiencia: ha sido funcionario público, catedrático de la UDLAP y en la UPAEP; fue dirigente de la Organización de Estudiantes Latinoamericanos en el Reino Unido y partidariamente, ha tomado parte en diversas campañas políticas en apoyo de los candidatos de su partido y ha tenido puestos como director del ICADEP municipal, consejero nacional, consejero municipal y consejero distrital del PRI y ha participado en organizaciones juveniles adheridas al priismo.

     Una cosa muy importante, es que nunca se ha desligado de Tehuacán, donde es ampliamente conocido.

     Conoce la problemática de la región y señala que lo que más preocupa a la gente es la inseguridad y la carencia de empleos y en eso enfocaría sus esfuerzos de llegar a ser el presidente del municipio.