Columna | P u l s o   P o l i t i c o

     Elmo Olavarría, un amigo de años, que militó en el PRI y que con el tiempo ha llegado a ser un experto politólogo, que no solo domina la teoría de la política mexicana, sino lo más importante, la práctica, ha sido un factor importante en elecciones estatales como Tabasco y Oaxaca, donde ha logrado triunfos que parecían casi imposibles gracias a sus conocimientos prácticos y teóricos, pues lee bastante, logró superar los escollos, que se presentaban a los candidatos que demandaron sus servicios, y llevarlos al triunfo.

      Bueno, pues él nos dice, en relación con las elecciones del 2018, en las que por primera vez en la historia se hará la renovación total de los tres niveles de gobierno, que si el PRI y el gobierno federal priista, no se ponen las pilas, los resultados serán catastróficos para los tricolores.

      El gobierno federal, señala, no ha podido entender que su política de comunicación es un desastre, precisamente porque no comunica, solo informa y eso no le ayuda para superar los tres grandes problemas que ha venido confrontando: el de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, el de la Casa Blanca, y los problemas de dicción del Presidente.

    Son problemas superables y hay tiempo para ello, pero es necesario trabajar ya en eso, pero ya.

    Por lo que toca a Puebla, en el PRI las cosas se han puesto color de hormiga. Ayer en el Congreso federal de San Lázaro (Ciudad de México) el coordinador de la fracción priista, César Camacho Quiroz, dio una conferencia de prensa en la que prácticamente desconoció al diputado poblano, Armenta Mier, como miembro de dicha fracción.

      Armenta respondió de inmediato, afirmando que dará a conocer las razones reales por las que es expulsado de su partido.

      Mientras tanto la diputación priista en su conjunto, aplica la “ley del hielo” al diputado por Tepeaca, para mantenerlo aislado. Nadie recuerda algo igual en el pasado reciente y no tan resiente.

      Alejandro Armenta es uno de los diputados federales poblanos que mejor organización ciudadana ha logrado en su distrito. Encabeza una agrupación  en la que participan más de 40 organizaciones independientes. Si la gente que lo ha venido apoyando, lo sigue haciendo, y lo sigue aun fuera del PRI, este partido sufrirá un descalabro importante para los tiempos actuales.

      Este es el problema interno más grave que ha sufrido el PRI, desde que perdió el poder estatal en el 2010.

       El gobernador del estado, Antonio Gali Fayad, sigue atendiendo las necesidades urgentes de los campesinos en este inicio de temporada de lluvias.

       La entrega de semillas, fertilizantes e implementos de trabajo en la zona de San Juan de los Llanos, que en tiempos de don Porfirio fue considerada el granero de México, ha sido muy a tiempo, como pocas veces se había visto.

       En esa región se están iniciando ya las lluvias y los campesinos están recibiendo lo que realmente necesitan para iniciar su trabajo.

      Esas son acciones de gobierno que el pueblo realmente agradece, sobre todo el sector campesino, el más olvidado, el peor tratado a lo largo de nuestra historia..

      Y hablando de campesinos, el 30 de abril, dentro de unos días, se celebrará en Ixcamilpa de Guerrero, en el sur del estado, el 105 aniversario de la entrega, la primera, de tierras a los peones de las haciendas.

     Será un acto en el que participarán campesinos de toda la región. Trescientos de ellos llegarán a caballo partiendo de la población de Coacalco. Otros irán en autobuses o camionetas y algunos más a pié.

      La zona sur de Puebla tuvo la mayor importancia en la revolución zapatista encabezada por Emiliano Zapata, del vecino estado de Morelos.

       En territorio poblano se firmó el Plan de Ayala. En territorio poblano, Zapata fue designado General del Ejército Libertador del Sur y también en tierras poblanas, tuvo lugar el primer reparto agrario el 30 de abril de 1912.

       Una fracción perredista de Puebla, “Vanguardia Progresista”, celebró la salida de su partido, del senador Miguel Barbosa Huerta, tal vez porque cesará la influencia del tehuacanero en el PRD poblano.

      Porque hay que recordar que desde hace años el senador Barbosa, ha controlado al perredismo en la entidad, directa o indirectamente.

      Pero también es cierto, que si ya el PRD se había debilitado en el estado, sobre todo después de su alianza electoral con el PAN, con la salida de Borbosa Huerta y de un crecido número de senadores, que hizo bajar a la bancada del partido del sol azteca en el senado, hasta el cuarto lugar, el debilitamiento será mucho mayor. Ya se está viendo.

       Pero no solo el PRD y el PRI andan en malos pasos. Los panistas están más divididos que nunca. Dejaron de ser los caballeros cristianos que luchaban por su Dios y por su Patria. Se los advirtió uno de sus dirigentes nacionales, Manuel Espino: “No por ganar el poder, vayamos a perder el partido”, les dijo y no le hicieron caso y ahí tienen las consecuencias.

       Si en los años ochenta se dividieron entre panistas y neopanistas, la división de ahora es entre yunquistas y morenovallistas, que es distinto. El PAN, ha pasado a la historia, como el partido conservador que era. Ahora es un membrete más, entre los que hay en el mundo político mexicano, dispuestos a aliarse con quien sea, con tal de no perder su registro.