Sala Gilberto Bosques: Legado histórico en el olvido; incorporación a libro de historia digital, también.

Miércoles, 11 Junio 2025 20:48 Escrito por Silvestre Hernando Alconedo

En la ciudad de Chiautla de Tapia el día 20 de julio de 2009, con motivo del 117 aniversario del natalicio del profesor Gilberto Bosques Saldívar, revolucionario, legislador y diplomático, entre otras importantes facetas, en este lugar donde el nació, las autoridades municipales abrieron una sala con importante información documental y fotográfica en memoria de tan distinguido personaje y, se contó con la presencia de Laura Bosques Manjarrez, su hija y su voz.

Esos momentos nos permitió conocer mejor la trayectoria del profesor y también importantes eventos de la historia mundial de siglo XX. Se dispuso de un rico acervo para que fuera conocido por su pueblo, su municipio, donde existen importantes instituciones educativas, profesores y profesionistas; pero algo estaba sucediendo para la proyección de la nueva ciudad, que el visitante pudiera conocer la vida y obra de un ilustre poblano. Y todo ello esto estaría por venir y, Chiautla por fin tendría un motivo para ser visitada y con ello, se conocieran sus inmuebles históricos, la historia y la gastronomía, Chiautla trascendería a un turismo en ciernes.

Estaba dado el primer paso al honrar a tan ilustre personaje, y ciudadanos chinantecos, constituidos en Alianza Ciudadana Mixteca de Chiautla de Tapia, A.C:, no conformes con la sala, realizaron trámites para la construcción de un museo, en el solar donde aún permanecían los cimientos de la casa donde nació el profesor Gilberto Bosques. Jaime San Martín, representante legal de la asociación y, su servidor, hablamos con la persona que nos comentó que cuidaba durante años dicho espacio, nos dijo que Bosques siempre fue su amigo. Se realizaron los correspondientes trámites y se tuvo la visita en el terreno del personal de cultura del gobierno del estado, la asociación civil estaba dispuesta que, si era necesario comprar el terreno. Pasaron los años, las personas que encabezaban la asociación civil fallecieron, solo el que escribe, que fue miembro fundador de la organización permanece.

A partir del 2002 inicié la publicación de artículos, primero de Chiautla de Tapia y luego, del profesor Gilberto Bosques. Me entreviste con Laura Bosques Manjarrez en su casa y me facilitó información de su papá y a partir de ahí, mis artículos se enriquecieron en periódicos como “el Sol de Puebla” y “Enlace de la Mixteca”, también en la revista “Momento en el vértice de Puebla”. La radio también me brindo espacio en el programa radiofónico “La hora del Abue” y luego, en “La hora Nacional”, mi tema fue hablar de la historia de Chiautla y, Gilberto Bosques.

Y el tiempo siguió su marcha, pero no desmayé en mi terquedad, y continue mi tarea para hablar de lo único que me preocupa, mi pueblo. Y el destino me reservaba una sorpresa, les cuento: se acercaba el mes de julio en el año 2022 y con motivo del natalicio 130 del profesor Gilberto Bosques, fue el propio el destino que hizo que coincidiéramos en Chiautla de Tapia con la diputada Azucena Rosas Tapia que, en aquel año el municipio de Chiautla le correspondía a su distrito local, y fue ella quien me participó del evento que se celebraría en el Congreso del Estado de Puebla, para conmemorar el natalicio de Bosques. al cual asistimos.

Después, la diputada en una sesión del Congreso celebrada el día 20 de octubre del mismo año, tomo la tribuna que como punto de acuerdo estaba el de discutir y aprobar que, dada la trayectoria y legado de Gilberto Bosques, tenía todos los méritos para ser incorporado en los Libros digitales de historia de Puebla, contó con la aprobación y, como consecuencia se turnaría al ejecutivo, para proceder a lo aprobado. Su servidor, solo en las galerías no pudo contener sus lágrimas de pura emoción, no estaban mis amigos para compartir ese momento histórico, pero algo no esperado sucedió, a mi lugar, apareció la diputada Azucena y nos fundimos en un gran abrazo, aún emocionados ambos, dos mixtecos, de la mixteca baja.

Las cosas marchaban bien, diría excelentes. Con la diputada nos entrevistamos con la titular de la Secretaría de Educación Pública para el texto que se incorporaría en el libro de historia. Aproveché para solicitar que no se omitiera su participación en la revolución mexicana, su papel como impulsor de la educación entre otras cosas, temas que un historiador los conoce y para esto, ofrecí nombres de connotados conocedores por supuesto poblanos y, en eso quedamos.

Pasaron días y meses y su servidor mantenía su optimismo, pero un día la diputada Azucena me llamó para informar que, la titular de la secretaría le pedía que fuera su servidor el que redactara el texto – el menos indicado-; informé a la familia Bosques porque tienen registrada la marca de Gilberto Bosques y se debe contar con su autorización para este tipo de publicaciones. Asumí el reto, me desvelé, corregí, continue; volví a borrar, no sé cuantas veces lo hice, para que finalmente el texto quedara y, se lo dimos a conocer a Laura Bosques y, después de realizar pequeños ajustes en su revisión, finalmente quedó concluido, conté no solo con la aprobación de Laura Bosques, también recibí su agradecimiento y felicitación, y fue por conducto de la diputada Azucena la entrega del texto a la titular de la SEP. Y el optimismo, hasta entonces, permaneció intacto. Bueno, optimismo de un iluso.

La Sala Gilberto Bosques poco tiempo permaneció abierta, con escasa afluencia, cerrada largo tiempo, abandonada y después, ya con deterioro de algunos documentos la sala es ocupada para dar alberge a personal con tareas ajenas a la promoción de la Sala. En cuanto al terreno, ya muerto la persona que lo cuidaba, no se logró que se aceptara nuestra propuesta de adquirir el terreno con los ahora propietarios y, con la SEP, en relación al texto con la semblanza del profesor Gilberto Bosques, han pasado tres titulares y no quisiera pensar -luego soy mal pensado- que uno de ellos, lo envío como inventario del “archivo muerto”.

En alguna ocasión leí una frase lapidaria que decía: “la cultura de un pueblo se mide por la cantidad de polvo que tienen sus libros” y yo añadiría, y las salas tampoco.

Cholula de Rivadavia, 11 de junio de 2025

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