- En el conversatorio “El rol de la universidad frente a la tortura”
Para analizar desde diversas perspectivas el papel de la universidad en la prevención y atención de la tortura, la BUAP, a través de la Defensoría de los Derechos Universitarios, llevó a cabo el conversatorio “El rol de la universidad frente a la tortura”, en el que diversos especialistas reflexionaron cómo ser un agente de cambio, individual y colectivamente, frente a este tema catalogado como un crimen.
La abogada General, Miriam Olga Ponce Gómez, definió la tortura como un acto atroz, “no sólo daña el cuerpo, trastoca el sentido mismo del ser humano”. Por ello, la importancia de este esfuerzo para difundir información sobre cómo prevenirla, atender a las víctimas y conocer su gravedad como una violación a los derechos humanos. “Necesitamos ser agentes de erradicación mediante la acción colectiva”.
En el marco del Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, celebrado el 26 de junio, el defensor de los Derechos Universitarios, Omar Aguirre Ibarra, indicó que este conversatorio se suma a la campaña nacional México contra la Tortura 2025, impulsada por el gobierno federal desde diferentes instancias.
“En esta cascada de colaboraciones con la federación, desde la universidad generamos un trabajo relacionado con la promoción de una cultura de paz. Realizamos una campaña de sensibilización y concientización, por lo que en las últimas dos semanas se publicaron infografías y participamos en otras pláticas”, sostuvo.
En su intervención titulada “La universidad como espacio de memoria, prevención y acción contra la tortura”, el vicerrector de Docencia, José Jaime Vázquez López, expuso que se vive una situación compleja en términos sociales: violencia, bajo promedio salarial, efectos de cambio climático, un número creciente de defunciones en hombres, poco acceso a la salud, cambios en la figura paternal, bajas tasas de natalidad, aumento de la población adulta, entre otras variantes. “Estos datos ya se normalizaron y pareciera que son parte de la cotidianidad, pero sin duda deben ser elementos de análisis”.
Vázquez López dejó en claro que la universidad es mucho más que aulas, es un custodio de la memoria y un motor de cambio, por lo que aportó una mirada clara desde el quehacer universitario y el rol de la universidad frente a la tortura.
En este conversatorio que tuvo lugar en el Aula Virtual del Complejo Cultural Universitario, también intervino el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Luis Ochoa Bilbao, quien compartió su visión sobre la educación superior y la cultura de paz para la erradicación de la tortura.
Por parte de la sindicatura del municipio de Puebla, Jessica Calderón García, directora de Derechos Humanos, e Iván Andrés Flores Cano, jefe de Departamentos de Amparos, expusieron el marco legal, nacional e internacional, que prohíbe la tortura y protege la dignidad humana.
Entre los asistentes acudió personal de la Escuela de Estudios Judiciales del Tribunal Superior de Justicia, de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, de la Universidad de Ciencias Policiales del Estado y del Hospital Psiquiátrico Dr. Rafael Serrano “El Batán”.