- 4 de julio de 1995-: Prócer poblano, ¡olvidado en la historia!, ojalá el ejecutivo intervenga*.

“No basta ser revolucionario, en la vida, debemos seguir siendo revolucionarios”

Gilberto Bosques Saldívar

¿Por qué en su estado natal Puebla se ignora a Gilberto Bosques? Es una pregunta que permanece, desde que se iniciaron los reconocimientos en países de Europa a esta destacada figura, puso en alto a su país cuando fungió como cónsul de México en Francia a partir del año de 1939. Bosques atendía encargo del general Lázaro Cárdenas, presidente de México, para apoyar salida de España de mexicanos una vez que Francisco Franco tomó el poder e iniciaba una feroz persecución de ciudadanos españoles republicanos. Aquí inició el protagonismo del profesor Bosques; al poco tiempo lo sorprendió el inició de la segunda Guerra Mundial, donde figuras contrarias al franquismo, nazismo y fascismo, huían para salvar sus vidas, y fueron miles de personas las que encontraron en Bosques una segunda oportunidad de vida tanto en México como en otros países.

Cuando partió de México a Francia junto con su familia, comento que iba a cumplir encargo del presidente y, conocer las nuevas corrientes que en educación se estaban dando en Europa y ampliar sus conocimientos en la economía internacional, ambos temas lo apasionaban. A la declaración anterior añadió, “no vayan a pensar otra cosa”.

Bosques había tenido una mala experiencia reciente, al buscar la candidatura a la gubernatura de su estado, Puebla. No obstante, contaba con todo el apoyo de estudiantes, obreros y campesinos; era conocido su papel en la revolución mexicana, su participación en los posteriores eventos que sacudieron al país, él fue un importante protagonista. Formó parte del constituyente del estado de Puebla de 1917, defendió en tribuna al obrero, al campesino y a la educación, de ahí su arraigo con los sectores que lo apoyaron más adelante en la búsqueda de la gubernatura. Pero apareció en escena, con igual intensión el general Maximino Ávila Camacho. Las elecciones se dieron en un ambiente de violencia y con fraude, era lo esperado ya que en campaña el profesor Gilberto Bosques sufrió un atentado en el municipio de Esperanza, el resultado de la elección le fue adversa. Con esa experiencia seguramente su presencia en Puebla peligraba, así parece.

Después de haber desarrollado una labor humanitaria en Francia como cónsul de México, al dar visas de salida a ciudadanos de diferentes nacionalidades y, haber permanecido junto con sus colaboradores, y su propia familia, como rehenes de los nazis durante más de un año, finalmente fueron canjeados por alemanes y pudieron retornar a México donde fueron recibidos por miles de gentes; vitoreado Bosques, en hombros y banderas ondeantes de republicanos españoles y otras nacionalidades, radiantes de felicidad, una postal histórica. En esa época fungía como presidente de la República el general Manuel Ávila Camacho. A Bosques le deparaban nuevas tareas ¿fuera de México?. Sí.

Los postulados de la revolución y los logros alcanzados en la presidencia del general Lázaro Cárdenas del Río, ya se habían desdibujado al regresar al país. El presidente de la República le encomienda continuar con su tarea humanitaria ahora en Portugal, se instala en Lisboa y tendrá que lidiar con otro dictador, Antonio de Oliveira Salazar. Su apoyo a proporcionar visas a los aun perseguidos, continua y parece mentira, el dictador que colabora apoyando a Francisco Franco, su atención hacia Bosques es de respeto, mucho respeto. Gilberto Bosques sigue recibiendo tareas diplomáticas, después de Portugal, es asignado a Finlandia y Suecia. En Suecia, el profesor Bosques promueve nuestra cultura al presentar al pueblo sueco una exposición de piezas prehispánicas, que la prensa destaca como un evento que despierta mucho interés, tanto que el propio rey de Suecia, arqueólogo de profesión, no pierde la oportunidad para que sea el propio Bosques quien lo guie y le explique personalmente. Bosques que no era partidario 
de reconocimientos, acepta una condecoración del propio rey – que no era común – con quien ya habían entablado una gran amistad.

En los años cincuenta, en América, Cuba vivía una dictadura que acaparaba la atención un sector rebelde, encabezado por Fidel Castro que tenía muchos seguidores. Gilberto Bosques y el general Cárdenas mantenían no solo una buena amistad, compartían los ideales de los rebeldes cubanos, en el caso de Bosques, cuando en la revolución delahuertista, fue en Cuba donde consiguió apoyo para obtener armamento he impedir una relección de Obregón, y que Adolfo Delahuerta llegara a la presidencia de México, no lo consiguieron. Los que encabezaron el movimiento, pasaron al destierro, entre ellos, Bosques.

Gobernaba el país Adolfo Ruíz Cortínes en el año de 1953 y mandó a traer a Gilberto Bosques que se encontraba en Suecia; la embajada en Cuba permanecía acéfala y el presidente de México no simpatizaba con el dictador Fulgencio Batista, presidente de Cuba. Bosques, estando en Cuba, en la Habana, fue testigo de la revolución y fiel a su labor humanitaria, pudo dar asilo a personas para dejar el país, entre ellos, que salieran de prisión con destino México a Fidel y Raúl Castro Rus. Su permanencia en la embajada duró más de una década. atendiendo los temas de la diplomacia, pero fue durante su estancia cuando impartió importantes conferencias y promovió la cultura de su país, México. 

En el año de 1964 una vez que Gustavo Díaz Ordaz asumía la presidencia de México, el profesor Gilberto Bosques Saldívar, fiel a sus ideas revolucionarias y a su congruencia con ellas, se negó a colaborar para ese gobierno. Se dedico a su familia y a ordenar sus documentos y éste importante e histórico archivo particular, la UNESCO lo reconoce como “Registro Memoria del Mundo de México” y como “Patrimonio documental de la humanidad”. 

Bienvenidos a Chiautla, lugar donde floreció la libertad, para luego, uno de sus hijos Gilberto Bosques Saldívar, enarbola el humanismo en Europa y América. Es este su pueblo, un pueblo con historia, donde reposan sus cenizas. ¡Salud!.

Cholula de Rivadavia, Puebla, 28 de junio de 2025
*Texto dirigido a mi pueblo, El pueblo que idolatró el profesor Gilberto Bosques Saldívar, Chiautla de Tapia.