Imprescindible, innovar la agricultura en Puebla: Hilario H. Valenzuela

Lunes, 19 Junio 2017 15:09 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P u l s o    P o l i t i c o

     Puebla fue considerada como granero del país, porque su producción de granos básicos era bastante elevada, pero fueron otros tiempos ya lejanos. Ahora, su producción de maíz, es la misma de hace 20 años.

     La entidad poblana, dice el delegado de la Sagarpa en Puebla, ingeniero Hilario Valenzuela Corrales, tiene dos cultivos importantes, el maíz y el café, pero que tienen poca rentabilidad. Hay necesidad de abatir costos y elevar la productividad.

     En la zona de Tecamachalco, informa, hay productores que en terrenos de riego llegan a obtener 20 toneladas por hectárea y en tierras de temporal, alcanzan las 10 toneladas.

     La delegación tiene en proyecto, abatir costos a fin de que el cultivo de maíz vuelva a ser rentable para los agricultores. Para eso, se utilizará semilla de origen nacional y no importada, que resulta bastante cara, y como fertilizante, la “gallinaza” cuya producción en Puebla, sobre todo en las zonas de Tehuacán y Tecamachalco, donde la industria avícola es muy importante, es elevada y actualmente no se utiliza para nada.

     Con esos cambios puede impulsarse el cultivo de ese grano básico para nuestra alimentación, con rendimientos justos para quienes lo producen.

     Además, existe la idea de coordinarse con las universidades tecnológicas que tienen carreras relacionadas con las actividades agropecuarias, principalmente con la BUAP, que tiene trabajos de investigación sobre insectos benéficos, que permitirían el combate de plagas, por ejemplo en el café y en los frutales, con sistemas completamente limpios, es decir, sin ningún tipo de contaminación, pues se trata de utilizar bacterias, hongos o insectos, que se comen a los bichos que perjudican a los cultivos.

      En plática con un grupo de columnistas, dijo que el presupuesto federal para Puebla, en materia agropecuaria es de 3 mil 900 millones de pesos, de los cuales el gobierno del Estado ejerce 400 millones.

      Ese dinero beneficia a 386 mil 237 productores. La mitad de la inversión federal, se destina a subsidiar el gasto de energía eléctrica que en el caso de los sistemas de riego, es bastante elevado.

      Ya hay una prouesta para usar paneles solares, lo que reduciría enormemente los gastos. Esto permitiría además, vender a la Comisión Federal de Electricidad, la energía sobrante y capitalizar beneficios para bien de la producción agropecuaria.

       El reto es innovar los sistemas de producción, abatir costos y elevar la productividad.

       Puebla es uno de los más importantes productores de huevo y carne de pollo, así como de carne de cerdo y eso se debe a que las empresas dedicadas a este rubro, se están innovando constantemente.

        La producción de verduras y de algunas frutas, también es de gran importancia en la entidad y una buena cantidad de su producción, se exporta.

        No se ha descuidado el programa de producción en huertos y granjas de traspatio que lleva el nombre de “El Campo en nuestras manos” y que pretende que los campesinos todos, produzcan para su autoconsumo y el de sus familiares, los alimentos de origen vegetal y animal que requieran para su alimentación, en el patio de su casa, que generalmente tiene medidas adecuadas para ello.

        Muchos campesinos de la región de San Juan de los Llanos, demandaron a las autoridades de agricultura y ganadería, que les dieran acémilas para cultivar sus parcelas y después de arduas gestiones, dijo el ingeniero Valenzuela, logramos que se autorizara un presupuesto para ello y ya son muchos los que recibieron los animales de tiro para el cultivo de tierras en ladera, principalmente.

        El ingeniero Valenzuela Corrales, es originario de Sonora, pero ha estado en Puebla desempeñando cargos como el de delegado de Recursos Hidráulicos, en los tiempos del doctor Toxqui. Conoce la entidad y por eso sabe lo que cada región del estado, requiere para impulsar su desarrollo en materia agropecuaria.

         Panistas como Humberto Aguilar Coronado, Eduardo Rivera Pérez, Rafael Micalco Méndez, Juan Carlos Mondragón Quintana y Juan Carlos Espina von Roehrich, en conferencia de prensa ayer, consideraron urgente reivindicar al Partido Acción Nacional en Puebla, debido a diferentes acciones que en los últimos meses, dicen, han modificado de manera sustancial su naturaleza y misión.

          Su lucha, según dijeron es para que el PAN no siga perdiendo identidad, para lo que propusieron que se realice la más amplia difusión para el proceso de actualización de datos de los militantes de Acción Nacional y que haya pluralidad en la integración de los órganos partidistas y en el proceso de selección de candidatos.

        Denunciaron “la manipulación de las instituciones y el desvío en el uso del poder para fines ajenos al bien común y la utilización de amenazas, intimidación y denuncias penales, como medida de presión y desacreditación política desde la dirigencia estatal y diversas instancias”.

       Como dice nuestro colega Mauro González, que va mejorando del mal que lo aqueja, con todo respeto preguntamos ¿Y quiénes son los responsables de eso? Los panistas de viejo cuño, que incapaces de crear cuadros para luchar por sus ideales, dejaron que dos oleadas de personas completamente ajenas al PAN, se adueñaran de ese partido.

        Los primeros neopanistas llegaron en los años ochenta y desplazaron a los idealistas que seguían la idea de Manuel Gómez Morín, el fundador del partido, de formar una corriente política comprometida con la democracia, con la justicia social y el bien común.

         Por poco y esos neopanistas norteños, desplazan a Gómez Morín, como fundador, para sustituirlo por Manuel Clouthier, un ex presidente de la Coparmex, que salió del PRI porque no pudo obtener en el partido tricolor, la candidatura para gobernar Sinaloa.

          La segunda ola de neopanistas en Puebla, llegó en el 2010, cuando un buen número de priistas se unieron al PAN para apoyar la candidatura del licenciado Rafael Moreno Valle, también procedente de ese partido. Y los viejos militantes del panismo local, se hicieron o los hicieron a un lado.

          La formación de los nuevos neopanistas poblanos, se realizó en el PRI y la ideología que sustentaban, si es que tenían alguna, fue la del priismo.

         ¿Los panistas atendieron el llamado de Manuel Gómez Morín, de hacer de su partido una escuela de política? Ya ni se acuerdan de eso. Ellos iban tras “la chamba”. Como ésta no se dio y además, como fueron tratados con cierto desprecio, se achicaron y hasta ahora se acuerdan que durante muchos años tuvieron una identidad, que ahora han perdido.

         Manuel Espino, ex dirigente nacional del PAN, defenestrado por ese partido, dijo un día: “No por ganar el poder, vayamos a perder al partido”. Ganaron el poder, pero ya les será muy difícil recobrar a su partido.

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