Los aspirantes en su mayoría, gente desconocida

Viernes, 25 Agosto 2017 00:52 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O   P O L I T I C O

       La falta de trabajo de los partidos políticos en épocas no electorales, se pone en evidencia en las épocas de elecciones. No encuentran candidatos medianamente conocidos para convencer a la ciudadanía de votar por ellos.

       En las elecciones del 2016, el PAN efectivamente ganó 7 gubernaturas, pero 5 de ellas, con candidatos procedentes del PRI, el partido que siempre ha sido considerado, desde su fundación en 1939, el enemigo a vencer.

        Para poder ganar una elección local importante, se unen PAN y PRD, dos partidos antagónicos ideológicamente y eso decepciona a panistas y perredistas.

       Antes los partidos, excepción del PRI, vivían de las cuotas de sus militantes. Eran partidos pobres, sin posibilidades no solo de hacer campañas decorosas, sino de sobrevivir. Ahora reciben subsidios, que en el argot oficial se denominan “prerrogativas” y las prerrogativas que entregan mensualmente los gobiernos federal y locales, son millonarias.

       Y sin embargo, la mayoría de las conformaciones políticas, siguen existiendo sin existir, es decir, existen como membretes, no como organizaciones ciudadanas con fuerza, con ideas para resolver la problemática local o nacional, sin estructura y sin organización y casi sin militantes. Existen para ser aliados de los cuatro partidos más o menos fuertes y más o menos estructurados, y su participación nunca es realmente importante.

        El día en que esos partidos decidan o les exijan ir solos a las campañas para elegir autoridades nacionales o locales, ese día desaparecerán, ese día se enfrentarán de  a su realidad.

        El partido Movimiento de Regeneración Nacional, de reciente creación, es un desprendimiento de la izquierda. Mucha gente simpatiza con esa corriente que encabeza, Andrés Manuel López Obrador, y han sido muchos los perredistas y priistas, principalmente, los que se han afiliado a las huestes de Morena. Han llegado a sus filas, políticos reconocidos del PRI y del PRD, básicamente, que en los partidos de su procedencia, han sido figuras destacadas y reconocidas.

        Sin embargo, las bases morenistas, se niegan a reconocerles su derecho de participar como candidatos a puestos de elección popular importantes. Quieren que el candidato a gobernador, los candidatos a senadores o a diputados federales, a presidentes municipales, salgan de los grupos originarios de Morena.

        El Consejo Estatal de ese partido, eliminó de un plumazo a ex priistas ampliamente conocidos como Alejandro Armenta o a ex perredistas, como el senador Miguel Barbosa, que ha sido el perredista poblano más destacado a nivel nacional, y presentó una terna de fundadores de Morena, cuyos integrantes no ganarían ni una junta auxiliar, no por incapacidad, sino por ser totalmente desconocidos o casi totalmente desconocidos.

         Seguramente que Morena tiene elementos valiosos en sus filas, pero para que reciban el apoyo ciudadano, deberán demostrarlo y por desgracia para ellos, casi nadie tiene trabajo político que respalde sus aspiraciones.

         Fundar un partido político, se ha visto, en nuestro país no es realmente complicado si del otro lado hay voluntad política para aceptar a una nueva organización de ese tipo.

        Pero esa nueva franquicia política no servirá más que para agregar nuevas siglas a la ya larga lista de membretes que pululan en el horizonte político nacional.

        Lo realmente difícil, lo realmente complicado, es lograr que ese membrete tenga militantes sinceros, dispuestos a trabajar para fortalecer a su organización, a ser disciplinados para no provocar divisiones internas absurdas, derivadas generalmente, de las ambiciones por llegar a puestos de elección popular, con la idea de enriquecimiento y empoderamiento y no de servicio.

         Si los partidos trabajaran en épocas no electorales para hacerse fuertes electoralmente, para crear su propia maquinaria electoral y no andar pensando en coaliciones para defenderse entre todos de la maquinaria priista, otro gallo les cantaría.

         Reciben millones anualmente para trabajar en ese sentido, y en épocas de elecciones, sus ingresos se multiplican. Es el recurso peor utilizado por los gobiernos federal y locales, un gasto elevado que no sirve para mejorar nuestro sistema democrático, sino para enriquecer a unos cuantos vivales que son los que manejan los membretes que se hacen llamar partidos.

          Pero este sistema partidista es el que conviene para mantener la fiesta en paz, pese a la desatada criminalidad que padecemos y a todos los puntos negativos que se observan en nuestra economía, en nuestros sistemas de salud y educativo, etc.

          Hay descontento generalizado pero controlado. Los millonarios recursos que se invierten en ello, partidos y burocracia electoral, son necesarios para que la comunidad internacional, nos reconozca como país civilizado, democrático y respetuoso de los derechos humanos, aunque de vez en cuando nos de algunos coscorrones.

        Si nos ponemos dignos y empezamos de veras a intentar ser demócratas, nuestros vecinos del norte, no lo tolerarían.

        Lo que debemos hacer es tratar de disminuir la corrupción a límites tolerables, bajar al mínimo la inseguridad y la violencia y procurar que nuestros ingresos estén mejor distribuidos para disminuir la pobreza. Los gobiernos locales, estatales y municipales, son clave para lograr eso.

         La inclusión de Puebla capital, en el panorama nacional turístico, ha logrado el rescate de verdaderas joyas arquitectónicas del centro histórico, para destinarlos a hoteles, restaurantes y centros comerciales realmente exitosos.

        Uno de estos rescates es sin duda la Casa Barroca, que se encuentra enfrente de lo que fue el convento de las Madres Jerónimas y a un costado del Museo Amparo, sobre la 7 oriente.

      Bueno pues hoy, Casa Barroca tiene su presentación en sociedad, con la inauguración de una exposición de la artista Marielle García a las 18.30 horas.

       Además de admirar la obra de esta artista, se podrán recorrer los salones y recámaras, entre ellas las suites San Rafael y San Gabriel, así como el salón Real, , su cocina artesanal y su elegante comedor.

       Doña Laura Elena Betancourt de Jiménez Morales, esposa del ex gobernador del estado Guillermo Jiménez Morales, falleció ayer en la ciudad de México.

       Durante el gobierno de su esposo, ella se desempeñó en forma muy eficiente como presidenta del DIF estatal, logrando la mejor atención para niños y madres de familia, principalmente para quienes más lo necesitaban.

       Como Primera Dama del Estado, tuvo comportamiento bastante discreto. Su figura como esposa del gobernador en turno, fue muy apreciada por la población, no solo por su trabajo al frente del DIF, sino por la sencillez de su trato y su cercanía con la gente.

       Nuestro sincero pésame a su esposo, a sus cuatro hijos, a sus nietos y demás familiares, por esta irreparable pérdida.

        Era originaria del Estado de Tamaulipas y las honras fúnebres se realizaron en la ciudad de México en forma privada.

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