Columna | Desde el portal

A los jerarcas de la grey católica de Chiapas –arzobispo Fabio Martínez y obispos Leopoldo González y Felipe González- les llama la atención que el Presidente Enrique Peña Nieto haya dado marcha atrás en la Ley de Transparencia sólo porque se lo pidieron los empresarios, mientras que muestra resistencia a reconsiderar lo que piden los maestros, es decir, abrogar la reforma educativa.

 Y efectivamente, bastó sólo un pronunciamiento en el Ángel de la Independencia de la CDMX del líder del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, el mismo día en que el Senado aprobó las siete leyes secundarias del SNA, para que ésta se devolviera al Congreso de la Unión y se convoque a un periodo extraordinario de sesiones para revisar exclusivamente lo que le parece mal a los patrones, haciendo recular al grueso de los legisladores.

 Se trata de dos asuntos diferentes. Los empresarios no tuvieron que recurrir al plantón, las marchas o los bloqueos; el secuestro y quema de autobuses ni dejar incomunicados y sin alimentos a los mexicanos más pobres, simple y sencillamente se manifestaron en el Monumento a la Independencia para hacer sentir su inconformidad. Eso llama la atención a los curas en contraste con la CNTE.

 Podría ocurrir lo mismo para rescatar de la agonía a Oaxaca: debe revisarse la reforma educativa de acuerdo a la realidad indígena de Oaxaca, Chiapas y Michoacán, entidades que nada tienen en común con estados industrializados como los del centro y del norte de la República, ni de ciudades con mayor potencial económico; el atraso y la marginación de los más pobres no es comparable con los alumnos de universidades privadas de México y del extranjero. El país es diverso y de muchos contrastes; no aplica una reforma pareja para todos. No todos los estados son iguales.

TURBULENCIAS

Lucro político de SEDESOL

 En la sobrevivencia milenaria de los 18 grupos indígenas de Oaxaca nunca han tenido necesidad de beber leche Liconsa ni de víveres proporcionados por SEDESOL como para que hoy, de manera oportunista, los funcionarios federales se muestren “preocupados” por la incomunicación de los más pobres a consecuencia del bloqueo magisterial; triquis, mixes, mixtecos, zapotecas, huaves, zoques, cuicatecos o chontales no conocen esos programas sociales, ni mucho menos es posible llevarles víveres por vía aérea o terrestre como afirma José Antonio Meade que ahora se cuelga –asesorado quizá por algún colaborador de origen oaxaqueño- del conflicto para hacerse notar y sacar raja política…Se torna difícil el diálogo en Gobernación con la CNTE y los deudos de los 9 muertos del tiroteo del 19 de junio. El mismo titular de la SEGOB, Miguel Ángel Osorio Chong, reconoció que la comisión negociadora asistente a la segunda mesa de negociación fue desconocida por los pobladores y se les negó el acceso al municipio, donde persiste la división política entre el alcalde, los regidores y los lugareños; además, ponerse de acuerdo con 32 delegados sindicales de lo más aguerrido no es tarea fácil. El conflicto escala cada vez más y pronto el Gobierno Federal se dará cuenta de qué tamaño es el problema; mientras tanto, se duda de la realización de la Guelaguetza, por primera vez en más de seis décadas de existencia…Y mientras todo es crisis, desesperación y angustia entre los oaxaqueños, el alcalde Javier Villacaña Jiménez firmó un acuerdo laboral con el Sindicato “3 de Marzo” con lo cual muestra buena relación obrero-patronal que permite la prestación de servicios en la ciudad, ahora agobiada por la toma magisterial de las calles del Centro Histórico de la otrora Verde Antequera…

www.revista-brecha.com
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.