Columna | Desde el portal

El tabasqueño Andrés Manuel López Obrador definió bien al guanajuatense Vicente Fox: tiene intereses, no partido.

  En el 2000 se afilió y arrebató la candidatura presidencial del PAN, en la cual invirtió como un negocio más, llegó a la Presidencia –en un ambiente favorable que le dejó el Ing. Manuel J. Clouthier- y una vez que logró sus objetivos, abandonó al partido. En el 2012 Se unió al PRI en apoyo al candidato presidencial Enrique Peña Nieto con el objeto de cubrir sus tropelías y seguir al amparo del poder, y hoy se sube al helicóptero del puntero presidencial priista José Antonio Meade.

 En la calle a Fox le reprochan los ciudadanos su actuación como “presidente” de México, desde donde obtuvo recursos para bares y hoteles que maneja, y pese a las ganancias que obtiene, se niega a dejar la pensión mensual de 5 millones de pesos que recibe, al igual que otros cínicos ex presidentes, mientras miles de damnificados por los sismos de septiembre duermen en las calles.

 López Obrador, pese a sus adversarios y su autoritarismo, en cuatro décadas ha construido cuadros y posee una estructura partidista e ideológica que le permite encabezar las encuestas presidenciales, es congruente y hombre de convicciones, la otra cara del negociante de San Cristóbal, Guanajuato, presto a ponerse la camiseta del mejor postor.

 Eso lo sabe el pueblo de México y las pruebas son fehacientes: el que hace negocio con la política y renta las franquicias partidistas con fines mercantiles, y el que hace política con fines de servicio social. Aun cuando AMLO no llegue, por tercer ocasión, a la Presidencia de la República, los 5 mal habidos millones de pesos que recibe Fox deben ser reintegrados al pueblo de México, no los merece.

TURBULENCIAS

Importa el ejemplo: Ramírez Marín

 Al referirse al hecho de que México ocupa el primer lugar en corrupción en América Latina, el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, dijo que la impunidad puede seguir siendo un estímulo para los ciudadanos, al ver que las malas conductas no se castigan, por lo que recordó la frase conocida de las abuelas, en el sentido de que las palabras son importantes, pero lo es más el ejemplo; dijo que debe hacer un acuerdo entre sector público y privado para combatir este mal pero sobre todo incluirlo en la niñez, en la cultura cívica, desde la escuela…Y si de palabras se trata, en su visita a México -12 y 13 de octubre- el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, para participar en la 4ª. ronda de conversaciones del TLC, hablará en el Senado, en tanto que el presidente estadunidense Donald Trumpo se inclina a favor de acuerdos bilaterales, de los que seguramente será excluido México, en tanto los productores nacionales se manifiestan a favor y en contra del TLC. Seguramente nuestro país será excluido principalmente por los bajos salarios que perciben los trabajadores mexicanos en comparación con los canadienses y estadunidenses; eso se considera como una desventaja para las naciones participantes en el acuerdo trilateral, y cuyo asunto México no quiere discutir…

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