Clamor: debe haber diálogo no violencia

Domingo, 03 Julio 2016 13:31 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P u l s o   P o l i t i c o

El problema de la “reforma educativa” se ha venido complicando y ha llegado a un punto en el que parece no haber salida ni para el gobierno, ni para la CNTE. No hay salida por la sencilla razón de que no puede haber diálogo con cerrazón en ambas partes.

Y la violencia que ejercen los maestros mediante manifestaciones, plantones, cierres de carreteras, saqueo de comercios, enfrentamientos con la policía, etc., no podrá resolverse con violencia por parte del estado, contra los que se oponen a la famosa reforma.

Como ha afirmado un comentarista, eso nos llevará forzosamente a repetir la tragedia de Tlatelolco en pleno 2016.

Porque lo de Tlatelolco, en 1964, fue producto de la cerrazón de estudiantes y gobierno, para llegar a un acuerdo que pusiera fin a un conflicto que se inició con un enfrentamiento entre alumnos de dos preparatorias, una oficial y otra privada.

Claro, a río revuelto ganancia de pescadores, dice un dicho popular, y los grupos políticos de oposición, siempre están al acecho para aprovechar, en conflictos de esta naturaleza y para llevar agua a su molino, de los errores que cometa la parte a la que les interesa perjudicar.

Y en este caso los grupos políticos enemigos de Peña Nieto y su equipo, han estado muy pendientes de los frecuentes errores que han venido cometiendo los altos funcionarios federales inmiscuidos en este asunto para golpear al presidente y a su gobierno.

Y el gobierno ha venido tolerando los abusos que cometen grupos infiltrados entre los maestros de la CNTE, para culpar a los mentores y ha exagerado, según dicen, los perjuicios que ha sufrido la población, aunque en algunos casos los perjuicios al pequeño y mediano comercio, son ciertos.

El caso es que ha llegado el momento de entrar en un diálogo serio, con responsabilidad en ambas partes, pues ya el país tiene demasiados problemas derivados de la violencia desatada por el último gobierno panista, el de Felipe Calderón, con el crimen organizado que ha costado decenas de miles de vidas de jóvenes mexicanos y la desaparición de miles de personas inocentes, para agregar una guerra más y nada menos que entre maestros y gobierno.

Desde el principio la llamada “reforma educativa” tuvo críticas de maestros de todas las corrientes sindicales. En este espacio le comentamos días después de su aprobación, lo que catedráticos de la Universidad Pedagógica de Puebla, nos dijeron al respecto: “No se trata de una reforma educativa propiamente dicha, sino de una reforma laboral que elimina muchas de las prebendas abusivas de que gozaban los maestros, como la existencia de “maestros comisionados”, que sumaban miles y cobraban sin trabajar como maestros; la venta o herencia de plazas; los pagos extra por razones políticas, etc.”

“No se han tocado los programas de educación primaria y secundaria. Los contenidos quedan intactos y también los sistemas empleados en las escuelas públicas, es decir, la reforma solo abarcaba la parte laboral del problema. Se establecieron exámenes de evaluación, exámenes de oposición para la adquisición de una plaza, en fin, cuestiones laborales únicamente”.

Esa es la base del descontento del magisterio, que se ha manifestado en entidades como Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, pero que existe en todo el país.

La CNTE, es una organización sindical magisterial, desprendida del SNTE, al que abandonaron por la corrupción prevaleciente en dicho sindicato en los tiempos de doña Elba Esther Gordillo. La dirigente magisterial, ahora detenida por lavado de dinero y otros delitos que se le atribuyen, como hábil política que es, logró quedarse con toda su fuerza durante los gobiernos panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón, “enemigos acérrimos de la corrupción” y de todo los que significaba el SNTE para el PRI, partido que durante dos sexenios lograron sacar de Los Pinos.

Ahora el PAN se da golpes de pecho, en eso de la corrupción, pues don Ricardo Anaya dice que ese mal está solo en el PRI.

En los comentarios de prensa, de noticiarios de televisión y de radio, se pide ya un acuerdo entre maestros y autoridades sobre la reforma educativa y hay muchas razones para ello.

En la elaboración de la reforma, solo intervinieron expertos contratados por el gobierno y no participaron en nada los maestros.

Nos dice un viejo maestro amigo nuestro, que la reforma fue hecha con miras a fortalecer el sistema neoliberal, en el que nos han metido, a fin de que las escuelas públicas se conviertan en capacitadoras para el trabajo manual o técnico que requieren las empresas del sector privado.

Se busca que los maestros sean unos trabajadores sin mayores prestaciones de las que tiene un obrero y que los estudiantes aprendan a trabajar, pero no a pensar. Que conozcan lo básico de la historia patria y algunos datos elementales de la vida de nuestros héroes, pero nada más.

Es necesario, que se escuche la voz de quienes tienen en sus manos la educación en México. No hay que olvidar que en la elaboración de la Constitución General de la República, hace ya casi cien años, intervinieron en el Congreso de Querétaro, maestros rurales, artesanos, pequeños comerciantes, médicos de pueblo y abogados y que hicieron una de las Constituciones más avanzadas del mundo en ese entonces. ¿Por qué no se permite la participación, en un asunto tan importante como el futuro de la educación de niños y jóvenes mexicanos, de maestros y solo se atiendan las propuestas de los doctores egresados de universidades extranjeras?

Es necesario tener presentes pasajes de nuestra historia, para no repetir errores graves que costaron mucho al país, como el 64; o frases de personajes mexicanos que destacaron en nuestra vida pública, como don Jesús Reyes Heroles, que pidió a México, concretamente a las autoridades mexicanas surgidas todas del PRI, “no despertar al México bronco”.

Un gobierno panista lo despertó y todavía no se le puede apaciguar.

Mañana en el auditorio “José Antonio Corvera” del Instituto de Ciencia Jurídica, 3 oriente 1611 en el Barrio de Analco, Factor Ciudadano,  agrupación política que dirige Leopoldo de Lara, celebrará u decimo primer aniversario, con la entrega del galardón “Mérito Ciudadano” a poblanos distinguidos, entre ellos figura don Oscar Lerín Martínez, ya fallecido, quien fuera dirigente sindical de los trabajadores de numerosos talleres de impresión en Puebla. Fue un dirigente apreciado por trabajadores y empresarios.

Será su hijo, Miguel Angel Lerín Cobos, quien reciba ese reconocimiento a su señor padre y estarán otros familiares y amigos. 

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