Columna | P u l s o    P o l i t i c o

El pasado fin de semana estuvo en Puebla el secretario de Hacienda José Antonio Meade en un acto priista de mujeres y fue apapachado como el casi seguro candidato del PRI a la Presidencia de la República.

    Ayer lunes, estuvo en varios pueblos de la mixteca afectados por el terremoto del pasado 19 de septiembre, el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong y priistas de base y activos militantes, opinaron que éste debería ser el candidato del PRI a la Presidencia de la República.

     No tienen nada contra Meade, por el contrario, dicen que ha sido como funcionario del PAN y del PRI, un hombre íntegro, honesto y sin cola que le pisen, pero no es del PRI, ni ha sido político. Es un extraordinario profesional en cuestiones económicas, pero en este momento el país requiere de una persona dicha en política y no en economía.

     Los problemas más graves del país, son la inseguridad, la corrupción, la impunidad, el impulso a la agricultura de alimentos básicos y no solo de exportación, en fin, se requiere de un político en toda la extensión de la palabra y el señor Meade, podría ser el gobernador del Banco de México o continuar como Secretario de Hacienda, pero no como Presidente.

      El próximo mes el PRI tendrá ya decidida y aprobada forma en que va a elegir a su candidato y seguramente que será por acuerdo de Asamblea de Delegados.

      A los priistas de base no les extraña que en los diferentes actos a los que concurre el señor Meade, se le dé trato de candidato a la Presidencia, pues se ha dicho, que es el favorito del Presidente en funciones Enrique Peña Nieto y ya se sabe, que la voluntad presidencial en cuestiones de política priista, es ley pero…..

      Nos dicen que las cosas ahora están mucho más complicadas que antes. El PRI sigue siendo el mismo partido que ha sido siempre, pero el pueblo de México ya ha cambiado, eso es un hecho. Y la inconformidad, el rechazo, el enojo contra el priismo, para muchos de los que opinaron, injusto y orquestado a través de las llamadas redes sociales como parte de la “guerra sucia”, no ha sido debidamente explicado y combatido por el propio Partido Revolucionario Institucional, que sigue creyendo ingenuamente que tiene el control de todo.

       El PRI ya no tiene ni el control de sí mismo y la prueba, dicen, es la cantidad de priistas que han emigrado a otros partidos y eso se debe a que no hay cambios en el partido, ni en la mentalidad de los dirigentes, que se quedaron atrapados en los años cincuenta.

      Y un destacado militante priista poblano, Guillermo Deloya Cobián, que fue director de la Escuela de Cuadros del partido tricolor y hoy desempeña un importante puesto dentro de la Secretaría de Gobernación, que tiene que ver con la orientación para su mejor desempeño a los más de 2 mil cuatrocientos ayuntamientos, afirma: “Hoy estamos frente a una oportunidad histórica de redefinir rumbos y de enmendar pasados que nos orienten a nuestra razón de ser, a lo que somos de raíz. Hoy la sociedad está cerca de la decepción, pues cada vez es más exigente y con ello requiere nuevas soluciones para los nuevos y añejos problemas.

       “Es aquí donde llegamos a un momento de decisión, regresar a nuestros orígenes, construir un proyecto de unidad e inclusión, donde todos participemos en su consolidación, que nos acerque nuevamente a la gente y que atienda sus necesidades o ser quienes padecen la derrota con tal de no ver llegar a otros, al no ser favorecidos por la oportunidad electoral que se siente merecida”.

     Dijo Deloya Cobián, que en Puebla es el momento de tomar una decisión: “Ser quienes construyen en la autocrítica su propia fortaleza, o ser del cúmulo de priistas que aplauden en lo público, lo que reprueban en privado”.

      Señaló que muchos buscan la realización de proyectos personales, en vez de tratar de recuperar la confianza de la gente, escuchar sus necesidades y construir una plataforma junto a la gente que las atienda y que genere bienestar y desarrollo en cada rincón de Puebla.

       A la pregunta de si él pretendía alguna candidatura para el 2018, afirmó que sí, que el político que diga que no aspira a nada, está mintiendo y consideró que la transformación del partido debe hacerse ya, pues ya no hay tiempo, ya no hay espacio para quedar a deberle al estado y al país, señaló.

       Agregó que “el PRI es una institución política de nacimiento revolucionario, pero hoy el entendimiento nos debe conceder que la revolución no reclama su éxito en la guerra, en la autodestrucción ni en la confrontación. Mejor que ello, la revolución nos ha dado éxitos y satisfacciones cuando se ha entendido como el cambio desde el acuerdo , la construcción y el consenso”.