Columna | P u l s o   P o l i t i c o

Políticos serios, como Alberto Jiménez Merino, Juan Carlos Lastiri Quiroz, Enrique Doger Guerrero, que son los principales pre candidatos a la gubernatura de Puebla por el PRI, para el 2018, han planteado la necesidad de fortalecer la estructura de su partido, así como la unidad de sus miembros, ya divididos, como los del PRD, en grupos, corrientes o tribus que parecen, como las corrientes o tribus perredistas, dispuestas a romperse el alma para apoderarse de la estructura de su partido y emplearlo para sus fines particulares o de grupo.

Los priistas se han dado cuenta de que el debilitamiento interno del PRI, agravado con el fracaso de lograr beneficios para la población mexicana con las reformas estructurales, como habían prometido, los llevó no solo a perder la gubernatura en Puebla, sino en otros siete estados del país, aunque en cinco hayan triunfado candidatos panistas que en realidad son de formación priista y que llegaron al PAN, no por convicción, sino por no haber logrado en las filas del Revolucionario Institucional, su propósito de ser candidatos.

Todos los partidos políticos del país han perdido su identidad ideológica, pero ha sido el Partido Acción Nacional, el que en este aspecto, ha llevado la peor parte.

Los panistas de ahora, no son ni la sombra de lo que fueron su “padres fundadores” de los años cuarenta, cincuenta o sesenta.

El PAN de la educación católica en las escuelas públicas; el de la “dignidad de la persona humana”; el del bien común; el que predicaba la honestidad y la eficiencia en el servicio público, en fin, el PAN que parecía la rama política de la Acción Católica, ha desaparecido.

Si bien es cierto que en la marcha contra la iniciativa presidencial de permitir a nivel nacional, las uniones matrimoniales entre personas del mismo sexo, iban algunos panistas, estos no son los que llegaron al poder, sino los de la vieja guardia, que han sido relegados por los nuevos neopanistas (acuérdese que ese partido fue ocupado en los años ochenta por miembros de agrupaciones empresariales de derecha y desde el 2000 a la fecha, por ex priistas)

Para el 2018, año en que se elegirá el mismo día todo el aparato del poder federal, estatal y municipal en un solo día, según la reforma propuesta por el PAN en los tiempos de Felipe Calderón, solo el PRI, pese a su debilitamiento, a sus graves errores, a su falta de actividad política partidista y a su alejamiento de las grandes masas, así como de la historia patria, tiene la capacidad para lanzar candidatos propios a todos los cargos que se disputarán en esas elecciones.

Si el PRI no se fortalece de veras, si no hace un esfuerzo para lograr la unidad, si no vuelve a ser el partido liberal, revolucionario y nacionalista que había sido siempre, si no se fortalece ideológica y estructuralmente, ya se lo llevó…..

No desaparecerá, como dicen algunos, pero su debilitamiento crecerá y llegará a ser un partido, más temprano que tarde, del montón.

Los priistas están a tiempo para salvarse de la hecatombe del 2018, que los legisladores no previeron pensando que nuestros órganos electorales serían lo suficientemente fuertes para resistir el embate de unas elecciones como nunca antes las ha habido en el país y que solo se les pudo ocurrir a los inexpertos panistas, que ya no son panistas y ponen en grave riesgo al país.

El problema de los maestros en Oaxaca y Chiapas y en menor grado en Guerrero y Michoacán, se le está yendo de las manos al gobierno y amenaza con extenderse a otras partes, incluso a Puebla, donde han sido anunciadas marchas organizadas por un llamado Consejo Democrático Magisterial Poblano, que ha invitado al partido Morena a acompañarlo, para unirse a los maestros oaxaqueños en sus protestas.

Habrá el viernes 8 del actual una marcha que partirá del reloj del Gallito, en el paseo Bravo al zócalo a las 16 horas; ese mismo día, habrá marchas de apoyo en Tehuacán y Huauchinango, a partir de las 18 horas y el domingo a las 10.30 horas, en Izúcar de Matamaoros.

¿Se imagina lo que pasaría si en las elecciones del 2018, se inconforman 500 de los municipios que renovarán ayuntamientos (en total el número de municipios del país es de casi 2 mil 500) Si se inconforman habitantes de cinco o diez estados y si además, Morena y su candidato presidencial, que indudablemente será López Obrador, hacen lo mismo; y realizan marchas, plantones, toma de carreteras, de palacios municipales y palacios de gobierno? Si actualmente el país tiene graves problemas en tres o cuatro estados, ¿qué pasaría si los tuviera en doscientos o trescientos municipios, en diez o quince estados del país? Sería el caos. Pues esa posibilidad existe y si las autoridades electorales se han hecho bolas en unas tristes elecciones de minigobernadores, ¿qué pasaría en las macro elecciones que se avecinan y para llevar a cabo las cuales no existe ninguna experiencia en el país?

Económica y políticamente, las elecciones del 2018 “son un peligro para México”.

Ayer 6 de julio, don Miguel Lerdo de Tejada, un destacado personaje del movimiento de Reforma en nuestro país, hubiera cumplido 204 años de edad; Maximiliano de Absburgo, el emperador que fue traído por los conservadores mexicanos para que nos gobernara, cumpliría 184 años; el gran pintor paisajista don José María Velasco, que dejó un legado muy importante con sus paisajes del gran Valle de México, hubiera cumplido 176 años y la gran pintora del siglo XX mexicano, Frida Kahlo, tendría ya la edad de 109 años.