Columna | P u l s o   P o l i t i c o

A más de dos años para las elecciones del 2018, las encuestadoras, sus patrones los políticos, los partidos y desde luego el gobierno federal, han empezado a cultivarnos a todos, con miras a la elección presidencial que es la que más importa.

Resulta que según esas encuestadoras la preferida de la opinión pública mexicana, es doña Margarita Zavala, esposa del ex presidente panista Felipe Calderón Hinojosa,  para sustituir a Enrique Peña Nieto.

Según la encuesta publicada en varios medios ayer, el 26 por ciento de los encuestados se pronunciaron por ella, contra el 22 por ciento que preferirían a Andrés Manuel López Obrador y el 19 por ciento, a Miguel Angel Osorio Chong.

Doña Margarita ha sido diputada federal plurinominal del PAN y primera dama del país y consecuentemente presidenta del DIF nacional.

Es esposa de quien fuera el presidente que inició la guerra contra la delincuencia organizada que ha fracasado en toda la línea, y que todavía continúa, habiendo cobrado ya, desde su inicio, más de 200 mil vidas de jóvenes mexicanos y un número superior a 100 mil de desaparecidos, además de haber sumido al país en un clima de inseguridad, no visto desde la Revolución de 1910.

En segundo lugar está don Andrés Manuel López Obrador, con el 22 por ciento de encuestados a su favor, y en tercer sitio, Miguel Angel Osorio Chong, con el 19 por ciento.

Esos porcentajes van a ir variando periódicamente, pues hay mucho tiempo para manejarlos de acuerdo a los intereses de los políticos o partidos que han hecho la contratación con las encuestadoras.

Según comentan algunos conocedores de la nueva política mexicana, la tirada es ir bajando a Andrés Manuel a límites tolerables y hacer creer a la gente que la lucha será entre el PAN y el PRI.

Existe la posibilidad, nos dicen, de que en los acuerdos que tuvieron en lo obscurito Peña Nieto y Calderón Hinojosa, cuando el primero  era gobernador del Estado de México y el segundo aspirante a la candidatura panista para la Presidencia, puede figurar la entrega de máximo poder de la república a la esposa del ex titular del Poder Ejecutivo.

Aunque las encuestadoras en general, han perdido credibilidad entre un amplio sector de la sociedad, es necesario estar alertas para detectar cualquier manipulación que pretendan hacer de la opinión pública.

A la postura asumida por el ingeniero Alberto Jiménez Merino y el licenciado Juan Carlos Lastiri, se ha unido Juan Manuel Vega Rayet, el delegado de la Sedesol en Puebla, pero ha agregado que el mismo sistema se siga no solo para designar candidato a la gubernatura, sino a todos los candidatos priistas.

Su propuesta es digna de tomarse en cuenta. Si el PRI quiere cambiar en serio, debe buscar formas más democráticas para designar a sus candidatos a puestos de elección popular.

Los militantes priistas, nos consta, están hartos de ver como “priistas distinguiros” llevan a amigos y parientes cercanos, sin ningún mérito social o político, a cubrir las candidaturas a las que aspiran muchos militantes con trabajo dentro de su partido, digno de tomarse en cuenta.

La mejor forma de evitar eso, sería la de que las bases del partido tricolor, decidieran a quiénes quieren en los puestos de elección popular. De lo contrario, seguirá la emigración de priistas a los partidos que les den oportunidad de ser sus candidatos, como hemos estado viendo.

No es casual que de los siete gobernadores que ganaron el 5 de junio con las siglas del PAN y de los que tanto presume el presidente nacional de ese partido, Ricardo Anaya, cinco sean de origen priista.

En un país neoliberal, como es México, por obra y gracia de Carlos Salinas, los gobiernos deben atender primordialmente a la clase empresarial, que es la que crea empleos, según dicen ellos.

Es decir, en el reparto del poder, ellos, los dueños del capital, están en primer lugar y ha quedado perfectamente claro por la rapidez con que ha sido atendida la demanda del sector empresarial, que salió a la calle para realizar un mitin ante el monumento a la Independencia para exigir la modificación de la ley 3 de 3, que pretende frenar la corrupción.

En 48 horas, la Presidencia de la República hizo las modificaciones al proyecto para que los capitalistas no tuvieran que ser investigados en los casos de corrupción y el Congreso aprobó la modificación por mayoría.

Los maestros de la CNTE, que se oponen a la reforma educativa han venido haciendo manifestaciones, cierres de calles y carreteras en Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero, han llegado a la ciudad de México y desquiciado el tránsito y no han logrado sino irritar al gobierno, que los ha reprimido en diversas formas y a la sociedad que se ve perjudicada por esas manifestaciones de descontento. Ha habido muertos, heridos, detenidos, despedidos, etc. y no han logrado nada en meses de protestas. La ley no se negocia, les dicen y lo que en realidad les quieren decir, es que solo la pueden negociar, quienes saben de negocios y ellos, los maestros, no saben ni enseñar, según las evaluaciones que les han hecho.