Columna | P u l s o   P o l i t i c o

           Mientras los cuatro candidatos a la presidencia de la república: José Antonio Meade, Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y Margarita Zavala, se preparan para iniciar la tercera etapa de la telenovela “Elecciones del 2018”; el escenario político de Puebla sigue siendo confuso sobre todo para los priístas que ven, cómo militantes importantes y de medio pelo de su partido, cambian de chaqueta de la noche a la mañana, y ya ni siquiera rinden parte de su separación del que ha sido su partido por muchos años.

          En el 2010, año del triunfo del morenovallismo, el PRI perdió el rumbo y no solo no ha podido reencontrarse, sino que con el tiempo las cosas han ido de mal en peor.

          Los rumores del cambio de dirigencia estatal, han sido recurrentes sobre todo en los últimos meses y sin embargo, ayer, el dirigente estatal, Jorge Estefan Chidiac, dijo categóricamente en conferencia de prensa, que él no va a renunciar y que será candidato a senador plurinominal y al mismo tiempo continuará al frente del Revolucionario Institucional.

         Los últimos rumores lo colocaban fuera de la dirigencia priísta y con una candidatura a una diputación local. Ayer se confirmó, que irá al Senado, como candidato plurinominal ocupando una cuarta posición en la jurisdicción que le tocará representar.

        En la reunión con la prensa, el dirigente estatal priísta estuvo acompañado del candidato a gobernador del estado, Enrique Doger Guerrero y de los candidatos a senadores Citlali Ceja García y Juan Carlos Lastiri Quirós.

          Doger Guerrero, que afirmó que apoyará las siete propuestas hechas por el candidato presidencial Meade Kuribreña, señaló que al iniciar su campaña el 30 de abril, de acuerdo con la ley, añadirá a las propuestas del candidato presidencial priísta, las suyas que tenderán a solucionar los graves problemas del estado.

           Las campañas de los candidatos priístas en Puebla, serán intensas y presentarán un paquete de propuestas conjuntas a nivel nacional y a nivel local, según dijo Estefan Chidiac. Haremos las mejores y más avanzadas propuestas para impulsar el progreso de la entidad, dijo el dirigente priísta.

          Según los opositores al PRI, Doger Guerrero, está en tercer lugar en las preferencias del electorado en este momento. Arriba van Miguel Barbosa, de Morena y el grupo “Haremos historia” y en segundo lugar, Erika Alonso, esposa de Rafael Moreno Valle, candidata del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

          Lo cierto es que ni las encuestas, ni las evaluaciones del momento, constituyen una evaluación seria de lo que será el comportamiento del electorado el primero de julio próximo.

         Hasta ahora, los candidatos presidenciales y los candidatos a la gubernatura, se han dedicado a decalificarse mutuamente, ha lanzarse lodo, en una palabra, a la “guerra sucia” estilo de campañas políticas importado por el PAN en el año 2000 y que al parecer ya se arraigó en México.

         Hasta donde nosotros hemos podido investigar: la señora Alonso Hidalgo de Moreno Valle, no tiene muchas simpatías entre diversos sectores de la población; al doctor Doger Guerrero, se le considera como el mejor preparado de los tres principales candidatos a la gubernatura, pues ha sido rector de la BUAP, presidente municipal de la capital, diputado federal, diputado local y delegado del IMSS.

         Barbosa Huerta, el senador tehuacanero, es calificado como político hábil, pero últimamente ha sido señalado como autoritario, impositivo y hasta mal comportado en su relación con los ciudadanos comunes y corrientes y con diferentes organizaciones políticas de la entidad.

          Faltan tres meses para las elecciones, tiempo más que suficiente para recomponer las cosas, si todavía se puede.

          Las campañas locales se llevarán a cabo a partir de mayo. Serán dos meses en los que los candidatos a gobernador, presidentes municipales y diputados locales, deberán sacar lo mejor de sí mismos, para ganarse el voto de la ciudadanía.

         Muchos priístas se quejan de que su partido está reaccionando muy lentamente ante la problemática que ha venido confrontando en Puebla, desde que perdió el poder a manos de un grupo priísta que se separó del partido tricolor y encabezado por Rafael Moreno Valle, se pasó al PAN.

          Durante seis años, la descomposición política de la entidad ha sido constante, pues al grupo morenovallista lo apoyó abiertamente el magisterio capitaneado por la maestra Elba Esther Gordillo, de extracción priísta también y el Partido de la Revolución Democrática, supuestamente izquierdista, que sigue sufriendo las consecuencias de una alianza inusual (derecha-izquierda) y mal vista por panistas y perredistas.

           Tanto el partido de la derecha, PAN, como el de la supuesta izquierda, PRD, se han debilitado. Muchos de sus miembros han ido a engrosar las filas de Morena, el partido de Andrés Manuel, al que han llegado también numerosos priístas.

            Pero eso en vez de fortalecer al partido Morena, constituye ya un grave riesgo, pues el paso de gente de diversos partidos al que fundó y dirige López Obrador, provoca problemas internos como los que hemos visto cuando fueron designados candidatos a presidentes municipales y a diputados locales. Morena enfrenta problemas internos bastante graves que no se cree que puede resolver en el futuro próximo.