Muchas críticas a los ataques entre candidatos locales

Miércoles, 23 Mayo 2018 20:10 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

           Los constantes ataques que se lanzan los candidatos a puestos de elección popular en Puebla, están siendo muy criticados en círculos políticos, en pláticas de café, en reuniones de amigos. Consideran que desde que Vicente Fox, siendo candidato del PAN inauguró la etapa de la guerra sucia en las campañas políticas mexicanas, en el año 2000, se inició la debacle entre los políticos y sus partidos.

            La guerra sucia fue continuada por Felipe Calderón y entonces tomó carta de naturalización, porque entraron a esa onda, el PRI y el PRD.

            Lo único que han logrado con eso los tres principales partidos del país, ahora cuatro con Morena, es descomponer en serio el sistema partidista, sobre el que ha querido construirse nuestro sistema democrático.

            Esa guerra sucia está basada en chismes de comadres, en rumores sin pruebas, en acusaciones falsas, que han convertido lo que debería ser un serio debate sobre la forma de resolver los problemas del país, en un verdadero desastre.

            A lo largo de la carrera de Enrique Doger Guerrero, como rector de la BUAP, como presidente municipal, como diputado local y diputado federal y como delegados del IMSS, ¿quién ha dicho, en la forma categórica con que ahora se afirma, que es propietario de 32 bienes inmuebles? Si en realidad lo fuera, por elemental lógica se sabría desde hace mucho tiempo, pues Puebla, ciudad y estado, no son tan grandes como para que un personaje que ha estado al frente de una de las universidades más prestigiadas del país, del ayuntamiento de una de las grandes ciudades mexicanas y de una de las más importantes delegaciones del IMSS, tuviera todo lo que se dice que tiene, sin que supiera desde hace tiempo.

            Además, como el mismo Doger ha dicho, lo han investigado la Procuraduría General de la República y la secretaría de la Función Pública y no han encontrado nada que no esté debidamente declarado y comprobado.

             Acusar de misoginia al candidato de Morena, Miguel Barbosa Huerta, por haber dicho, refiriéndose a la candidata del PAN, que es esposa de Rafael Moreno Valle, también es un absurdo, pues cómo puede tomarse como un insulto, si la señora Martha Erika se casó en Puebla con el que entonces fuera Secretario de Finanzas del gobierno del Estado y como su esposa, estuvo durante todo el sexenio de Moreno Valle al frente del DIF. Todo mundo sabe que la señora Martha Erika Alonso Hidalgo, se caso en Puebla por lo civil y por la Iglesia y que nunca se ha sabido de problemas entre ellos y que siguen casados por las dos leyes.

             Es cierto que al inicio de campaña, la candidata panista habló de querer recobrar su nombre de soltera y desligarse nominalmente del ex gobernador, pero esa fue una petición y no podía ser una orden y menos para sus opositores que insistirían en remarcar la relación entre el ex gobernador y quien pretende arribar al puesto que él desempeñó.

            No hay en todo esto, ni falta de respeto a la señora candidata del PAN, ni algo que haya sido inventado para perjudicarla en sus aspiraciones políticas.

            Tampoco puede acusarse a una persona de carecer de título universitario, a menos que se dedique a ejercer una profesión que requiere estudios universitarios o de nivel técnico, sin el reconocimiento oficial para ejercerlo.

             Para ser candidato a la Presidencia de la República, solo se requiere ser ciudadano, sin antecedentes penales y en pleno ejercicio de sus derechos.

             Hay personas que se hacen pasar como abogados, médicos, ingenieros, arquitectos, etc, sin serlo, solo para darse importancia dentro de una comunidad o en determinados círculos sociales, lo que tampoco es un delito. Lo sería si se pretendiera el ejercicio de esas profesiones sin tener los estudios y el reconocimiento oficial para ello.

             En un caso de esos, si no hay indebido ejercicio de una profesión y solo se presume de ser lo que no se es, la sanción sería simplemente, el ridículo, pues así como no pueden pasar desapercibidas 32 propiedades inmuebles de un personaje ampliamente conocido, no podría pasar desapercibido que alguien que se hace llamar licenciado, doctor o ingeniero sin serlo, se pusiera en evidencia tarde o temprano.

           Si continuamos por ese camino, el derrumbe de nuestro sistema político y “democrático” será más pronto de lo que imaginamos.

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