La violencia aumenta en la entidad

Jueves, 28 Julio 2016 17:22 Escrito por Gabriel Sánchez Andraca

Columna | P u l s o   P o l i t i c o
 
En la ciudad de Tehuacán, se ha conformado un organismo civil, la “Mesa de Seguridad y Justicia de Tehuacán”, de la que forman parte, empresarios, líderes sociales, periodistas y políticos de diversos partidos, cuyo objetivo es, frenar la inseguridad que ahora existe en el que es el segundo municipio del estado.

Están demandando a los gobiernos de la república, al del estado y al del municipio, que se tomen medidas para frenar la invasión de delincuentes procedentes del llamado “círculo rojo” (zona de Tecamachalco, Tlacotepec de Juárez, así como de los municipios veracruzanos de Orizaba y Córdova, porque de un tiempo para acá, han venido llegando a Tehuacán y han aumentado los crímenes, las extorsiones, los secuestros y los robos a mano armada a negocios y casas particulares.

Afirman que todavía es tiempo de que los ciudadanos organizados con el apoyo de los tres niveles de gobierno, puedan parar la ola de violencia, el clima de inseguridad que ya se vive en la también llamada “Ciudad de las Granadas”.

Otras ciudades del estado, ubicadas en distintas regiones, como el sur, el centro, la sierra norte y la zona oriental, empiezan a sentir el acoso de los delincuentes y han provocado nerviosismo entre los habitantes de esas regiones.

Como bien lo dijo el gobernador Rafael Moreno Valle el pasado 7 de junio, la vecindad de los estados de México, Veracruz, Guerrero y Morelos, influye bastante en el incremento de la delincuencia.

Las autoridades deberán intensificar sus trabajos de vigilancia, coordinarse mejor para combatir este problema, pero deberá haber también colaboración de los ciudadanos.

En el caso de Tehuacán, esto ya se está dando con la conformación de este organismo que está integrado exclusivamente por la población civil, pues aun cuando en él participan políticos de diversas corrientes, lo hacen a manera de parte de la ciudadanía y no como funcionarios públicos.

Los lugares que están siendo mayormente afectados por la delincuencia organizada y desorganizada, son San Martín Texmelucan, Huauchinango, Xicotepec de Juárez, Zacapoaxtla, Tepeaca, Tecamachalco, Amozoc, Acatlán de Osorio, Chiautla de Tapia, Izúcar de Matamoros y algunos más.

El problema es que los cuerpos de seguridad municipales, no son muy confiables, pues ni están bien preparados, ni están bien pagados.

Además, la gente tiene desconfianza de todos.

En Guerrero por ejemplo, donde hay un programa denominado “Guerrero Seguro”, sigue existiendo un elevado número de asesinatos, que por tres años consecutivos le han dado el primer lugar en ese renglón, entre todos los estados del país.

El problema es que la inmensa mayoría de los crímenes quedan impunes y solo se actúa con rapidez, en casos especiales, como la muerte de tres agentes de la policía federal en Chilapa, el pasado 25 de junio. Al día siguiente de ocurridos los hechos, los responsables fueron aprehendidos en una población cercana.

O como el caso de la señora que se hincó ante el secretario de Gobernación para pedir ayuda para encontrar a su hija secuestrada unos días antes: en 48 horas, la policía logró rescatarla y dos de los miembros de la banda de secuestradores que operaba en Hidalgo y Edo. De México, fueron aprehendidos.

Pero esos son casos aislados, que sirven solo para aumentar la desconfianza de los ciudadanos en los cuerpos de seguridad y en las autoridades en general.

Las legislaturas de los últimos trienios en Puebla, no han tenido en cuenta las sabias palabras de don Jesús Reyes Heroles, ex dirigente nacional del PRI, quien dijo que en política, la forma es fondo.

Los diputados locales de esta y de la anterior legislatura, se han olvidado de las formas y han acumulado un desprestigio que no tuvieron legislaturas de otros tiempos, aun cuando todas aprobaban lo que se les decía, desde arriba, que debían aprobar.

Pocos, muy pocos diputados realmente independientes ha tenido el Congreso local. Recordamos al licenciado Liborio Hernández Xochitiotzin, panista, que incluso presentaba iniciativas con las que su partido no estaba de acuerdo, como la que proponía, por inconstitucional, la desaparición de la Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material, algo que se logró años más tarde.

A dicha Junta, le tenían miedo panistas y priistas, pues era un organismo del sector privado que manejaba dinero público sin rendir cuentas a nadie, realizaba obra pública, la cobraba al precio que quería y estaba incluso, en algunas cosas, sobre la misma autoridad municipal; otros diputados de oposición que se mostraron en su actuar, independientes, fueron el también panista en ese entonces, Teodoro Ortega y los pepinosocialistas Jesús Antonio Carlos Hernández, Miguel Guerra Castillo y Rubén Gallardo Mejía, cuyas actuaciones hicieron que las sesiones del Congreso resultaran interesantes y creíbles.

Pero ahora, cuando hay una uniformidad escalofriante, en la que incluso los diputados de un partido votan contra presidentes municipales, de su propio partido, sin siquiera intentar una defensa, pues provocan lo que están provocando, enojo, desconfianza.

Los priistas en la campaña pasada criticaban la privatización del agua, que ellos alegremente aprobaron; criticaron la llamada “ley bala”, que no solo aprobaron, sino que al día siguiente de su aprobación, elogiaron.

Las formas son y seguirán siendo siempre importantes, pues mediante ellas podrá lograrse que la gente, el ciudadano común, crea que nuestro país es democrático o intenta serlo. De lo contrario ocurrirá lo que está ocurriendo, que los diputados sean tachados de vendidos, de traidores y de levanta-dedos.

Aunque ya casi tocaba los 90 años de edad, se veía bastante bien, caminaba con paso firme, vestía elegantemente y siempre era amable y cordial con sus amigos, entre ellos el que esto escribe.

Gabriel Guarneros, fue un miembro de la policía política de la Secretaría de Gobernación, perteneció a la CISEN y a la  Dirección Federal de Seguridad y estuvo asignado a Puebla.

Fue un elemento ejemplar de esas corporaciones, cuyo desempeño no ha sido superado hasta la fecha.

Mantenía buenas relaciones con diversos actores políticos incluso de oposición. Fue asignado para seguir la campaña del licenciado José González Torres, candidato presidencial del PAN contra Gustavo Díaz Ordaz del PRI y llegó a ser un gran amigo del aspirante panista, que fue dirigente nacional de su partido y un personaje de la derecha mexicana de gran prestigio pese a su ideología derechista.

Eran los tiempos en que los panistas solo tenían amigos entre sus correligionarios, pues desconfiaban de todos aquellos que no compartieran su ideología. Sigue habiendo panistas de esa especie, pero ya están en extinción.

Le tocó cubrir el problema universitario de Puebla, iniciado en 1961 y concluido en su primera etapa, en 1971; también fue eficaz informador del gobierno federal, del movimiento popular-estudiantil, contra el gobierno del general Antonio Nava Castillo.

Vivió pues, los movimientos políticos y sociales de Puebla, desde el centro de los acontecimientos. Fue amigo de gobernadores y de altos funcionarios del Estado y colaborador cercano de don Fernando Gutiérrez Barrios, legendario Secretario de Gobernación, en tiempos de Salinas de Gortari.

Pues bien, Gabriel Guarneros, falleció esta semana ya retirado de toda actividad, aun cuando regularmente desayunaba con amigos en restaurantes del centro histórico y daba algunos paseos con su perro por la 18 Sur, por el rumbo de San Manuel. Descanse en paz.

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