Jueves, 08 Marzo 2018 21:19

Se disputan Amozoc 6 partidos políticos

Columna | SIN LÍMITES

*Tiene una población de 130 mil habitantes; Alfredo Ramírez del PSI expone su diagnóstico

Amozoc de Mota, municipio limítrofe con Puebla Capital creció y se convirtió en un centro urbano donde conviven más de 130 mil habitantes. Por lo mismo, se ha convertido en una arena de lucha política por parte de seis partidos políticos pese a que algunos van en coalición a nivel estatal.

Como un mero dato curioso, la mayoría de actuales candidatos a la Presidencia Municipal primero fueron militantes del PRI.

Hasta ahora, Alfredo Ramírez Rodríguez va como candidato por el PSI, Vianey Guerrero por CCP, Raúl de Ita por el PAN, Mario de la Rosa por MORENA, Carlos Soriano por PVEM y PANAL y José Tejeda por el PRI.

Ramírez Rodríguez, presidente de la asociación civil “Amozoc Recuperemos Nuestras Raíces”, es el candidato a la alcaldía por el Partido Social de Integración. Es abogado con maestría, se ha dedicado a la producción de artesanía alfarera. La situación actual de Amozoc, la describe de este modo:

-Debe reforzarse el concepto de identidad de quienes habitan Amozoc, es una población con antiguas tradiciones, leyendas y cultura. Lamentablemente se ha perdido ese orgullo de ser amozoaqueño como dicen los antiguos o amozoquenses como dicen los jóvenes.
-Es un municipio que debe promoverse como destino turístico de importancia, dado su pasado y sus leyendas y las famosas espuelas. Tiene iglesias, artesanías, un convento franciscano de 400 años.
-Falta un museo de la artesanía, Amozoc no además de espuelas vende fustes y artículos de cuero para los caballos. No tienen un espacio digno. Hay una gran riqueza artesanal de alfarería e incluso se produce talavera en 30 talleres.
-El crecimiento urbano es desordenado, hay dos juntas auxiliares, San Salvador Chachapa, donde habitan 40 mil personas y la Ex Hacienda de Capulac, tiene dos inspectorías, San Mateo Mendizábal y Casablanca. Debemos exigir al Congreso que se les devuelvan sus funciones de Registro Civil a las juntas auxiliares.
-Hay problemas de tenencia de la tierra, el 70 por ciento de la población vive en zozobra. Puso como ejemplo Las Cruces, donde no hay colonias municipalizadas.
-Amozoc está dentro del Triángulo Rojo, debe haber políticas para reforzar la seguridad, incluyendo promoción del deporte para los jóvenes. El transporte público debe reorganizarse.
-El índice de drogadicción va en aumento, al igual que los suicidios, son necesarias políticas para combatir esas tendencias.
-No hay proyectos agrícolas, debe establecerse una política agropecuaria, asi como implementar proyectos productivos.
-Pese al crecimiento poblacional, solamente hay 46 mil personas con credencial de elector. Da la competencia que habrá entre seis candidatos, serán suficientes para ganar 8 mil votos.

Durante la reunión con un grupo de columnistas en Casa Reyna, el abogado Ramírez Rodríguez estuvo acompañado de dos dirigentes de la asociación civil, Luis Rosas y Roberto Camacho.

Todo mundo espera que las elecciones en ese municipio no terminen como el Rosario de Amozoc.

Por cierto hay dos versiones al respecto. La más creíble, pero menos conocida es la que escribió don Artemio del Valle Arizpe, originario de Saltillo, (1884-1961), escritor, abogado y diplomático.

En el cuento "El Rosario de Amozoc" relata la vida de un pueblo de orfebres que cada año organizaba una procesión donde competían los habitantes con los crucifijos que cada cual forjaba. Unos eran grandes y otros pequeños. El sacristán cobraba cuota fija a cada crucifijo y una dama que llevaba un diminuto protestó de que se le cobrara lo mismo que a quien lo llevaba enorme. De esa protesta surgió una batalla campal en la que cada cual, crucifijo empuñado como espada, causó muertos y heridos en uno de los zafarranchos más memorables de la Colonia. Fue en el año 1797.

Otra versión, la más común, es que el Virreinato, los artesanos se agrupaban en gremios que protegían sus intereses y les daban presencia social, además de costear las fiestas patronales. Un buen día, hubo desacuerdo entre el gremio de plateros de Amozoc y se dividieron en dos grupos. Autoridades civiles y eclesiásticas juntaron mucho tiempo después a ambos grupos para celebrar la fiesta religiosa.

Hay versiones de que a una mujer la decían “La Culata” y otras dicen que era un hombre fueron que le apodaban “El Culata”. Eran forajidos. Durante el canto de la letanía que sigue al rosario, cuando el coro cantó “Mater Immaculata” en latín, algunos creyeron oír “Maten a la Culata” o “Maten al Culata”. Entonces, durante la huida de la pareja y sus corifeos, ambos bandos se lanzaron a la refriega empuñando crucifijos, cuchillos, puñales y machetes, armándose tal lío donde hubo muertos, heridos y golpeados.

Desde entonces, cada vez que una fiesta o reunión termina de ese modo, se dice que acabó como “El Rosario de Amozoc.

En fin, como escribió Adolfo León Ossorio (México) en su poema Las Espuelas:

Van sonando, van sonando,
las espuelas de Amozoc
igual que suena tu nombre
dentro de mi corazón…

Llevan adornos de plata,
remedan una canción,
que va alentando al caballo
en su carrera veloz.

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Publicado en COLUMNAS

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