A Salvador y Luisa; matrimonio  chiuteco ejemplar

El holocausto que padeció el pueblo judío perpetrado por los alemanes, dirigidos por Hitler durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) es un lamentable episodio que desgraciadamente cobro la vida de miles de seres humanos; fueron perseguidos por el solo hecho de ser judíos. La película “ La lista de Schindler” nos narra la experiencia de un grupo de judíos que salvan la vida al ser reclutados por el empresario Oscar Schindler; someterlos a exhaustas jornadas de trabajo en su fábrica a condición de no permanecer en los campos de concentración que se convirtieron en la antesala de la muerte. La película citada contó con publicidad que la hizo famosa para la gente afecta al cine.

Precisamente cuando se habla de la tragedia anterior, inmediatamente se viene a la memoria la película, y sin embargo el nombre de Gilberto Bosques poco se le relaciona .y sí se le relaciona su acción de salvar vidas de los perseguidos por Francisco Franco en el caso de los españoles republicanos, parece que hablamos  de acciones de la misma dimensión. Lo que debe quedar claro que salvar la vida de un ser humano en acciones bélicas o perseguido por sus ideas para liquidarlo, dicho acto es una acción humana que no tiene precio. Pero por lo que respecta al profesor Gilberto Bosques Saldivar su hija Laura Bosques Manjarrez ha sido clara, al responder que su papá, salvar vidas las realizó cumpliendo  tareas de Estado, es decir, la embajada de México en Francia, donde se  entregaron miles de visas – salvar vidas – lo realizaron en nombre de México al que representaban. Esta acción humanitaria  le valió a nuestro país que, en aquellos momentos le fuera reconocida esta acción humanitaria por varios países.

Pero por qué Bosques aceptó permanecer en la embajada al desatarse la guerra mundial. Por qué permanecer ante el peligro cuando recién había tomado posecio9n de Cónsul General en Francia -1°de enero de 1939-, cuando la encomienda del presidente Lázaro Cárdenas fue de dar apoyo a los perseguidos republicanos españoles, con los que México simpatizaba. Sin embargo Bosques acepto quedarse al frente de la Embajada, acompañado siempre de su esposa María Luisa y sus tres hijos, Laura, Teresa y Gilberto, para cumplir la tarea encomendada.

La postura por la que optó éste chiauteco – Chiautla de Tapia. 1892- ciudad de México 1995- desde mi humilde opinión tiene que ver con sus primeros años en su tierra natal. El niño Gilberto Bosques Saldivar, próximo a cumplir 11 años, es testigo de los acontecimientos del día 3 de mayo de 1903, del asalto al cuartel de policía llevado a cabo por Jesús Morales Ríos y Amado Sanchez, principales dirigentes de esta acción cuyo artífice fue don Abrahán Ramírez. Gilberto Bosques desde niño fue asiduo a la lectura, guiado  siempre por su mamá doña María de la Paz Saldivar Quiroz. Al crecer y ya radicando en la ciudad de Puebla debió haber acrecentado sus conocimientos y entender la realidad que estaba viviendo el país ya próximo a vivir una guerra civil. En su mente quedaba claro que el descontento que existía de la gente con el gobierno del dictador Porfirio Díaz ya lo había experimentado en Chiautla de Tapia y que dicho descontento crecía cada vez más. Supo desde un principio que un movimiento social no sólo se participa con armas, él sabía que involucrarse era necesario tener contacto con el pueblo; lograr concientizarlo y lograr su adhesión. Con tal oposición se buscaba impedir que el presidente   Porfirio Díaz continuara en el poder.

El joven Bosques ya convertido en revolucionario adherido a los Hermanos Serdán en la ciudad de Puebla asume el rol de informar, de preparar a sectores de la población para el momento del cambio, y su mejor arma que lo acompaña durante toda su vida no fue el fusil, fue el ideario de la defensa de lo más sagrado del ser humano, el derecho a la libertad aún a costa de la vida. Nunca olvido el grito de los insurgentes del 3 de mayo de 1903: ¡¡ Viva Chiautla!! ¡¡ Libertad!!. Salud.   
 
*Miembro fundador de Alianza Ciudadana Mixteca de Chiautla de Tapia, A.C.