Columna | P U L S O    P O L I T I C O

              Por su número, por el comportamiento de los jóvenes y por el trato que recibieron de las autoridades estatales, la de ayer fue una manifestación estudiantil que pasará a la historia de Puebla y que puede ser el inicio de una nueva etapa en la historia de la entidad.

              Más de cincuenta mil estudiantes de treinta universidades oficiales y privadas, salieron a las calles en forma ordenada a protestar por la inseguridad que se vive en la entidad y en el país y por el cobarde homicidio ocurrido la semana pasada en Huejotzingo, de tres estudiantes, un mexicano y dos colombianos y del chofer del taxi ejecutivo en que viajaban.

               Los jóvenes muertos, estudiaban medicina en la BUAP y en la UPAEP, que se suponía, que por su origen, serían instituciones enemigas o rivales y que en estos días han dado un ejemplo de cooperación, de unidad de civilización.

               A esas dos instituciones de educación superior, se unieron otras. Tanto oficiales como particulares, de Puebla y de otras entidades del país.

               Salieron de diferentes rumbos de la ciudad y se concentraron en casa Aguayo, sede del Poder Ejecutivo del Estado. Varios oradores hicieron uso de la palabra, para expresar el motivo de su manifestación, para protestar por los asesinatos y por el clima de inseguridad que se vive en el país y en el estado. El gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, salió de sus oficinas para atenderlos.

               Las puertas del palacio de gobierno, más conocido como Casa Aguayo, permanecieron abiertas en todo momento. Había policías estatales que parecían estar solo para prevenir cualquier problema. Nadie se metió con ellos, ni los policías se vieron agresivos.

              El gobernador felicitó a los manifestantes por su comportamiento y les ofreció que se les brindará a todos la seguridad que requieren, como se le brindará a todos los ciudadanos poblanos.

               “Estamos trabajando en el tema de la inseguridad y la violencia y esperamos pronto empezar a tener buenos resultados. Quiero que comprendan, que estamos desmontando un régimen corrupto, que nos dejó muchos problemas, principalmente el de la inseguridad, pero vamos bien y pronto empezarán a verse los resultados de nuestro trabajo”, señaló.

                En los años sesenta. Concretamente en el 1961, se inició en Puebla una pugna estudiantil dentro de la única universidad que entonces existía aquí, la Universidad Autónoma de Puebla.

                Maestros y estudiantes liberales y conservadores se enfrentaron dentro de la UAP por el control de los órganos de gobierno que acaparaban los conservadores y que se decía, recibían órdenes del arzobispado entonces en manos de un arzobispo “guerrero de la fé”, don Octaviano Márquez y Toríz, que era apoyado por los organismos empresariales entonces existentes.

               Las movilizaciones de unos y otros por las calles de Puebla, fueron constantes y nunca llegaron a ser de la importancia que la manifestación de ayer tuvo.

              La máxima autoridad eclesiástica, convocó a una concentración de católicos en el atrio de la catedral, para protestar contra los “comunistas”, así se llamaba a los universitarios liberales y con el apoyo de las párrocos de toda la entidad, lograron que esa concentración fuera de unas cien mil personas que llenaron a reventar el atrio de la Catedral, coparon toda la plaza de la Constitución y calles adyacentes y después del discurso incendiario del arzobispo, alguien ordenó el repique de las campanas y hubo acelerados que pretendían tomar el edificio carolina, ocupado por los liberales y rodeado por elementos del Ejército. Muchas personas sensatas lograron impedir que se cometiera una imprudencia, pero aun así, hubo un muerto por algún accidente ocurrido dentro del atrio.

              Las marchas y manifestaciones de ambos bandos, no fueron de más de cinco mil asistentes.

              Lo de ayer, rebasó con mucho, todo lo entonces visto, menos la concentración de que hablamos, pero que fue posible por la movilización de las parroquias de todo el estado.

               Diputados federales priístas poblanos, intervinieron en la sesión haciendo propuestas: Luis Eleusis Córdova Morán, de Antorcha y Lucero Saldaña. Es raro que los priístas poblanos hagan propuestas en el Congreso desde que su partido se derrumbó en las pasadas elecciones.

               El profesor Eleusis, propuso reformas a fracciones del artículo 123, para proteger a los jubilados de la tercera edad, que pese a recibir pensiones de 5 mil 128 pesos, las mujeres y 6 mil 600 los hombres, muchas veces, muchas veces, cuando tienen deudas con algunas instituciones de crédito, les retienen su salario o les hacen descuentos que les impiden tener una vida digna.

            La propuesta fue para que las pensiones de trabajadores de edad avanzada, sean inembargables y no se les hagan retenciones, descuentos o deducciones, algo que parece justo.

            Por su parte la diputada Lucero Saldaña, demandó enérgicamente que el gobierno federal atienda las necesidades de más de 20 millones de niños “y niñas” que viven en pobreza extrema y que carecen incluso de una alimentación adecuada para su edad.

            Se sabía que el número de pobres extremos era en total de 50 millones en el país, pero la diputada Saldaña dijo en su intervención, que los 20 millones de pobres para los que demanda atención, son solo los niños y las niñas. Entonces ¿los pobres extremos de este país, dejados como efecto colateral del sistema neoliberal impuesto por los gobiernos priístas y seguido por los dos gobiernos panistas que hemos tenido, superan en mucho los 50 millones que se creían? Es casi seguro que sí.

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