Domingo, 02 Octubre 2022 19:19

2 de Octubre, no se olvida

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

        Aunque usted no lo crea, ayer se cumplieron 54 años de la matanza del dos de Octubre en Tlatelolco de la ciudad de México.

        La constante mención del hecho ocurrido durante el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y los actos conmemorativos que se realizan cada año en varias partes del país, hace sentir que el tiempo no ha pasado, sin embargo ya tiene más de medio siglo lo ocurrido en esa trágica noche.

         Para algunos ex compañeros universitarios de aquí de Puebla, el hecho tiene explicación: El país estaba bajo el dominio priista que gobernaba desde una triste junta auxiliar, hasta la presidencia de la república, pasando por los gobiernos de los 31 estados y el Distrito Federal.

        Estaba al frente del Poder Ejecutivo, el poblano Gustavo Díaz Ordaz, formado profesional y políticamente, cuando Puebla era gobernada por el autoritario y arbitrario general Maximino Avila Camacho. Ese gobierno local marcó toda una época en la entidad, que no terminó con la muerte del dictador poblano.

          Los funcionarios de esta etapa de la historia del Estado, fueron seguidores de ese estilo autoritario  de gobernar de su jefe y si uno de ellos llegó a la Presidencia de la República, era lógico que ante una rebelión, sin causa, porque el motivo fue baladí, un pleito entre estudiantes de preparatoria de una institución oficial y otra privada, derivó en ese movimiento de rebeldía juvenil, alentado por políticos que ya se preparaban para suceder al gobierno diazordazista y trataban de impedir que fuera el presidente quien designara a su sucesor.

           NO SE TRATA DE JUSTIFICAR LOS HECHOS, SINO de dar una explicación objetiva de lo ocurrido.

            El problema surgido a consecuencia de la represión policiaca que actuó disolver a los grupos estudiantiles que peleaban, era visto como normal en esa época por las autoridades federales, que no tenían ni idea de los “derechos humanos”, que surgirían después y como consecuencia de los sistemas represivos que se utilizaban en todo el mundo.

        En nuestro país ya se percibía el descontento contra esa forma de gobernar. Había represiones por todas partes: diez años antes, se rebelaron los maestros de la Sección 9 del SNTE en el Distrito Federal capitaneados por el maestro Othón Salazar y los ferrocarrileros se declararon en huelga movidos por su líder Valentín Campa. Llegaron a paralizar la ciudad de México, entonces de entre 3 y 4 millones de habitantes y el gobierno de Adolfo López Mateos, “se vio obligado” a reprimirlos, tomándose medidas drásticas contra sus líderes que fueron enviados a la cárcel y despedidos de su trabajo.

            El caso del 68 fue diferente, porque hubo violencia en vez de diálogo y el saldo de muertos fue bastante elevado. Además ese hecho fue aprovechado políticamente para desprestigiar a Díaz Ordaz a nivel internacional, pues estaban en puerta los Juegos Olímpicos que tendrían como sede a México.

            VIVIMOS OTRA EPOCA Y DEBEMOS ESTAR siempre alertas para que hechos como los de hace 54 años no vuelvan a ocurrir y para que los políticos en el poder, no abusen de ese poder, para exigir que quienes lleguen a ocupar puestos públicos, sean personas sensibles política y socialmente y que no se sigan sintiendo dueños de México.

            Mundialmente ya se tienen en cuenta los derechos humanos, pero todavía hay gobiernos o políticos aspirantes a gobernar, que no han entendido que su misión, si consiguen colocarse en puestos públicos, es servir y no servirse. Los pueblos latinoamericanos fuimos sometidos al dominio español durante 300 años y su herencia autoritaria, discriminatoria, racista, inhumana, todavía persiste. Tardaremos un poco más en acabarla, pero terminará.

             BLANCA ALCALA, LA EX PRESIDENTA MUNICIPAL de Puebla, que ha sido diputada federal, senadora, embajadora y más, rindió ayer su informe como legisladora del Partido Revolucionario Institucional.

         Posiblemente busque ser candidata de su partido para la gubernatura o repetir en la presidencia municipal de Puebla, está en todo su derecho y además, cuenta con méritos para eso.

         Si bien el PRI vive los peores momentos de su historia, es bueno que los viejos y destacados priistas de tiempo atrás, salgan a defender los postulados de su partido, que se han estado perdiendo, y que no se escondan, como parecen hacerlo muchos que fueron figuras y ahora ni sobra son.         
          
         

Publicado en COLUMNAS
Miércoles, 02 Octubre 2019 21:36

Puebla y el 2 de octubre

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

             Aparentemente en Puebla el 2 de octubre sí se olvida, pues no se vieron grandes manifestaciones de estudiantes o cosa por el estilo. Lo que pasa es que el movimiento estudiantil del 2 de octubre de 1968, fue casi exclusivo del Distrito Federal. Se inició con un enfrentamiento entre los alumnos de dos escuelas y por haber sido mal manejado, se fue complicando hasta volverse un escándalo internacional.

             Los estudiantes poblanos ya habían iniciado su propia revolución en 1961 y concluyó diez años después, con la toma de posesión de la rectoría del químico Sergio Flores.

             Los problemas continuaron y la pacificación, el restablecimiento de la paz política del estado, se logró con el gobierno del doctor Alfredo Toxqui, que tuvo como lema de campaña “Cancelemos odios y rencores” y trabajó en ello muy empeñosamente hasta lograrlo.

              Que se sepa, ningún estado de la república se vio involucrado en el asunto que originó la matanza de Tlatelolco  en el 68.

               La hoy ciudad de México en cambio tuvo movilizaciones masivas de estudiantes de instituciones de educación superior: UNAM, Instituto Politécnico Nacional, Escuela Nacional de Maestros, Escuela Normal Superior de México y otras.

              La clase política nacional priísta se dividió y de ahí el agravamiento de las cosas: Carlos Madrazo, ex dirigente nacional del PRI, Humberto Romero Pérez, ex secretario particular del Presidente López Mateos; Donato Miranda Fonseca, ex secretario de la Presidencia y otros políticos importantes, fueron acusados de estar atrás del movimiento que hoy se recuerda por los hechos de Tlatelolco, hace ya 5 años.

                Lo del dos de octubre de hace más de medio siglo, fue un gravísimo error que le costó al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz un enorme desprestigio nacional e internacional, que todavía persiste.

                En Puebla hubo simpatizantes sobre todo en la UAP y en la Normal del Estado, así como entre grupos liberales obreros y magisteriales, pero su participación fue moderada. No hubo ninguna manifestación masiva del estudiantado poblano, pues ya tenía suficiente con su propia lucha que todavía no terminaba del todo.

                 El conflicto de Puebla para rescatar a la UAP de las manos de la derecha que era la que la manejaba a través de un organismo denominado “Consejo de Honor” tuvo duración de una década.

                 A ese movimiento denominado de “Reforma Universitaria” se opusieron los organismos y cámaras empresariales, agrupaciones religiosas, el Partido Acción Nacional, todos encabezados por el arzobispo de entonces Octaviano Márquez y Toriz.

                El doctor Toxqui dialogó con todos los grupos en conflicto, negoció con todos y finalmente se logró la paz y un cambio enorme no solo en la ahora BUAP, sino en la sociedad poblana que se volvió más tolerante, menos prejuiciosa, más abierta.

                 José, “Pepe” Tomhé, dejó de laborar con el senador Alejandro Armenta, por razones personales, pero en muy buenos términos. Mantienen la amistad que siempre han tenido y mantienen una relación en el plano familiar.

                 Ayer platicamos con Pepe y nos expresó la necesidad que tenía de permanecer en Puebla al lado de su familia y las complicaciones que significaban vivir en la ciudad de México y tener poco tiempo para dedicarlos a su esposa y a sus hijos.

                 Dijo que en el trabajo al lado del senador poblano, aprendió mucho y que ahora se dedicará a actividades personales, sin descuidar la actividad política en la que piensa seguir trabajando.

                 El viernes el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, estará de gira en Puebla. En la ciudad militar de esta capital, llevará a cabo a las 6 horas, la reunión sobre Seguridad, con los titulares de la Defensa, de la Marina y de Seguridad, así como con el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.

                Luego de esa reunión, dará, en las mismas instalaciones militares, su conferencia de prensa mañanera, para después visitar los municipios de Ixtrepec y Zacapoaxtla, en la sierra norte y mañana hacer un recorrido por los municipios de Chiautla de Tapia y Tepexi de Rodríguez, en el sur de la entidad.

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