Lunes, 03 Enero 2022 04:11

“2022 Los aumentos que vienen”

El petróleo es un insumo estratégico para la seguridad nacional. Basta recordar que, en 1942, México tuvo que entrar a la Segunda Guerra Mundial después de que el submarino alemán U-564 hundió el buque petrolero Potrero del Llano, que se dirigía a Nueva York para abastecer de crudo a Estados Unidos.

Como el emblemático buque, Petróleos Mexicanos (PEMEX) enfrenta hoy el gran reto delineado por el actual gobierno de ampliar su capacidad de refinación de crudo para reducir la dependencia de las importaciones de gasolinas e incidir en la alta volatilidad de sus precios en el mercado nacional.

Las seis refinerías de Pemex –que operaron en 2018 a una capacidad promedio de 40%– alcanzaron en dicho año su más bajo nivel de producción de crudo en 25 años, con alrededor de 650 mil barriles diarios. El sistema generó en promedio 220 mil barriles de gasolinas al día, 31% menos que el mismo periodo en 2017.

En 2021, México tiene ahora ocho refinerías y quiere producir más combustible. Con la adquisición por parte de Petróleos Mexicanos de la refinería Deer Park de Shell ubicada en Houston, Texas, la petrolera mexicana podrá alcanzar una producción de 1 millón 362,000 barriles diarios para abastecer el total de la demanda mexicana de gasolinas, diésel, turbosina y otros petrolíferos.

Definitivamente, la compra de la refinería de Deer Park, en Houston, Texas, fue un movimiento que nadie vio venir, pero necesario a la luz de los hechos, pues desde 1993 Pemex había mantenido una posición de socio silencioso en un negocio que por 28 años estuvo en las sombras. Como quiera que sea, PEMEX ha tomado el control entero de la refinería en el momento donde el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador persigue a toda costa la autosuficiencia energética. Recordemos que en las refinerías no solo se producen combustibles, sino también insumos importantes para la industria química con sinfín de aplicativos.

Como quiera que sea el negocio de la refinación, continuará todavía por muchos años, pues de acuerdo con los pronósticos, el pico en la demanda de combustibles en Latinoamérica comenzará a descender hasta después de 2050, mientras que en países desarrollados se dará antes, en 2035.

¿Ahora, por qué está cara la gasolina? La gasolina está cara porque el petróleo subió rápidamente de precio. Lo anterior ocurrió cuando los conductores de todos los países regresaron a la calle después de los confinamientos pandémicos que vaciaron las calles. Al salir, los conductores pisaron el acelerador y demandaron derivados del crudo apresuradamente, por lo cual, los vendedores aumentaron tarifas en la bomba a niveles no vistos desde 2012 en Estados Unidos y nunca antes, en México. Es oferta y demanda. Hoy, más de la mitad del tanque nacional se llena con gasolina importada, particularmente de Estados Unidos. Allá la cosa no pinta bien para los consumidores.

¿Cuál es la moraleja? Necesitamos más que nunca la autosuficiencia energética, es un tema de seguridad nacional. No por nada USA cuenta con más de 100 refinerías, he ahí el verdadero negocio para nuestro país.

Publicado en COLUMNAS

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