Columna | SIN LÍMITES

*Complementos para erradicar inseguridad, además de dar continuidad a estrategias: experto

Crispín Alberto Aguilar Ledesma, policía durante muchos años, presentó su libro "Seguridad Pública, para una Sociedad en Riesgo", en el Complejo Cultural Universitario de la BUAP donde propone soluciones para terminar con el problema de la inseguridad.

La presentación estuvo a cargo del ex Delegado de la Procuraduría General de la República (PGR), ex Jefe de la Policía Judicial del Estado y ex Subsecretario de Seguridad Pública, Adolfo Karam. Estas son las propuestas:

-En las corporaciones policiacas deben adoctrinar a sus alumnos antes de capacitarlos, tener servicio civil de carrera y especializarlos en niveles municipal, estatal y federal.

-Deben adoctrinar, cuya definición es inculcar a alguien determinadas ideas o creencias, a las fuerzas policiales municipales, estatales y federales.

-Las estrategias del combate a la inseguridad deben tener continuidad. Adoctrinamiento, especialización policial y continuidad de estrategias ayudarán a erradicar el problema de violencia y delincuencia, que ha crecido en los últimos tres sexenios.

-El adoctrinamiento que se le debe dar a la policía municipal incluye el cambio de “chip” de  mentalidad, debe servir a la sociedad, donde nace, donde vive.

-Marinos y militares no se llevan, menos los jefes civiles y policías. El ejército está preparado para la guerra, el policía municipal para el orden, la policía estatal para la seguridad pública y atender los delitos, la policía federal es el último recurso.

-El militar cumple órdenes y el policía utiliza su criterio, esta es la diferencia principal.

Crispín Alberto Aguilar Ledesma es policía de carrera; en 1977 egresó de la antigua Policía Federal de Caminos. Fue Inspector General de esa corporación. En la Policía Federal fue director de operaciones del distrito uno, que abarcaba estados conurbados en la CDMX. Fue director de Puertos y Fronteras en el Aeropuerto Internacional de CDMX.

Otras sugerencias e ideas en su libro son:

-Las fuerzas de seguridad de todos los niveles deben tener claridad sobre su nivel de competencia, es decir, delimitar su función y en ese orden ser capacitados y dotados de las herramientas necesarias para atender la demanda social de la inseguridad.
-El l libro es para la sociedad civil, para que nos demos cuenta qué tipo de policía necesitamos en qué orden lo necesitamos y a qué rubros obedece cada policía porque estamos confundidos y todo lo metemos en el rubro de la seguridad nacional. 

El libro fue comentado por el exdelegado de la Procuraduría General de la República, Adolfo Karam Beltrán, quien refirió que la obra hace propuestas para que tanto los gobiernos como la sociedad se involucren y así, en conjunto, se realicen acciones que permitan erradicar los delitos.

Ambos coincidieron que el Mando Mixto de Seguridad que propone Andrés Manuel López Obrador, debe ser una estrategia profunda, que vaya acompañada de capacitación a las fuerzas del orden, equipamiento y combate a la corrupción, un programa que no sólo sea un cambio de nombre a las corporaciones de seguridad y cambios de uniforme.

Los especialistas coincidieron en la urgencia de capacitar a las fuerzas policiales municipales, ya que al ser la primera institución a la que recurren los ciudadanos en el caso de alguna emergencia, deben saber cómo actuar. Los alcaldes deben llevar a cabo un adecuado proceso de reclutamiento y a su vez capacitarlos para que estén a la altura de la atención que merecen los ciudadanos.

Adolfo Karam Beltrán refirió que tanto los gobiernos municipales como el gobierno del estado deben mantener comunicación constante y no politizar el asunto de la seguridad, pues al final los ciudadanos reclaman atención en este tema, sin importar de qué partido político vengan las autoridades.

Ojalá las nuevas autoridades municipales del estado, tomen en cuenta la opinión de los expertos y no reinventen sus municipios como sucede cada tres años.

En fin, como escribió Ramón de Campoamor (España, 1817-1901) en su poema El Ladrón y el Sargento:

De los reyes con perdón,
oculto en cuanto robaba,
en un árbol se sentaba,
como en un trono, un ladrón.
Cogió un sargento al bribón
y al árbol le ahorcó en su encono.
Sepa algún rey en su abono
que a veces Dios, y no es falso,
ya hace un trono de un cadalso,
ya hace un cadalso de un trono.

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