Miércoles, 07 Diciembre 2016 22:09

“Los CENDI, aún se pueden salvar!”

Los Centros de Desarrollo Infantil originalmente llamados guarderías, tenían como objetivo cuidar y proteger a los hijos de las madres trabajadoras durante su jornada laboral, como instituciones que proporcionan básicamente educación y asistencia al niño que tiene todo el derecho de recibir atención y estimulación dentro de un marco afectivo que le permita desarrollar al máximo sus potencialidades para vivir en condiciones de libertad y dignidad.

La idea de estos Centros de Desarrollo Infantil, nació en el sexenio priista de Carlos Salinas de Gortari y en la actualidad es impulsada por el dirigente nacional del PT, Alberto Anaya Gutiérrez, quien estuvo presente durante las inauguraciones de los Cendi de Puebla.

Dichas instituciones cumplen entre otras con la labor educativa encaminada a promover el desarrollo de las capacidades físicas, afectivo-sociales y cognoscitivas del niño, dentro de un ambiente de relaciones humanas que le permita adquirir autonomía y confianza en sí mismo para integrarse a la sociedad.

Y dentro de éstas propiciar la interacción entre el CENDI, el núcleo familiar y la comunidad a través de acciones sociales programadas que coadyuven al desarrollo integral del niño.

Aunado a la función social que cumple este servicio, la cual es efectuar investigaciones y estudios socioeconómicos para conocer las condiciones de vida del niño y su familia, pudiendo detectar de esta forma situaciones que puedan afectar su óptimo desarrollo.

La información obtenida a través de estos estudios retroalimenta en forma importante a los demás técnicos, aportándoles datos que complementen la comprensión del contexto general de la situación del niño, que les permita efectuar acciones propias de su área en beneficio de éste.

En base a lo anterior, el ejecutivo del estado comprendió la importancia de dichos centros como instrumentos significativos para combatir y prevenir el desarrollo de factores exógenos que provean de posibles causas para alimentar de individuos a la delincuencia.

Por ello, la actual administración gubernamental destinó 94.2 millones de pesos para dos inmuebles en Puebla capital, y cuatro más en Tehuacán, San Martín Texmelucan, Xoxtla y Cuautlancingo.

Sin embargo, la situación actual de estos centros, indica que se encuentran en riesgo de desaparecer, en razón de, los adeudos y la carencia de recursos con la que operan, ya que adeudan salarios a docentes, acusan falta de infraestructura y de clave ante la Secretaría de Educación Pública, así como un manejo discrecional  de recursos para mantenimiento, administración que corre a cargo del Partido del Trabajo (PT), que debería transparentar la forma en que se han dado uso a los mismos y presentar un Plan emergente para evitar desparezcan.

Situación lamentable para la realidad social imperante en nuestro estado, por lo que a dos meses de tomar protesta, el gobernador electo Antonio Gali sería importante que como una de sus primeras acciones de gobierno, tome medias  para que no desaparezca esta verdadera alternativa de solución, con el apoyo del personal humano de las Universidades poblanas para reactivar la organización y administración de estos Centros de Desarrollo Infantil.

Ya que desarrollar en los menores sus potenciales biopsicosociales, que les permita elevar sus capacidades para garantizarles ser mejores ciudadanos, más sanos y productivos, es una tarea que a los padres de familia ausentes por trabajo o por cualquier otra causalidad agradecen y que el estado en esa función paternalista había atinado a proveer.

Publicado en COLUMNAS

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