Columna | P U L S O    P O L I T I C O

             Con motivo de los cien días de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, realizamos breves entrevistas con diez personas escogidas al azar. Algunos fueron conocidos míos, pero los más, fueron escogidos al azar y los resultados fueron: Siete aprobaron la gestión y tres no.

             Quienes aprueban tuvieron coincidencias: Cien días son muy pocos para evaluar el resultado de una gestión gubernamental. Los problemas del país son tan graves y diversos que es humanamente imposible resolverlos en tres meses. Algunos requerirán de años de trabajo intenso y permanente, como el de la seguridad y hay otros, de los que ni siquiera se mencionan.

             El combate al huachicol, ha sido lo mejor visto por la ciudadanía. No porque se haya abatido, sino porque se puso al descubierto que funcionarios de PEMEX eran los principales huachicoleros y que se llevaban anualmente miles de millones de dólares.

             Hubo aprobación de los siete partidarios del Peje, del operativo de Santa Rosa de Lima, Guanajuato. Consideran que así debe combatirse al crimen organizado que se ha adueñado de pueblos y regiones enteras en Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Chihuahua y otras entidades donde la presencia de la autoridad, ha brillado por su ausencia.

           Tanto la corrupción, como la inseguridad y la delincuencia, el rescate de PEMEX y de la Comisión Federal de Electricidad, la reactivación del campo para lograr nuestra independencia alimentaria, el combate a la pobreza extrema y el combate a la desigualdad, no van a desaparecer por arte de magia, sino que debe buscarse reducirlas a límites tolerables.

           Lo principal, según nuestro opinantes, es que se termina con el modelo neoliberal que nos fue impuesto de fuera, por Estados Unidos y que nos hizo dar pasos atrás con los gobiernos  que siguieron a Salinas de Gortari que fue el gran impulsor de ese sistema. Gobiernos priístas y panistas, se fueron por el mismo rumbo con lo que contribuyeron a hundir más al país hasta llevarlo a la situación en que actualmente se encuentra.

           Para los tres que opinaron en contra: dos dijeron que vamos por el mismo camino que Venezuela. El tercero dijo que no es para tanto, pero que sí vamos a padecer problemas económicos y sociales como el incremento de la inseguridad por el crecimiento de la delincuencia; que la corrupción va a seguir, porque es un sistema que siempre, desde que éramos colonia española, ha existido.

              Los tres coincidieron en que vamos a dar o ya estamos dando pasos atrás: Desde que López Obrador llegó al poder, se ha incrementado la criminalidad; diputados, senadores y muchos presidentes municipales, son inexpertos y están cometiendo muchos errores. Uno mencionó el caso de Puebla: los diputados locales peleándose; presidentes municipales sin poder afrontar los problemas más sencillos porque no saben cómo hacerlo y pelándose por la candidatura para la gubernatura.

            Todos opinaron que la elección extraordinaria para elegir gobernador, la va a ganar el candidato de Morena, pero que los partidos opositores, principalmente al PRI, podrían avanzar un poco, pues quedaron muy noqueados en las elecciones de julio pasado.

             Ese fue el resultado de una sencilla muestra que sin ser expertos en encuestas y nada que se le parezca, nos atrevimos a realizar, no siguiendo ningún sistema de los que presumen las empresas especializadas, porque ni los conocemos. Diez ciudadanos: ocho hombres y dos mujeres, escogidos al hacer como hemos señalado, dieron su opinión, respondiendo a las preguntas que les hicimos y nada más.

        Y ya que estamos en esto, le informamos que el candidato del PRI a la gubernatura, ingeniero Alberto Jiménez Merino, inició trabajos eminentemente partidistas, reuniéndose con viejos amigos y conocidos militantes del partido tricolor y conformando su equipo de campaña.

          Sabe de las dificultades que va a enfrentar en esta elección, pero su interés es lograr la unificación de los priístas, primero y reorganizarse para presentar un frente fuerte en la elección extraordinaria de Puebla, después de estar ocho años fuera del poder.

           En el PAN, continúan dividiéndose, más de lo que ya estaban, como consecuencia de la designación de su candidato a la gubernatura.

           Lo que ha molestado a los panistas, fue la forma en la que su dirigencia nacional, sin tomarlos en cuenta para nada, designó al ex rector de la UDLAP, como su candidato, despreciando a los militantes, que por años han trabajado por sus ideales, incluso en tiempos del gobernador Rafael Moreno Valle, que formó su grupo dentro del mismo PAN, ya en extinción, haciéndolos a un lado durante su gobierno, si no se sometían a su voluntad.

           En el PRD, (¿todavía existe?) parece que ya no tienen fuerzas, los que todavía quedan en ese partido, ni para protestar por la insistencia de sus dirigentes, de hacerse aliados del PAN, motivo por el que el PRD empezó a desintegrarse. Parece que llegaron a la etapa de la resignación.

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