Columna | P U L S O   P O L I T I C O

          El diputado local electo, Rafael Micalco, aspira a dirigir nuevamente al Partido Acción Nacional en la entidad poblana.

          Ya fue dirigente hace algunos años y tuvo que abandonar la entidad durante el gobierno panista de Rafael Moreno Valle Rosas, como también lo hizo el ex senador Humberto Aguilar Coronado y todos los que fueron militantes activos del PAN, incluso Ana Teresa Aranda y Francisco Frayle, pues representaban a la corriente panista que el entonces gobernador, no quería ver aquí.

         Dentro del PAN, se formó una corriente interna llamada Morenovallista, que fue la que acaparó puestos en el gobierno y en el partido, formalmente panistas.

       Considera don Rafael, que el futuro dirigente del PAN en Puebla, debe ser designado en elecciones libres y democráticas y que el voto que los panistas emitan, debe ser directo y secreto, algo que nunca se ha acostumbrado en ese parido.

      Expresó que los aspirantes deben tener experiencia política, conocimiento del partido y de su mística, algo difícil de lograr en una organización partidista que en los años del neoliberalismo, se llenó de oportunistas que no conocen ni el nombre de su fundador Manuel Gómez Morín. Los morenovallistas afiliados en Puebla, en su mayor parte eran priístas, que nunca tuvieron conocimiento de lo que fue Acción Nacional en sus inicios.

        Después de la nacionalización de la banca por el gobierno priísta de José López Portillo, el PAN pasó a ser propiedad de organizaciones empresariales como la Coparmex, que presidió nacionalmente “Maquío” el candidato a la Presidencia de la República del nuevo PAN, que originó una ruptura en sus cúpulas nacionales y locales. Muchas figuras de Acción Nacional abandonaron sus filas, entre ellos don Luis Calderón Vega, padre del que más tarde fue candidato y segundo presidente panista de la república, Felipe Calderón, responsable de la inseguridad y de la violencia que todavía vivimos y de la que los dirigentes de ese partido tanto se quejan.

         Se olvidan que está preso en Estados Unidos, nada menos que García Luna, que fue secretario de Seguridad Nacional en los tiempos de Calderón y era cómplice de uno de los cárteles de la delincuencia organizada más poderosos y agresivos de México.

        Bueno, don Rafael Micalco, tiene amplia experiencia política; tiene ya mucho tiempo de residir en Puebla, tiene mística y conocimiento del PAN, sería un buen candidato.

       Formailizará su aspiración cuando salga la convocatoria para la elección de su nueva dirigencia local, según informó.

       Mientras tanto ya ha recorrido 60 municipios para dialogar con los militantes del partido conservador, conocer sus inquietudes, sus aspiraciones, en fin, entrar en contacto con la gente, pues ya no son los tiempos en que los políticos se mantenían alejados de quienes querían representar desde lejitos.

         EL GOBERNADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA, dará a conocer hoy las nuevas medidas sanitarias que deberán regir por el incremento de los contagios de Covid-19 en la entidad.

         Se informó que en los últimos cuatro días, ha habido un repunte de contagios y se debe atender eso para evitar que la pandemia vuelva a ser un peligro para la población en general y para los jóvenes a quienes ahora está atacando la enfermedad.

       LE INFORMAMOS HACE UNOS DÍAS, QUE EL PRI de Puebla, tiene una militancia de poco más de  16 mil afiliados, algo que no parece increíble, pues la entidad estuvo considerada como priísta durante mucho tiempo, tanto que durante el gobierno de Vicente Fox, fue objeto, el gobernador de entonces Mario Marín de una campaña mediática para debilitar al tricolor; lo mismo pasó en el Estado de México, en Veracruz y en Oaxaca, así como en Michoacán y Guerrero, donde gobernaba el PRD.

      Esas campañas fueron implementadas para bajar la votación del PRI y del PRD, en las elecciones que entonces se esperaban.

       Ahora resulta que según dijo ayer Rafael Micalco, aspirante a la dirigencia panista, que su partido tiene en Puebla 19 mil afiliados, es decir, tres mil más que el hasta hace poco poderoso y casi invensible PRI.

       En Veracruz, con más habitantes que Puebla, el número de afiliados es de apenas 14 mil 78, pero en Baja California Sur, los priístas de ese estado, apenas suman 802.

       Los priístas deberían estar aterrados por está tragedia partidista, pero pues parece que a muy pocos les importa lo que vive ese partido, como que han perdido la ilusión de crecer y volver al poder algún día.

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