Columna | P U L S O   P O L I T I C O

          El acto realizado en Puebla el pasado sábado, en el que el diputado Ignacio Mier Velasco, coordinador de la bancada de su partido Morena rindió su informe, ha sido bien comentado por varios columnistas de la ciudad de México.

           Esto no debe gustar al pequeño pero poderoso grupo local, de morenistas colocados en altos puestos públicos, que según comentarios tienen declarada contra el diputado poblano, una guerra sucia que lo único que logra es provocar descontento en las filas de ese partido, contra los mismos que quieren sembrar cizaña en las filas del partido guinda.

            DURANTE EL ACTO QUE COMENTAMOS, NO hubo la más mínima mención hacia el pequeño grupo que según se dice pretende la división en las filas morenistas locales.

            Ya hemos comentado aquí, que la guerra sucia en política, que importaron los panistas en el año 2000 a través de los “amigos de Fox” y que volvió a aplicarse en la campaña de Felipe Calderón, es un corrosivo veneno para la actividad política de los partidos.

            Se basa en chismes, insultos, contra los que consideran adversarios, en los que se incluyen a familiares, todo con el afán de desprestigiar lo más que se pueda a algún político que aspira a un determinado cargo público.

          A este tipo de campañas también se le conoce como “guerra de lodo”, porque está basada en rumores no comprobables y busca solo desprestigiar ante la opinión pública a aspirantes a cargos públicos para impedir que lleguen a ocuparlos.

           QUE BUENO QUE LA GUERRITA ESTA, NO ENCONTRÓ respuesta del lado opuesto. Se ignoró incluso algo que fue público y notorio, la destrucción de la propaganda invitando al acto del informe del diputado Mier, en el Cholula Center.

             El responsable de esa acción fue el alcalde panista de la ciudad de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, por considerarla, como le dijo su asesor, propaganda político electoral adelantada. Pero el asesor, no es militante del PAN sino de un partido opositor.

           Los panistas nunca han sido políticos duchos, como lo han demostrado las veces que han llegado al poder nacional o local. Son algo más que inocentones, pero eso es cuestión de ellos.

           ÚLTIMAMENTE HA HABIDO COMENTARIOS SOBRE el fracaso del grupo opositor al gobierno, la alianza formada por el PRI, el PAN y lo que queda del PRD, en su empeño por desprestigiar al actual gobierno federal.

             Ni el gran “Alito”, egregio y brillante dirigente nacional del PRI; ni el destacadísimo político Marko Cortés, dirigente de Acción Nacional, ni el Chucho que todavía le queda al PRD, han podido dar un golpe.

            Cada vez que ellos lanzan alguna “crítica” al actual gobierno, porque nunca han hecho una propuesta, no han presentado un proyecto alternativo a la 4-T, todo son críticas, las encuestas ponen en evidencia su fracaso. Andrés Manuel López Obrador, sigue manteniendo los índices elevados de popularidad que lo colocan como el segundo gobernante más popular del mundo, después del mandatario de la India.          

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           La designación de los que serán altos funcionarios del futuro gobierno estatal de Luis Miguel Barbosa Huerta, ha provocado numerosos comentarios positivos, sobre todo en los casos de la Secretaría de Salud, del Trabajo, de Educación, de Gobierno y de Comunicación social.

           Los comentarios que hemos escuchado en mesas de café y en grupos de amigos, son muy positivos. El designado para ocupar la Secretaría de Salud, Guillermo Ruiz Argüelles, que fue uno de los propietarios de la empresa Laboratorios Ruiz, de análisis clínicos, nunca ha ocupado, que sepamos, un puesto dentro del gobierno, pero sabe qué hacer, pues su trabajo siempre ha estado ligado al sector salud.

           El futuro Secretario de Educación, Melitón Lezama Pérez, además de tener una amplia y sólida preparación para el cargo, tiene una carrera política en la que ha demostrado sensibilidad social y conocimiento de la política local. Fue presidente municipal por el PRD; luego el mismo partido lo postuló para la diputación local por Izúcar y en ambos casos realizó un buen trabajo. Fue de los primeros en afiliarse a Morena, cuando Andrés Manuel López Obrador, creó dicho partido, pues siempre fue su seguidor. Morena lo postuló para la presidencia municipal y por segunda vez ganó con una alta votación.

             Sus estudios profesionales, los inició en su natal Izúcar, donde obtuvo el grado de maestro de primaria. Hizo estudios de maestro de enseñanza media en la especialidad de Biología, en la Escuela Normal Superior del Estado. En Colombia estudió una maestría y de ahí pasó a realizar el doctorado en Educación, en la Universidad Iberoamericana.

             Abelardo Cuellar, es abogado egresado de la UAP, con un trabajo social de años, realizado entre la clase obrera de Puebla. Quienes lo conocen, lo califican de un profesionista serio, con gran sensibilidad política y social y siempre ligado a grupos progresistas.

                El secretario general de gobierno, Fernando Manzanilla, es un funcionario experimentado en el cargo que ya desempeña y que seguirá desempeñando en el próximo gobierno. Fue el primer secretario de Gobernación del gobierno de Moreno Valle Rosas. Pasó a ser diputado local, tuvo dificultades con el entonces gobernador y renunció al cargo. Ya en Morena,  fue postulado para diputado federal, gana, y solicita licencia para desempeñar el cargo de Secretario General en el actual gobierno interino y ahí va a permanecer con el gobierno de Barbosa Huerta.

                 Verónica Vélez Macuil, es una periodista experimentada de hace años. Se ha desempeñado como reportera en diversos medios de comunicación y mantiene excelentes relaciones con la gente del medio. Es la primera mujer, que en la historia de la entidad, desempeña el cargo de coordinadora de Comunicación Social del gobierno del Estado.

               Carlos Urbina Tanús, Lizetha Sánchez García y Rodrigo Osorio Díaz, serán los titulares de Estructura Movilidad y Transporte; de Desarrollo Social y de Desarrollo Económico, respectivamente. Son poco conocidos pero se sabe que tienen capacidad profesional para desempeñar los cargos a los que han sido asignados.

               Se comenta que el gobernador electo, ha tenido tino para elegir a los que serán sus colaboradores y que seguramente todos los que sean designados para formar su grupo más cercano, responderán a su confianza y procurarán poner lo mejor de sí mismos en el desempeño de sus cargos.

              Los panistas nacieron como tales, el 15 de septiembre de 1939, para ser partido de oposición al PRI, que ese año, cumplió diez años de existencia pues su fundación fue en marzo de 1929.

              Se les considera partidos históricos no solo por haber sido las organizaciones políticas más serias, surgidas después de terminada la lucha armada de 1910, sino porque las ideologías que sustentaban unos y otros, fueron las sustentadas por los mexicanos durante la guerra de Independencia y la guerra de Reforma; la liberal (PRI) y la conservadora (PAN).

               El PRI gobernó a este país, desde que se fundó, hace 90 años, hasta el año 2000, en el que Vicente Fox, el primer panista electo Presidente de la República, logró sacarlo de Los Pinos, como había prometido en su campaña.

               Fueron en total 12 años los que el PAN estuvo en Los Pinos. La segunda vez fue con Felipe Calderón Hinojosa, que ganó por las trampas que hicieron grupos priístas, como el de Elba Esther Gordillo, para llevarlo al poder.

               Durante los gobiernos de Acción Nacional, los panistas demostraron sus incapacidad para gobernar y para autocriticarse, pero su gran capacidad para realizar gobiernos corruptos, sin sensibilidad social y sin sensibilidad política.

                 Cuando Calderón Hinojosa terminó su periodo, el PAN tenía un padrón de casi dos millones de militantes. Unos meses después, el dirigente nacional de ese partido, Gustavo Madero, pidió que se hiciera una nueva afiliación, porque el padrón existente, no era confiable y oh sorpresa, solo se inscribieron poco más de 200 mil militantes, el número suficiente para no perder su registro. Bueno, ya ni Fox se inscribió como militante del partido que lo llevó a la presidencia.

                Y ahora nos salen, con que van a castigar ejemplarmente a quienes se fueron con Morena. Ya seguiremos comentando el caso de los dos partidos históricos.