Columna | P u l s o   P o l i t i c o

     Dos problemas graves tiene enfrente el nuevo gobierno estatal que encabeza Antonio Gali Fayad: el de combatir con eficacia la inseguridad, que ha ido en aumento y reformar totalmente el sistema carcelario que tiene reclusorios saturados y considerados entre los diez peores penales del país.

      Para el primer problema, ya puso en marcha el operativo “Escudo Zaragoza”, consistente en la coordinación de las fuerzas de seguridad del Estado y los municipios, tanto de la zona conurbada como de las seis regiones del estado.

      Se contará desde luego, con el apoyo del gobierno federal, donde sea necesario.

      Habrá atención inmediata para los puntos rojos que serán detectados en recorridos que las autoridades de seguridad realicen con frecuencia.

      Hubo una reunión del gabinete de seguridad y mandos militares para dar a conocer este proyecto.

     El titular de Seguridad del Estado, Jesús Morales Rodríguez, afirmó que se blindará a los municipios que así lo requieran y que se intensificará la capacitación policiaca y la evaluación sistemática para garantizar su eficacia. En esto se apoyará totalmente a las policías municipales.

     Por otra parte, la Asociación Civil, “Documenta” dio a conocer datos que dejan a Puebla, muy mal parada en relación con su sistema carcelario.

     Solo un penal del estado, el de Ciudad Serdán, está considerado como de primer nivel. Ocupa el cuarto lugar en el país. Fue construido y organizado en el gobierno de Melquiades Morales Flores.

      En contra parte, hay dos penales, el de Tepeaca y el de San Pedro Cholula, que resultaron ubicados entre los diez peores penales de la república por su hacinamiento y carencia de servicios básicos.

      La asociación civil que hizo el estudio, dijo que no ha habido en Puebla, una política carcelaria tendiente a la reinserción social, que debería ser una prioridad. Las cárceles con hacinamientos, constituyen una bomba de tiempo, que puede estallar en cualquier momento.

     La cárcel de Tepeaca fue construida para albergar a 36 personas y actualmente tiene 329 lo que representa una sobrepoblación del 600 por ciento; En Cholula, el hacinamiento es de 400 personas.

     Se han dado casos, Huejotzingo es un ejemplo, en que para dormir, los reos se apretujan incluso en los baños y muchos duermen parados o sentados, según se acomoden.

     Al no haber una política estatal carcelaria, las autoridades municipales, bien por carencia de recursos para ello o por descuido, ha hecho de las cárceles en la mayor parte de los municipios, verdaderos infiernos donde se violan sistemáticamente los derechos humanos más elementales. Es urgente que a los trabajos para garantizar la seguridad de los poblanos, se agregue el de mejorar el sistema judicial, hacerlo más ágil, pues muchos encarcelados no han recibido sentencia y tienen que permanecer en los reclusorios.

      La mayor parte de las 22 cárceles poblanas, tienen sobre población y lógicamente carencias graves y muchas de ellas derivadas de la lentitud del sistema judicial, al parecer, por falta de personal suficiente para desahogar los casos que se presentan con la rapidez requerida.

      Seguro de Vida a los policías municipales de Tehuacán, da mayor seguridad a sus familias. Eran 380 elementos para cuidar a una ciudad, la segunda en importancia del estado (400 mil habitantes) y ahora son 320, pues 60 fueron dados de baja, por no llenar los requisitos de confiabilidad.

      Los 320 policías que ahora ya cuentan con seguro de vida, tendrán que vigilar las 400 colonias que hay en la ciudad.

      No son suficientes sobre todo si se tiene en cuenta, que Tehuacán, como Teziutlán, Xicotepec de Juárez, Cuetzalan y otras poblaciones fronterizas con Veracruz, tienen un elevado índice de criminalidad. Además de asesinatos, hay secuestros, extorsiones, entre otros delitos.

     Muchas familias de esas regiones, se han visto obligadas a emigrar a otras partes del estado o incluso a otras entidades con mayor seguridad.

     Marcelo García Almaguer y Ricardo Gutiérrez Loyola, rindieron protesta el martes, el primero como director general de la Coordinación de Comunicación, Difusión y Promoción del Estado y el segundo como director general de Puebla-Comunicaciones.

     Sobre estos dos funcionarios recaerá la responsabilidad de dar difusión a los trabajos y a las acciones que el gobierno estatal emprenda en beneficio de los habitantes de la entidad y en mantener una estrecha relación con los medios de comunicación del estado.

    Ambos tienen experiencia pues ya han ocupado cargos similares. García Almaguer, además de desempeñarse en el área de prensa, estuvo como delegado del comité nacional del PAN en Puebla durante el pasado proceso electoral y antes se desempeñó como jefe de prensa de ese partido a nivel nacional.

    Gutiérrez Loyola, por su parte, fue jefe de prensa del Ayuntamiento de Puebla que encabezó el ahora gobernador, Antonio Gali Fayad.

    Son conocidos y estimados en el medio por su don de gentes y el respeto que en todo momento han mostrado para uno de los principios básicos de nuestra democracia: la libertad de expresión.

Publicado en COLUMNAS

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