Columna | P U L S O    P O L I T I C O

         La visita que el sábado pasado hizo a Puebla el virtual candidato del PRI a la presidencia de la República, doctor José Antonio Meade, ha suscitado muchos comentarios en los círculos políticos: que fue muy poca gente; que no tiene discurso y que su voz es mala para excitar a las masas; que es amable y sencillo y lo que el país requiere en este momento es un político enérgico con un plan bien definido para resolver los problemas de inseguridad, de desempleo, de la pobreza; que si hay debates, se lo van a comer el panista Ricardo Anaya y el morenista Andrés Manuel López Obrador.....

       En algunas cosas los críticos tienen razón, pero no en todo: Antonio Meade tiene no solo preparación, sino experiencia, pues ha servido en dos gobiernos antagónicos y en diferentes secretarías de Estado y lo ha hecho con eficiencia y honestidad. Ahora que si de discutir los problemas en un debate se trata, el lleva las de perder, no porque carezca de argumentos para rebatir a los adversarios, sino porque como candidato del PRI y ex funcionario de gobiernos panistas, ha quedado atrapado y si bien es cierto que los priístas han demostrado ser torpes para defenderse de los ataques de sus adversarios políticos, el señor Meade tendrá doble dificultad, porque no podrá lanzarse contra los gobiernos de los que él fue parte.

          ¿Le podrá decir al altanero, buen orador, demagogo, pero bueno, de Ricardo Anaya que los dos gobiernos surgidos de su partido son los responsables de lo que él constantemente critica al gobierno priísta, como la inseguridad y la pobreza, la corrupción, etc.?

          ¿Podrá decirles a los panistas y perredistas que la corrupción existe en gobiernos priístas, pero también en gobiernos panistas, perredistas y hasta en políticos morenistas?

           Los priístas han demostrado en la etapa “democrática” de México, incapacidad para poder responder a los ataques de sus opositores, como que tienen miedo o no conocen la historia de este país, que han gobernado elementos surgidos del partido de la Revolución Mexicana y que gracias a eso surgió el México moderno, con una fuerte clase media, con instituciones sólidas, con avances en educación, en seguridad social, en salud y en desarrollo económico.

           Que las instituciones que tanto le criticaron al PRI desde su surgimiento en la época cardenista, pudieron resistir impávidas, el paso de dos pésimos gobiernos panistas, no habiendo podido ser superadas, ni siquiera igualadas en los 12 años que el PAN gobernó al país.

          Tampoco podrá responder el candidato panista, porqué a sus pequeños hijos los tenía en escuelas gringas, supuestamente aprendiendo inglés y conociendo otra cultura, cuando por su edad, no conocen bien su propio idioma ni su propia cultura.

         El virtual candidato panista del Frente por México, podría ser apabullado, si el PRI quisiera apabullarlo, pero no quiere.

          Lo que el priísmo de la cúpula pretende, es apabullar a López Obrador al que consideran un peligro y al que priístas, panístas, perredistas, consideran, todos a una, un peligro para México.

          No, López Obrador no constituye un peligro para México, lo es para los Estados Unidos y ese es el mayor peligro para el tabasqueño, que los gringos lo vean como enemigo de su país o como populista al estilo de gobiernos latinoamericanos recientes. No lo dejarán llegar, porque México también está en la onda neoliberal impuesta por Estados Unidos desde los tiempos de Reagan y acatada por un grupo selecto de mexicanos que han ejercido el poder desde ese entonces.   

           La “democracia” es una cosa y la realidad política de los pueblos, es otra cosa. Somos vecinos de los Estados Unidos y ellos nos quieren como”buenos, muy buenos vecinos” y así debemos ser o atenernos a las consecuencias.
          
         Cambio, el periódico que tiene usted en las manos, cumple 39 años de vida. Se dice fácil, pero no lo ha sido tanto. Pasamos del viejo sistema “caliente”, de linotipos y prensa plana, al mucho más moderno ofset a color.

         Lo empezamos, como dice nuestro colega desde aquellos años, Jesús Rivera, en burro y ya vamos en coche.

         Mucha gente colaboró con nosotros en los primeros años y mucha gente lo sigue haciendo hoy.

         Hemos visto pasar varias etapas de la historia de Puebla, desde los tiempos del gobernador Alfredo Toxqui, pasando por el de Guillermo Jiménez Morales y siguiendo con Mariano Piña Olaya, Manuel Bartlett Díaz, Melquíades Morales Flores, Mario Marín Torres y Rafael Moreno Valle.

          Actualmente gobierna a Puebla Antonio Gali Fayad, que ha logrado enfrentar graves problemas, gracias a su buen carácter, a su simpatía y a su plena identificación con Puebla y los poblanos por ser un ser humano nacido y formado en esta tierra.

           Esperamos seguir contando con la colaboración y el aprecio de todos. Haremos lo que sea necesario para merecerlo.

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