Columna | S E M A N A      P O L I T I C A
  
         Más de tres mil priístas, reunidos en el salón San Francisco del Centro de Convenciones, iniciaron con entusiasmo y alegría, sus campañas de gobernador del Estado, diputados locales y 217 ayuntamientos, que culminarán el primero de julio próximo.

         Enrique Doger Guerrero, candidato a gobernador; Guillermo Deloya Cobián, candidato a presidente municipal de esta capital y los candidatos a diputados locales, a regidores y síndicos de varios municipios de la zona connurbada, estuvieron acompañados de los dirigentes nacional y estatal del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Ochoa Reza y Jorge Estefan Chidiac, en un acto que constituyó un desmentido al rumor de que el PRI es un partido en agonía.

          Por el contrario, los priístas, muchos de ellos con camisa roja, lanzaban porras y vivas, como en los viejos tiempos, alentando a quienes serán sus abanderados en esta campaña que concluirá el día último de mayo.

          Los oradores entre los que figuraron el propio Doger y Deloya Cobián, así como los dirigentes local y nacional del PRI y el candidato al senado de la república, Juan Carlos Lastiri Quirós, así como representantes de diversos sectores de la sociedad, fueron muy aplaudidos por la concurrencia al grito de “Vamos a ganar”, “Vamos a ganar”.

          Doger y Deloya, hicieron planteamientos serios para resolver los problemas de violencia e inseguridad, robo de combustible, pobreza y pobreza extrema, desempleo.

           Los priístas se comprometieron a revertir la privatización del sistema de agua potable en la capital del estado y en otros municipios importantes y a revisar la estrategia para el combate a la delincuencia organizada.

           Se habló de una pretendida reelección a la que se opone la sociedad poblana que quiere un cambio verdadero en la administración pública y no simulaciones como se ha hecho hasta ahora.

           Hubo serias críticas al gobierno anterior y los planteamientos que hicieron los candidatos, fueron muy aplaudidos por los asistentes.

            Más de dos horas duró la reunión y en ningún momento de cayó el ánimo.

             Dentro del salón había hombres y mujeres priístas que recobraron el brío de los militantes de antes y muchos jóvenes a quienes se veía gritar y aplaudir con gran entusiasmo.

             Dentro del gran salón San Francisco, fueron vistos numerosos ex militantes priístas que regresaron al redil, otros se fueron en esta campaña a buscar mayor comprensión en otras formaciones políticas. Ya eso no llama la atención de nadie: hay priístas en todos los partidos opositores al PRI y hay panistas, perredistas y morenistas, así como verdes, morenistas y panelistas, que salieron del tricolor para irse a otros partidos.

           Serán dos meses de intensa campaña electoral local. En ese tiempo, los aspirantes a ocupar un puesto de elección popular, como gobernador, presidente municipal, regidor, síndico o diputado local, deberán recorrer el estado de Puebla, hablar con los ciudadanos para conocer sus inquietudes y problemas y plantear probables soluciones.

            Durante los últimos meses gran parte de la ciudadanía se ha mostrado reacia a expresar sus simpatías por algún político o partido en especial.

            Había como un hartazgo ciudadano por cuestione político-electorales. Por lo que vimos ayer, ese hartazgo se ha ido diluyendo  y por lo menos una buena parte del electorado, ya se muestra más receptiva a los mensajes de los políticos.

             A la misma hora que el PRI, el partido Morena, abrió su campaña a gobernador con un acto efectuado en el patio del Museo Virreynal, antes Cancha de San Pedro, en pleno centro histórico.

              Miguel Barbosa Huerta, el candidato a la gubernatura del estado, estuvo muy crítico contra el gobierno que presidió Rafael Moreno Valle y que ahora, pretende reelegirse, según dijo, en la persona de su esposa Martha Erika Alonso Hidalgo.

            Fue contundente en sus ofrecimientos. Desmantelar todo lo que hizo el anterior gobierno en contra de la voluntad del pueblo.

             Revertir la privatización del servicio de agua potable y restablecer las tarifas por este servicio, que han sido elevadas hasta en más de un cien por ciento por la empresa beneficiaria de la privatización.

             Recontratar a los más de diez mil empleados del gobierno estatal, que fueron despedidos injustamente y sin indeminización de por medio, como lo establece la ley.

              Despedir a los altos funcionarios del gobierno estatal que no son poblanos y que no conocen al estado de Puebla y por lo tanto, cometen demasiados errores.

             Derogar la llamada Ley Bala, causante de la muerte de un niño en Chalchihuapan.

              Restituir a las Juntas Auxiliares los servicios de juzgado civil.

               Reestructurar todas las dependencias de la Fiscalía del Estado y pedir al Poder Judicial, una reestructuración, para mejorar la calidad de sus servicios, ya muy deteriorados.

               Impulsar la capacitación de los cuerpos de seguridad, cada día más ineficientes.

               Reorganizar las agencias alternas del Ministerio Público, que fueron desmanteladas, a fin de que la gente de los pueblos, puede presentar en forma rápida y expedita sus denuncias por delitos cometido en su contra.

            Atender por igual las necesidades de los 217 municipios del estado y no solo los de la capital y su zona connurbada. En fin recomponer todo lo que fue descompuesto en el sexenio pasado.

            Mas de dos mil asistentes al acto, en el que no estuvieron presentes dirigentes nacionales de Morena, aplaudían a rabiar en cada ofrecimiento de Barbosa.

            Antes que el candidato morenista, varios oradores, algunos de ellos candidatos a puestos de elección popular, hicieron uso de la palabra y sus discursos también tuvieron una fuerte carga crítica.

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