Columna | Enfoque Político

* El desastre contrarresta los ímpetus de los políticos en el proceso del 2018

¡Saliva, saliva y más saliva! Es lo único que destilan los políticos de todos los niveles de gobierno, desde el presidente de la República, gobernadores, senadores, diputados, presidentes municipales y en general todos los políticos, en momentos de alguna tragedia sufrida como el terremoto que bamboleó al territorio mexicano el pasado 19 de septiembre.

Enrique Peña Nieto y todos los que conforman su gobierno, lo primero que hacen es estos lamentables sucesos, es abrir su  atestado guardarropa y escoger sus mejores mezclillas, sus botas de piel al estilo Vicente Fox, y sus no menos costosos sombreros, una miradita al espejo, ¡y ahora sí, a abordar el helicóptero!, o en su caso, lujosas camionetas del gobierno, naturalmente, porque ¡ni pensar que usen las suyas!, pero bueno, es así como inician su recorrido por las zonas de desastre donde el panorama es desolador, triste y deprimente ante el dolor de todo lo perdido, principalmente pérdidas humanas, la mayor parte de la república en este desastre fue vapuleada por la fuerza de la naturaleza, pero ante estos casos de dolor, la sangre de los mexicanos llama, y el gesto inmediato y el corazón no se hizo esperar y millones de jóvenes rebasaron el actuar de los gobiernos estatales y la del presidente Enrique Peña Nieto, que como ya lo mencionamos, de ellos sólo se escuchan discursos, en los que se oyen las consabidas y repetidas frases, “no están solos”, “nos vamos a levantar”, “vamos a realizar un censo”, “vamos a cuantificar los daños” etc. Mientras la reacción de los habitantes fue inmediata, y que fue la reacción de la generación joven principalmente, que de inmediato pusieron manos a la obra en el rescate de sobrevivientes, y grupos de mujeres, amas de casa que se organizaron para dotar de alimentos a las familias afectadas, para los que auxiliaron y no la menos valiosa intervención de grupos de rescatistas de otros países.

Seguiremos la secuencia del actuar de los funcionarios ante la terrible y desastrosa tragedia vivida.

Aunque Peña Nieto sabe y debe estar feliz que solamente le quedan escasos 11 meses para dejar el poder y dejarle menudo paquete a su sucesor y por lo menos en este momento del desastre ocurrido no hay mucha grilla en el ámbito de la política, aunque hay algunos que han posado para la foto quedando bien con sombrero ajeno, como el secretario de la SEDATU Juan Carlos Lastiri, quien no deja de pavonearse en los lugares azotados por la naturaleza, aprovechando estos momentos de dolor para seguir con su enfoque para el proceso del 2018.

Publicado en COLUMNAS

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos