Columna | P U L S O    P O L I T I C O

                A veintidós días de la tragedia aérea, en la que fallecieron la gobernadora constitucional del Estado, Martha Erika Alonso y su esposo, el senador y ex gobernador Rafael Moreno Valle, la entidad no cuenta aun con gobernador interino; el partido mayoritario, Morena, se ha dividido; la corriente panista mayoritaria, la que controlaba al PAN en la entidad, “el morenovallismo”, camina rápidamente a su disolución y partidos como el PRI, el PRD, siguen paralizados sin hacer otra cosa que llamados a la unidad.

                El tiempo corre y si bien, se ha fijado que en el mes de junio próximo se harán las elecciones constitucionales, ningún partido tiene clara como será su participación en la contienda para la elección del nuevo gobierno.

                En Morena, la orden de la dirigente nacional, fue la de apoyar la candidatura de Luis Miguel Barbosa Huerta, lo que ha provocado rechazo en varias regiones del estado, donde don Miguel y su grupo no cuentan con muchas simpatías y en sectores morenistas que tachan tal decisión como autoritaria y no democrática.

                La senadora Nancy de la Sierra, esposa del diputado local Juan José Espinosa, presidente de la mesa directiva del Congreso del Estado, parece ya andar en precampaña para lograr la candidatura  constitucional y por otra parte, hay una fuerte corriente que propone que el candidato para sustituir a Martha Erika Alonso en el poder, sea la del senador de Morena, Alejandro Armenta Mier, que al parecer cuenta con las mayores simpatías.

              Esta vez, nos dice el ex dirigente estatal del Partido Encuentro Social, Raúl Barranco Tenorio, no habrá alianza, pues hay una completa desorganización de los partidos, no existe ya identidad ideológica y muchos arribistas están provocando descontento, decepción entre quienes participaron en el pasado proceso electoral.

              El Partido Encuentro Social, está a punto de perder su registro y en Puebla, donde de hecho ya desapareció, pretende resurgir con otro nombre con base en quienes aquí conformaron la corriente fundadora que él, Barranco Tenorio y otros, encabezaron.

               “Los partidos políticos en Puebla y en todo el país, están desorganizados y desideologizados. El morenovallismo que en Puebla representaba al PAN, de hecho se ha terminado.

                “La renuncia de Eukid Castañón Herrera, el operador político y el hombre más importante de esa corriente, a la política, es una muestra de que el morenovallismo ha dejado de existir.

                “El morenovallismo fue el proyecto de un hombre. Ese hombre ya murió y con él su proyecto de llegar a la Presidencia de la República. Los morenovallistas tienen dos caminos: permanecer en el PAN o emigrar a otras organizaciones o partidos políticos. No hay más”.

                 Seguramente que los panistas tradicionales o del Yunque, aprovecharán para recuperar un espacio que tenían perdido. Nos referimos a los Humberto Aguilar Coronado, a Rafael Micalco, a Eduardo Rivera Pérez y otros.

                 Todos ellos han sido figuras del panismo tradicional y cuentan con seguidores y muchos consideran que es su momento de recuperar lo que a la mala, tuvieron que entregar.

                  El PRD EN Puebla, quedó desecho  después de las pasadas elecciones y ahora cuenta con una directiva estatal conformada por desconocidos, según comentan los mismos militantes del llamado partido del sol azteca.

                  En el PRI, se habla de posible renovación de la dirigencia estatal: Se mencionan nombres para sustituir a Javier Casique, quien es diputado local además y entre quienes son mencionados están el ingeniero Alberto Jiménez Merino, Juan Manuel Vega Rayet, Valentín Meneses, Humberto Aguilar Vvieros y otros.

                  Llamaron la atención de políticos y no políticos, un grupo de comensales que alrededor de las 15 horas de ayer, se reunió en el restaurante de Los Poblanos, en pleno centro histórico de esta capital y es que la comida era presidida nada menos que por Guillermo Pacheco Pulido, uno de los más sonados pre-candidatos a la gubernatura interina de Puebla.

                   Lo acompañaban entre otras personas, los diputados de Morena, Héctor Alonso Granados, uno de los líderes de la corriente morenista de la actual legislatura y Emilio Maurer, de la misma corriente. Se decía que acababa de inscribirse como aspirante a la gubernatura interina en el Congreso del Estado.

                  También se inscribió, se dijo, como parte de una terna que aspira al mismo cargo, el diputado federal de Morena, Héctor Jiménez y Meneses, quien fuera dos veces secretario de Gobernación, diputado federal y local del PRI en otros tiempos.                  

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