Columna | P U L S O   P O L I T I C O

               Ya no hay ninguna duda: Genaro García Luna, quien fuera secretario de Seguridad Nacional en los seis años del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, fue el creador de la estrategia contra el crimen organizado durante todo el sexenio calderonista y al mismo tiempo, protector del cártel del Chapo Guzmán, que le pasaba millones de dólares para que protegiera sus envíos de cocaína a los Estados Unidos y frenara las actividades de otros cárteles sobre todo el del Rey Zambada.

              Todo esto se puso de manifiesto después de la detención del ex funcionario mexicano en los Estados Unidos (en Texas) acusado de diversos delitos relacionados con en tráfico de enervantes en aquél país.

             Fue alto funcionario de seguridad, el señor García Luna, en el gobierno de Fox, quien lo heredó a Calderón que siempre le tuvo confianza plena.

            Con García Luna como secretario de Seguridad Nacional, durante todo un sexenio, se convirtió a México en un “narco-estado” y cuyas consecuencias han sido, decenas de miles de muertos y desaparecidos.

            Para hacer crítica a un gobierno, el que lo hace debe tener autoridad moral. ¿La tienen los panistas? ¿Quién realmente es o era un peligro para México: López Obrador o Fox y Calderón?

             Para tener largo el pico, dice un refrán, hay que tener corta la cola y ni Fox, ni Felipe Calderón, la tienen, Pero los panistas, empezando por su presidente nacional, Marko Cortés y seguido de su panista-estrella, el ex priísta y vuelto al redil del PAN, Vicente Fox y el propio Calderón, ya fuera del panismo, han sido los más constantes aunque totalmente ineficaces opositores al actual gobierno. Se la pasan criticando cualquier cosa, como que “los baños del areopuerto internacional “están hechos un asco”, dijo Fox hace unas semanas, sugiriendo que el culpable era López Obrador.

            Respecto a la aprehensión en los Estados Unidos, de quien fuera su secretario de Seguridad Nacional y de los cargos que en el vecino país le hacen, el buen “Felipón” dice con cara bobalicona: “Me sorprende lo que ocurre; nada sabía”. Claro que no sabía nada. No sabía, ni sabe gobernar.

           Su carencia de oficio político, su falta de sensibilidad social, su carácter irascible y su alcoholismo, según dicen algunos que lo conocen, lo hacen incapaz para desempeñar un cargo tan importante como el de ser presidente de la república de un país con 120 millones de habitantes, que empezó a decaer política, económica y socialmente, a raíz de la imposición del sistema neoliberal, en los tiempos de Salinas de Gortari y con el paso por el poder nacional, de dos políticos tan mediocres como los dos panistas que ocuparon la presidencia de la república y que en tan solo doce años, casi acaban con el país, después de una ayudadita del priísta Enrique Peña Nieto.

             En su artículo de ayer en el diario El Universal, Héctor Mauleón dice: “Ignoro que tan sólida será la acusación contra él (García Luna) Lo cierto es que él puede aclarar mejor que nadie todas estas historias: lo que ocurrió en uno de los momentos más oscuros de México: un momento en el que, a causa, sobre todo, de la corrupción, la violencia se brincó las trancas y arrinconó al país. Acorraló al país y lo devastó”.

             ¿Ahora qué podrán hacer los pobres panistas dirigidos por el presidente de su comité nacional menos capaz de su historia, para recobrar algo del prestigio que en algún tiempo tuvo ese partido en estados del bajío y algunos estados del norte? ¿Seguirá Fox como el eje principal de la lucha panista contra la Cuarta Transformación?

              Bueno, el tiempo y los ciudadanos panistas dirán.

              De las agrupaciones que han solicitado su registro como partidos políticos, el que dicen que es de la maestra Elba Esther Gordillo, es el que tiene más posibilidades de alcanzar su meta.

              El denominado partido “Redes Sociales Progresistas” terminó con éxito la realización de sus asambleas constitutivas en los 32 estados del país; los otros todavía no, pero hay la llevan.

            Los de la organización Movimiento Antochista, que piden su registro para ser partido local, se quejan de que el IEE, les pone obstáculos indebida e ilegalmente.

            Mientras tanto, el único diputado local del desaparecido partido Nueva Alianza, que fue propiedad también de la maestra Gordillo, que forma parte del Congreso del Estado, Gerardo Islas Maldonado, ya busca adherirse a un nuevo partido nacional que todavía no está seguro de obtener el registro y que no es el que están conformando los maestros gordillistas, y el señor diputado don Héctor Alonso Granados, que fue diputado priísta, fue también diputado de una alianza conformada por el PAN y partidos satélites y lo fue de Morena, partido del que fue expulsado recientemente acusado de “misoginia”, ya se pasó al Movimiento Ciudadano y el mismísimo fundador y propietario de ese partido, Dante Delgado, le dio la bienvenida. Ya veremos a cual se va el político itinerante en las próximas elecciones.

Publicado en COLUMNAS

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos