El doctor Enrique Doger Guerrero, delegado del seguro social, acompañado de Rogelio García, presidente de la fundación Forjadores de Puebla y Rodrigo Lazcano Fernández, presidente de la Asociación de Abogados, rindieron homenaje a los Hermanos Serdan.

Palabras del delegado del IMSS en Puebla, Dr Enrique Doger Guerrero durante el 107 aniversario del sacrificio de los Hermanos Serdán

Buenos días

Conocer la vida de los hombres y mujeres que han conformado nuestra patria nos permite comprender nuestro presente, analizarlo y vislumbrar un futuro con mayor equidad y respeto a la dignidad humana.

México vivió un cambio profundo, con la que fue la primera revolución del siglo xx.

El cambio revolucionario fue llevado a cabo por miles de mujeres y hombres que arriesgaron su vida para acabar con la dictadura de Porfirio Díaz. Los cuatro hermanos Serdán: Aquiles, Máximo, Carmen y Natalia fueron los primeros en seguir el llamado de Francisco I. Madero para derrocar al dictador el 18 de noviembre de 1910, en la ciudad de Puebla.

En vísperas de la Revolución Mexicana, la familia Serdán participó activamente en labores de propaganda política, en apoyo del candidato anti releccionista don Francisco I. Madero. Después del fraude electoral de 1910, decidieron unirse a la revolución, que fue convocada por medio del Plan de San Luis.

La policía de la ciudad de Puebla, se enteró que existía un arsenal clandestino en este domicilio. De inmediato se rodeó la casa y se conminó a los ocupantes a rendirse y a entregarse a las autoridades.

Con este acto valeroso, los hermanos Aquiles, Máximo y Carmen Serdán, acompañados de una docena de seguidores, decidieron oponerse a las autoridades y resistieron con las armas en la mano.

Según las crónicas de la época el tiroteo duró varias horas. Las autoridades enviaron a 400 soldados del Ejército Federal y a 100 policías, para aprehenderlos, pero la resistencia de los hermanos Serdán fue más de la esperada.

Finalmente después de varias horas, la casa fue ocupada. Carmen, su mamá y la esposa de su hermano Aquiles, fueron remitidas a la cárcel; Máximo, junto con otros compañeros, murieron en la refriega, y Aquiles, un día después, fue encontrado y asesinado.

Este fue el inicio de la Revolución Mexicana. El sacrificio de la familia Serdán no fue en vano. Su ejemplo sirvió para motivar, a los que aún tenían dudas de participar, en el movimiento armado regenerador que se avecinaba, y se decidieran a participar, con el anhelo de alcanzar un México mejor.

Al asumir la delegación de los anti reeleccionistas, Aquiles Serdán fustigó la intención del general Díaz por mantenerse en el poder y por burlar la fe de los mexicanos con la aspiración democrática, que nunca llegó.

“El compromiso con la posteridad, escribió Aquiles Serdán,  nos obliga a trabajar por ellos, nos obliga a despertar, es decir, interesarnos por la política de la Patria y nos obliga a unirnos para combatir los males de que adolecemos”, eso señalaba Aquiles Serdán.

Hoy en nuestro México, en nuestra Puebla, este precepto encaja plenamente en las aspiraciones de los poblanos para tener una sociedad con mejores niveles de vida. Sin embargo, entramos en una descomposición que no pedimos, que rechazamos por el bien de nosotros y de nuestros hijos.

Puebla enfrenta cifras difíciles y complicadas que jamás habíamos vivido en materia de seguridad o más bien de inseguridad. No sólo es decir que el  pasado era mejor, el presente es de amplia preocupación y el futuro está en nuestras manos.

No concebimos, al igual que ustedes,  una Puebla con 90 feminicidios en lo que va del presente año. Hoy las mujeres son más vulnerables y eso demuestra que algo ha fallado cuando hemos entrado a un periodo en que debemos exigir mayores derechos y aspiraciones de equidad.

Tampoco concebimos una Puebla con más de 40 asesinatos violentos durante el presente año, con la incursión de grupos criminales que se asesinan día tras día. Esta inseguridad que nos eriza la piel la veíamos lejana hace unos años. Hoy nos ha alcanzado.

La inseguridad en las carreteras ha sufrido un incremento superior al 300 por ciento, producto del robo de combustible. Este cáncer social se dejó crecer por falta de capacidad o por falta de interés. Debemos rechazar el término de “huachicoleros” que nos endilgan a los poblanos. No lo merecemos, son más los buenos poblanos, como los hermanos Serdán, que son  nuestro ejemplo.

Al igual que los Hermanos Serdán, aspiramos a una sociedad más equitativa y rechazamos la reelección, así sea por una tercera persona. El poder no se hereda, se alcanza con un proyecto de gobierno que dé certidumbre a los poblanos, que atienda las necesidades desde el campo, las zonas marginadas  y en las ciudades.

Soplan vientos de populismo que carecen de bases reales para atacar los problemas existentes. Decir que con acuerdos en la mesa se acaba la delincuencia es atentar contra la inteligencia.

Los Hermanos Serdán, a quienes honramos, pretendían una sociedad más justa y equilibrada, sin sobresaltos, una sociedad democrática.

Vendrán tiempos de definición en nuestro país y en nuestro estado, y todos debemos estar atentos a las propuestas, a quienes representan esas propuestas, a la trayectoria de quienes las representan.

Puebla es uno de los mejores estados del país, no tengo ninguna duda, tiene a los mejores hombres y mujeres. Tiene un Centro Histórico Único en América Latina, tiene una cultura y una historia envidiable y ejemplo. Tiene muchísimas cosas por las cueles debemos sentirnos orgullosos.

Debemos recuperar la tranquilidad que nos han robado. Lo podemos lograr, porque lo merecemos. El futuro debe ser nuestro.

Muchas gracias.

Publicado en POLITICA

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