Miércoles, 20 Septiembre 2017 17:15

Nada dura por siempre

Artículo | Algo Más Que Palabras
  
    A pesar de los muchos enfrentamientos que nos dividen, puesto que los conflictos parecen propagarse y los desastres naturales, como terremotos y huracanes, tampoco dejan de sorprendernos, siempre hay motivos para abrirse a la esperanza y trabajar unidos por un futuro mejor. Ciertamente, se detecta una mayor solidaridad, no sólo por parte de las instituciones, sino también por los mismos ciudadanos, dispuestos a prestar apoyo ante las adversidades. Lo que consuela es la prontitud del auxilio, la rápida intervención de las poblaciones al poner en movimiento las energías conjuntas. Estas acciones, verdaderamente, nos ennoblecen al manifestar lo mejor de sí mismos ante el sufrimiento.

Evitemos el dolor. Podemos hacerlo. Nadie me negará, que hoy más que nunca se requiere de esa movilización masiva de ayudas humanitarias. La gente sufre y está agriada de la multitud de sinsabores. Muchos no pueden más. La tensión les puede. Hace falta amainar los vientos para que no sigan con su cúmulo de desastres. La radicalización y los discursos de odio han de cesar con otras políticas más poéticas, más cooperantes, más auténticas, más de servicio y de generosidad hacia toda vida humana, por insignificante que nos parezca. Es cierto. Nada dura por siempre. Es menester, por tanto, activar los abrazos cuando menos para dar aliento, ante los muchos problemas que nos acorralan y nos dejan sin aire.

    Las propias dificultades son situaciones que se nos presentan para demostrar lo que se ama. Téngase en cuenta que nada es eterno. Todo se modifica, ni siquiera uno es lo que era ayer. Por nuestra historia, sabemos, que una humanidad avanza solidariamente en la medida que se asiste armónicamente, que afronta los escenarios conjuntamente  y coopera para salir de los problemas reales. Pongamos esto en valor. Hemos de volver a ese espíritu de comunidad, con una visión más ética de toda actividad y de las propias relaciones humanas. Sin duda, necesitamos de otros caminos más coherentes con ese espíritu solidario y de unidad que manifiestan los principios de la Carta de las Naciones Unidas.

    Nuestro mundo tiene contrariedades que deberemos atajar entre todos, desde el respeto y la consideración mutua hacia todas las culturas, fomentando la reconciliación y favoreciendo un desarrollo más humano, donde impere la observancia del derecho y el amor por la verdad. Ya está bien de tantas falsedades e hipocresías. Todo tiene solución, menos mal. No hay nada permanente en este malvado entorno de pedestales. Es cuestión de ponerse manos a la obra, de solidarizarse y de repensar en otros estilos existenciales más generosos con aquellos que se hallan en una condición de necesidad. Si en verdad consolidásemos una actitud de servicio, de compartir fraterno, inspirado en el verdadero amor a la vida, todo sería más fácil, activaríamos al menos la concordia social de ser uno para todos y todos para cada uno.

    De todos modos, ojalá impulsemos otro modo de ser y de vivir que parta del amor, que mane del corazón del ser humano, sabiendo que todos tenemos miserias que nos impiden reencontrarnos. En parte nada dura para siempre, por esa innata intuición de abrirnos a los demás. Lo fundamental radica en ser puentes, que promuevan la paz y la solidaridad, entre espacios enfrentados. Los pueblos han de acompañarse unos a otros. En cualquier caso, hemos de estar juntos siempre, despojados de todo cinismo. Pongámonos en acción como seres pensantes, sin obviar, que la defensa de los derechos humanos, nuestro mayor tesoro, nos pide menos literatura y más escenario real. Al fin y al cabo, el futuro depende, en gran parte, de la familia humana, que es la realmente protagonista de la construcción o destrucción de si misma. Por eso, mi lenguaje también es el de una sociedad libre y democrática en la que todos podamos vivir amando y con idénticas posibilidades en la entrega.

Víctor Corcoba Herrero / Escritor
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Publicado en COLUMNAS

El pronóstico meteorológico para este año indica que podrían formarse 27 ciclones tropicales, de los cuales ocho llegarían a ser categoría 3 o mayores.

El Primer Mandatario resaltó la necesidad de construir una sociedad más resiliente ante los desastres naturales. El Primer Mandatario resaltó la necesidad de construir una sociedad más resiliente ante los desastres naturales.

El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, encabezó el evento de inicio de la temporada de lluvias y ciclones tropicales 2017.

El Gobierno de la República en coordinación con los gobiernos estatales y municipales seguirá impulsando medidas oportunas de prevención que ayuden a salvaguardar la integridad de las familias y su patrimonio.

Acciones de prevención

Se han emprendido acciones concretas para disminuir los tiempos de respuesta ante afectaciones a instalaciones estratégicas y servicios básicos en las comunidades.

    A través del Plan MX por primera vez se coordina por un canal único la respuesta de todas las dependencias federales ante desastres.
    Se actualizó y amplió el Atlas Nacional de Riesgos.
    Se tiene un sólido Sistema Nacional de Alertas.
    Se reforzó la Red Sísmica Mexicana para medir, generar conocimiento y fortalecer los reglamentos de construcción y sistemas de alerta temprana.
    El Plan DN3-E, que en 2016 cumplió 50 años de labor, y el Plan Marina, coordinan las actividades de auxilio por parte de las Fuerzas Armadas a la población afectada por desastres.

    Hacia adelante debemos "construir una sociedad más resiliente ante los desastres naturales". Ello significa "tener mayor capacidad de aguante, de resistir, de sobreponerse; de tener infraestructura construida capaz de aguantar más los embates cada vez mayores de la fuerza de la naturaleza": EPN

Sistema Nacional de Protección Civil

Su trabajo es fundamental para la prevención y atención de emergencias, pero, sobre todo, para garantizar la integridad y la vida de los mexicanos.

Con acciones concretas, México avanza en políticas públicas que previenen y alertan oportunamente, ante una emergencia, y reducen el riesgo de perder vidas.

    "No podemos evitar la presencia de fenómenos naturales. Pero lo que sí podemos hacer, es minimizar los daños al patrimonio de las familias y a la infraestructura económica y social del país": EPN

Publicado en NACIONAL

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