Sábado, 03 Junio 2017 22:50

Vivir a Dios desde dentro*

Para reflexionar comentario del padre del José Antonio Pagola sobre el evangelio domingo de pentecostés del 4 de junio de 2017

Hace algunos años, el gran teólogo jesuíta  alemán *Karl Rahner* se atrevía a afirmar que el principal y  mas urgente problema de la iglesia de nuestros tiempos era su "* mediocridad espiritual".*

Estas eran sus palabras: el verdadero problema de la Iglesia es* «seguir tirando con una resignación y un tedio cada vez mayores por los caminos habituales de una mediocridad espiritual».*

El problema no ha hecho sino agravarse estas últimas décadas. De poco han servido los intentos de reforzar las instituciones, salvaguardar la liturgia o vigilar la ortodoxia. *¡En el corazón de muchos cristianos se está apagando la experiencia interior de Dios!.*

*La sociedad moderna ha apostado por lo «exterior».* Todo nos invita a vivir desde fuera. Todo nos presiona para movernos con prisa, sin apenas detenernos en nada ni en nadie.  *La paz ya no encuentra resquicios para penetrar hasta nuestro corazón. Vivimos casi siempre en la corteza de la vida. Se nos está olvidando qué es saborear la vida desde dentro.* Para ser humana, a nuestra vida le falta hoy una dimensión esencial: *la interioridad.*

Es triste observar que tampoco en las *comunidades  de vida cristianas sabemos cuidar y promover la vida interior. Muchos no saben lo que es el silencio del corazón, no se enseña a vivir la fe desde dentro.*

Privados de experiencia interior, sobrevivimos olvidando nuestra alma: *escuchando palabras con los oídos y pronunciando oraciones con los labios mientras nuestro corazón está ausente.*

En la Iglesia se habla mucho de Dios, pero, *¿dónde y cuándo escuchamos los creyentes la presencia callada de Dios en lo más hondo del corazón? ¿Dónde y cuándo acogemos el Espíritu del Resucitado en nuestro interior? ¿Cuándo vivimos en comunión con el Misterio de Dios desde dentro?*

Acoger a Dios en nuestro interior quiere decir al menos dos cosas.

La primera:* no colocar a Dios siempre lejos y fuera de nosotros, es decir, aprender a escucharlo en el silencio del corazón.*

La segunda: *bajar a Dios de la cabeza a lo profundo de nuestro ser, es decir, dejar de pensar en Dios solo con la mente y aprender a percibirlo en lo más íntimo de nosotros.*

*Esta experiencia interior de Dios, real y concreta, puede transformar nuestra fe**.* Uno se sorprende de cómo hemos podido vivir sin descubrirla antes*.** Es posible encontrar a Dios dentro de nosotros en medio de una cultura secularizada*. Es posible también hoy conocer una alegría interior nueva y diferente.

Pero me parece muy difícil mantener por mucho tiempo la fe en Dios en medio de la agitación y frivolidad de la vida moderna sin conocer, *aunque sea de manera humilde y sencilla, alguna experiencia interior del Misterio de Dios.*

*José Antonio Pagola*

Pentecostés - A
(Juan 20,19-23)
* DIOS ES TODO ESPÍRITU Y SOLO ESPÍRITU*

Publicado en RELIGIÓN

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