Columna | SIN LÍMITES

*Analistas opinan si el mundo cambiará con el coronavirus.

Un buen número de periodistas, ha expresado en diferentes medios de comunicación análisis y puntos de vista, sobre cómo será el mundo después de la pandemia del coronavirus.

Según las predicciones de algunos expertos, cuando la pandemia termine y las normas de distanciamiento sociales se relajen, muchas personas seguirán trabajando de forma remota desde sus casas. Si esto ocurre a una gran escala, muchos emigrarán de las grandes ciudades y la vida en las urbes cambiará de forma abrupta. En un escenario como este las empresas tecnológicas tendrán un mayor dominio y crecimiento, pero otros sectores como el de los restaurantes y bares se verán severamente golpeados.

Un periodista estadounidense reunió distintas ideas para tratar de entender esta gran crisis que enfrenta la humanidad. Mike Bebernes, editor en Yahoo News, reunió en un artículo publicado en el sitio web de noticias, distintas perspectivas, divergentes y contradictorias entre sí, de cómo el coronavirus podría cambiar nuestras vidas.

Peter C. Baker. The Guardian. Hay esperanza de que podamos comenzar a ver el mundo de manera diferente. Tal vez podamos ver nuestros problemas como compartidos, y la sociedad como algo más que una masa de individuos que compiten entre sí por la riqueza y la posición social. Quizás, en el corto plazo, podamos entender que la lógica del mercado no debería dominar tantas esferas de la existencia humana como lo permitimos actualmente.

Mark Z. Barabak. Los Angeles Times. El cheque del Seguro Social que llega cada mes. Los beneficios de los seguros de desempleo que ayudan a quienes pierden sus trabajos. Las enormes filas de seguridad que serpentean en los aeropuertos, cuando millones de estadounidenses todavía volaban. Todo esto está tan profundamente arraigado en la sociedad que todos lo damos por sentado. Sin embargo, todas estas políticas y medidas se instalaron luego de crisis como la del COVID-19.

Matt Burr y Becca Endicott, The Wall Street Journal. La tradicional oficina se estaba convirtiendo cada vez más en algo obsoleto. La pandemia de coronavirus solo aceleró radicalmente la línea de tiempo.

Paul Wiseman y Anne D’Innocenzio. Associated Press. Es casi seguro que la pandemia cambie la forma como las personas trabajan, compran y socializan, tal vez esto también cambie de forma permanente cómo operan muchas industrias de servicios.

Jeva Lange. The Week. Un efecto probable de esta crisis es que la gente nunca deje de preguntarse cuándo podría ocurrir la próxima pandemia.

Beata Javorcik. Financial Times. Las empresas se verán obligadas a repensar sus cadenas de valor en el mundo. Estas cadenas fueron diseñadas para maximizar la eficiencia y las ganancias. Las desventajas de un sistema que requiere que todos sus elementos funcionen como un reloj ahora se han expuesto.

Henry Grabar. Slate. Los estadounidenses nunca dejarán de ir a los juegos de baloncesto. No dejarán de irse de vacaciones. Se reunirán para hacer negocios. Hasta ahora, ni los telegramas, ni los teléfonos, ni la televisión, ni el internet, ha afectado el deseo humano de estrechar la mano, a pesar de las predicciones de los tecnólogos de lo contrario.

Andreas Krieg. Al Jazeera. Los estados frágiles serán empujados al caos y la anarquía y existe una posibilidad de que algunos regímenes no sobrevivan al COVID-19, ya que, luego de la mortandad, cientos de miles de personas se volcarán a las calles para derrocar aquellos regímenes cuya legitimidad se vio socavada al ser incapaces de manejar la crisis.

Meehan Crist. The New York Times. La respuesta que tengamos a la crisis de salud dará forma a cómo enfrentaremos la crisis climática en las próximas décadas. Los esfuerzos para revivir la actividad económica ayudarán a determinar la forma de nuestras economías y nuestras vidas en el futuro próximo y tendrán efectos sobre las emisiones de carbono que repercutirán en todo el mundo por miles de años.

Kimberly Gudzune y Heather Sateia. The Washington Post. Se han lanzado plataformas tecnológicas, trabajadores de salud han sido capacitados, los pacientes educados y las citas médicas se han transformado en video llamadas. Es una herramienta extraordinariamente útil: mucho después de que la pandemia termine, su adopción podría significar algo bueno para la prestación de atención médica.

Stephen M. Walt. Foreign Policy. En resumen, el COVID-19 creará un mundo menos abierto, menos próspero y menos libre. No tenía que ser así, pero la combinación de un virus mortal, una planificación inadecuada y un liderazgo incompetente ha colocado a la humanidad en un camino nuevo y preocupante.

Ryan Broderick. BuzzFeed News. Saldremos de esta pandemia con una nueva comprensión de cómo funcionan el gobierno y la sociedad. Las ideas anteriormente marginales de la izquierda, como el ingreso básico universal o la atención médica universal, ahora serán conceptos muy familiares y comunes para la opinión pública.

Jack Shenker. The Guardian. Las implicaciones para las grandes ciudades son inmensas. Si la proximidad al trabajo ya no es un factor significativo para decidir dónde vivir entonces el atractivo de los suburbios disminuye; podríamos dirigirnos hacia un mundo en el que los centros urbanos existentes y nuevas poblaciones remotas se destaquen, mientras que los cinturones de cercanías tradicionales, o periféricos, se desvanezcan.

Kevin Drum. Mother Jones. Voy a arriesgarme aquí, no creo que muchas cosas cambien para siempre y desearía que la gente dejara de decirlo en base a dos semanas enteras de aislamiento y distanciamiento social.

LA OPINIÓN DE UN MEXICANO

En el periódico El Financiero, Enrique Quintana, escribió varias ideas con el título “Adiós ‘normalidad, ya no regresarás”.

La normalidad que prevaleció incluso hasta febrero… ya no la volveremos a ver. Despidámonos de ella. El mundo ya no será el mismo y la vida diaria tampoco.

Habrá una fuerza creciente en contra de la globalización. Se afianzarán aún más los populismos y los nacionalismos. China aumentará su peso en el mundo. En el ámbito político puede perder respaldo la democracia. Hay el riesgo de crisis sociales en el mundo en desarrollo.

Para México las interrogantes son más que las respuestas. Lo único tangible es que ya tenemos con nosotros una crisis económica de grandes proporciones. La presencia de la recesión ya está fuera de discusión. Lo que observaremos es probablemente un cambio completo en las ecuaciones políticas y en la autoridad, tanto del presidente de la República como de otras fuerzas. La caída en la popularidad presidencial que las encuestas recientes han revelado es apenas la punta del iceberg de un proceso en ciernes cuyo desenlace hoy es completamente incierto.

En fin, como escribió Antonio Machado (España, 1875-1939) en sus Proverbios y Cantares:

Confiemos
en que no será verdad
nada de lo que sabemos.
Indaguemos
que tal vez no sea verdad
aquello en lo que creemos.
Fe empirista. Ni somos ni seremos.
Todo nuestro vivir es emprestado.
Nada trajimos; nada llevaremos.

Correo | raúEsta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

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