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          Fue el 22 de diciembre de 1978, cuando por primera vez salió a la venta la primera edición de este diario. Eran días difíciles para Puebla, pues la entidad todavía estaba viviendo los efectos de las luchas que surgieron en 1961 al interior de la Universidad Autónoma de Puebla, entre los estudiantes y maestros librerales, contra los estudiantes y maestros conservadores.

           Ambos grupos se disputaban el control de la institución: los liberales querían desplazar a los conservadores, que dominaban totalmente, y los conservadores se resistían al cambio. En estas luchas que se prolongaron por más de una década, la población en general tomaba partido: sindicatos de maestros, de obreros, grupos masónicos, padres de familia pugnaban por el cambio y los grupos conservadores en el que estaban las agrupaciones empresariales más que derechistas, ultra-derechistas y el clero católico.

           Lo que los liberales, que fueron tachados de comunistas por sus opositores, pretendían, era romper con el estancamiento de la institución que tenía años de permanecer apegada a esquemas ya superados por otras instituciones de educación superior del país. Además, internamente los alumnos eran reprimidos por un grupo violento denominado Frente Universitario Anticomunista, ante cualquier manifestación de inconformidad contra las autoridades universitarias.

           Bueno, como la mayor parte de los estudiantes universitarios procedía de instituciones educativas oficiales, conformaron un grupo poderoso que además contó con un amplio sector de la población y lograron imponerse al grupo, también numeroso de estudiantes egresados de colegios particulares, especialmente de tipo confesional.

           El movimiento liberal triunfó después de varios años de lucha y de inestabilidad política en el estado y se creó una universidad privada con lo que logró se la pacificación de la entidad.

           Y fue en la nueva realidad cuando surgió CAMBIO: La Universidad Autónoma de Puebla era gobernada por un destacado miembro del Partido Comunista, no porque el movimiento que realizó el movimiento de Reforma Universitaria lo fuera, como decían los conservadores, sino porque al paso del tiempo el pequeño grupo de maestros y estudiantes que eran realmente comunistas, se fortaleció y lograron la elección del doctor en química Sergio Flores, por el Consejo Universitario. Cuando este diario surgió a la vida, el rector era el ingeniero Luis Rivera Terrazas, un destacado izquierdista mexicano que era el que lo controlaba todo en ese entonces dentro de la Universidad.

           El diario Novedades de Puebla, propiedad de don Rómulo O!Farrill, empresario destacado a nivel nacional, tuvo que cerrar su edición poblana y quienes trabajábamos en esa empresa tuvimos que buscar nuevos rumbos.

           Entre quienes salimos de “Novedades” estábamos el compañero Jesús Rivera y este columnista, que estudiábamos Medicina y Leyes, respectivamente y vimos la posibilidad de mercado para un importante sector de la población, pues la prensa local tenía boicoteada a la Universidad “comunista” que era productora de importantes noticias que los medios de entonces ignoraban olímpicamente.

            Decidimos conformar un nuevo diario y enfocamos nuestras baterías hacia la UAP al grado de que se decía que este periódico era propiedad de la institución.

            No fue así. Recibimos apoyo del gobernador Alfredo Toxqui, que nos pagó publicidad institucional del gobierno adelantada y así compramos una prensa plana y dos intertipos, así como tipos movibles para los encabezados y como decimos al principio, salimos por primera vez en nuestra edición impresa, el 22 de diciembre de 1978.

            Muchos compañeros que nos siguieron en esta aventura: Ivonne Recek, María Eugenia Félix, Manuel Saldaña, Marcos Rodríguez, don J. Guadalupe Dávila, ya han fallecido. Quisimos formar una cooperativa, pero el elefante cansado y reumático de la burocracia de entonces nos lo impidió y acabamos siendo una Sociedad Anónima. Lo que siguió ya es historia reciente.

            A nuestro 40 aniversario hace dos años, asistió, invitada por nuestro actual director Arturo Rueda, la entonces gobernadora, primera en la historia de la entidad, Martha Erika Alonso de Moreno Valle, que estuvo acompañada por un servidor. Fue amable y simpática y nunca imaginamos que era la primera y última vez que hablábamos con ella: dos días después fallecía junto con su esposo, el ex gobernador, en el accidente de helicóptero que sorprendió y conmovió a todos.

            42 años después, estamos todos los mexicanos y los habitantes del mundo entero, sumidos en una crisis sanitaria y económica. Son tiempos difíciles para el mundo, por fortuna ya está en marcha la vacunación contra el coronavirus y eso nos revive la esperanza de una pronta solución a este problema. El gobierno estatal ya está tomando las medidas necesarias para enfrentar el rebrote de los contagios y hay que seguir los nuevos lineamientos que se den, pues es por el bien de todos (y todas, como dicen los clásicos)

Publicado en COLUMNAS
Jueves, 20 Diciembre 2018 16:51

La reunión de la nostalgia

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        Ayer después del medio día, estuvieron en las oficinas de este columnista, Jesús Rivera y Jesús Contreras, dos de los que formaron parte de la plantilla inicial de CAMBIO, hace 40 años.

        Fue una reunión de la nostalgia, digo yo, porque empezaron a hablar de quienes habíamos iniciado esta aventura periodística hace la friolera de cuatro décadas.

         En este edificio de la 2 Sur, frente a la escuela José María Lafragua, en el despacho número 10, empezamos a trabajar con las antiguas máquinas de escribir, que ahora ya casi no se ven y a imprimir el periódico en una prensa plana reciclada, adquirida en la ciudad de México.

          Se recordaron los nombres de quienes integramos el grupo fundador y resultó que un buen número de ellos ya ha fallecido.

           Marcos Rodríguez Barradas, especializado en notas económicas; J. Guadalupe Dávila, que escribía sobre cuestiones deportivas; Ivonne Recek de Luque, que escribía una columna de tipo social llamada “Qué hay de nuevo Pusycat” y Manuel Saldaña, que aprendió aquí el oficio de prensita. Otro elemento fallecido ya, que acompañó al grupo en el inicio de la aventura, fue Ramón Sáinz López y otro más, Alfonso Yánez y Delgado, que fue muy entusiasta en la conformación de la empresa, pero ya no participó en su posterior desarrollo por tener otras ocupaciones. Alfonso sigue vivito y coleando, lanzando sonoras carcajadas al espacio y haciendo rabietas debido a su avanzada edad.

          Mención aparte con todo nuestro reconocimiento, la compañera María Eugenia Félix, una publicista muy capaz, quien dio todo de sí, en un periódico que se iniciaba y por cuyo trabajo pudimos sobrevivir sin mucho problema, los primeros meses. Maru, como le decíamos sus amigos, falleció varios años después del nacimiento de este diario.

          Para todos ellos nuestro reconocimiento y nuestro agradecimiento por su apoyo. Los recordamos con gran aprecio de nuestra parte, donde quiera que estén.

          El primer número de Cambio salió a la luz el 22 de diciembre de 1978  poco después del medio día. Le ganamos a La Voz de Puebla, el diario vespertino de la cadena García Valseca, decíamos en broma, pues los trabajadores del taller, no le habían agarrado todavía la onda al manejo de la prensa.

          Haiga sido, como haiga sido, salimos y luego nos declaramos en vacaciones, para poder organizar mejor el trabajo del taller de imprenta que teníamos, antigüito y todo, pero era nuestro taller. Además todo mundo ya andaba en esas ondas de la Navidad y el Año Nuevo y de las vacaciones y pues se nos hizo fácil......

          Pero además, este reportero, que era director fundador del diario, tenía un problema personal, la gravedad de mi padre que falleció el 5 de enero del 79, cuando Puebla se aprestaba para recibir por primera vez la visita de un Papa, Juan Pablo II, que vino a inaugurar los trabajos de la CELAM, que se realizaron en esta ciudad y que reunieron aquí a lo mas destacado de la Iglesia Católica de América Latina.

          Puebla había sido escenario, en los años sesenta de una encarnizada lucha por el control de la UAP, única universidad que existía en la entidad.

          Es ahora la universidad pública más importante de Puebla y su control se lo disputaban organismos religiosos  del catolicismo y de la iniciativa privada, contra grupos liberales, masónicos e izquierdistas.

           La lucha duró diez años y en 1972, triunfó finalmente el grupo liberal que los católicos llamaban “comunista” y la entidad poblana empezó a recobrar la calma.

           La llegada del gobernador doctor Alfredo Toxqui, contribuyó enormemente a serenar los ánimos rijosos de los dos grupos que provocaron la división de la sociedad poblana.

           Ya sin los enfrentamientos entre las dos corrientes ideológicas que dominaban el ambiente, se aceleró el desarrollo y se pudo lograr un crecimiento que a todos beneficia.

           Los universitarios de los distintos grupos contribuyeron a desmontar la violencia dentro de las instalaciones universitarias, escribiendo sus principales líderes, artículos sobre los temas en disputa, en las páginas de nuestro diario.

           Además, el gobierno estatal, facilitó la creación, con reconocimiento oficial, de la UPAEP, universidad de tipo confesional a la que se inscribieron alumnos de tendencia conservadora.

          Ahora Puebla cuenta con más de cien universidades privadas en varias de sus principales ciudades, principalmente en la capital, que atraen a alumnos de entidades vecinas y de otras no tan cercanas a nosotros.

           La Puebla conservadora se ha transformado. Esta es una entidad liberal, abierta a todas las corrientes del pensamiento, tolerante y sin prejuicios.

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