Lunes, 05 Diciembre 2022 21:09

Amenaza del PAN al PRI

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

           El Partido Acción Nacional, de derecha, ya se da el lujo de amenazar al PRI, su eterno adversario y ahora su aliado. Santiago Creel, presidente de la Cámara de Diputados, dijo en forma contundente: “Si el PRI cede en el asunto de la reforma electoral, se acaba la alianza Vamos por México”.

           Y aunque en un arranque de dignidad, el diputado Moreira Valdez, coordinador de la bancada de su partido, lo llamó a la prudencia y a respetar el criterio de los aliados, lo cierto es que los panistas ya se sienten superiores a todos, a pesar de que tienen a la dirigencia nacional más mediocre de su historia.

          Lo malo es que hay priistas que aceptan esa superioridad panista y piensan que solo aliados con los conservadores podrán recuperar el poder.

         La senadora priista Claudia Ruiz Massieu, al proponer a Eduardo Rivera Pérez, como candidato de la alianza PRI, PAN, PRD, para la gubernatura del estado, “porque tiene gran aceptación”, pensó seguramente que su partido no tenía gente para eso y el dirigente estatal Néstor Camarillo, le tuvo que aclarar las cosas.

         Don Eduardo Rivera, es el panista que actualmente gobierna el municipio de Puebla. Ya fue presidente municipal hace algunos años, pero no lo dejó gobernar el primer gobernador panista de la historia de Puebla, don Rafael Moreno Valle Rosas, que además de haberlo hecho a un lado, al final de su trienio lo acusó de corrupción; le exigía el pago de 25 millones de pesos y amenazó con meterlo a la cárcel. Ya lo hemos dicho, tres mujeres panistas importantes, protestaron ante el comité nacional de su partido y el gobernante estatal tuvo que dar marcha atrás y no solo eso, sino designarlo candidato a la reelección, en lo que falló, pues todo mundo sabía que iba a ser la misma historia, pues la esposa del gobernador era la candidata del PAN para sucederlo en la gubernatura y don “Lalo” iba a ser relegado nuevamente.

           Cómo va a tener gran aceptación un político que al llegar al poder municipal se la pasa ideando cobrar impuestos por todo: colocar estacionómetros en el centro histórico; cobrar elevadas multas a quien no pague por el tiempo que estuvo estacionado; cobrar a los habitantes del municipio una cuota especial para el alumbrado público y así se la pasa inventando nuevos pagos que en la situación de crisis que vive el mundo, pues caen mal a los ciudadanos y si ese político tenía alguna compasión por el mal trato que recibía del gobernador en turno, pues la perdió.

            PARA LOS OPOSITORES AL GOBIERNO FEDERAL LA marcha realizada en Puebla el pasado domingo, fue de acarreados, lo cual sobre todo los panistas, la relacionan con los acarreos que hacía el PRI para sus mítines.

           No todos los actos políticos del PRI se hacían con acarreos. Sí es cierto, que facilitaban la transportación de simpatizantes y se les repartían refrescos y tortas compuestas para que se alimentaran, pero en muchos casos la gente venía por su voluntad, aunque no costeaban el viaje,

            Todo mundo recuerda que en el registro de la candidatura para gobernador de Melquiades Morales Flores, arribaron a Puebla miles de campesinos de todo el estado y que ya estaba la columna en la 5 Poniente 122, donde estaban las oficinas del PRI estatal y la calle estaba llena de gente hasta el paseo Bravo y después del registro, encabezada por el propio Melquiades, avanzó hasta el boulevard 5 de Mayo.

            Los actos que presidían los gobernadores Alfredo Toxqui, Guillermo Jiménez Morales y Mario Marín, fueron multitudinarios con acarreados que venían por su voluntad y alegremente, pues fueron gobernantes que tuvieron fuerte apoyo popular.

           EL ACTO DEL DOMINGO, TUVO ESAS CARACTERÍSTICAS. Suponiendo que el gobierno del estado haya facilitado la transportación de las personas que de toda la entidad se concentraron en esta capital, vinieron por su voluntad para apoyar a un presidente de la república, que es querido por la inmensa mayoría de la población, principalmente de la que vive en pueblos y colonias populares, por los beneficios que se derivan para todos, de la aplicación de una política que tiende a disminuir la enorme desigualdad que ha caracterizado a México y que ha sido la causa de las más grandes y sangrientas revoluciones de su historia; la colonia, la Reforma y la Revolución de 1910.

           La multitud que marchó el domingo en esta capital, vino a respaldar al presidente más querido de los últimos sexenios y a pedirle que siga adelante y que cuenta con su apoyo. A esa gente no se le puede llamar acarreados. Ese es un término panista, que empleaba mucho para criticar al PRI, su ahora aliado, para justificar la enorme pobreza de sus propios actos políticos.

Publicado en COLUMNAS

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