Lunes, 14 Mayo 2018 04:32

La división interna de los partidos

Columna | P u l s o    P o l i t i c o

          La división interna de los partidos políticos amenaza con echar abajo las esperanzas de triunfo, que dirigentes y candidatos, tienen puestas en las próximas elecciones de julio.

         PRI, PAN, PRD y Morena, son las organizaciones partidistas que se han visto más golpeadas por las divisiones propiciadas por la falta de democracia en sus sistemas de selección de candidatos.

         En el Partido Revolucionario Institucional, las divisiones han alcanzado grados inconcebibles en otros tiempos. Ha tenido, el partido que durante décadas fue todo poderoso en México, una emigración hormiga nunca antes vista.

        El Partido Acción Nacional, inició su descomposición interna en los años ochenta, cuando le llegó la primera ola neopanista de los empresarios que impusieron la candidatura presidencial de Manuel J. Clouthier, Maquío, ex dirigente de la Coparmex.

         Perdió su identidad ideológica y desde entonces no ha podido reponerse pues parece haber perdido totalmente el camino. Hoy hay varios grupos regionales adheridos al panismo que usan las siglas del PAN, pero nada tienen que ver con el partido fundado por Manuel Gómez Morín, por ejemplo, Puebla.

        El PRD empezó a descomponerse en serio, con el surgimiento de Morena, fundado por Andrés Manuel López Obrador, que fue dirigente nacional perredista y dos veces candidato a la Presidencia de la República de ese partido.

        Morena, es el partido que ha sido el gran receptor de quienes han desertado de los tres grandes partidos mencionados. El crecimiento de esta nueva organización partidista, ha sido impresionante, pero eso mismo le ha impedido tener una ideología concreta, que le de identidad y sentido de unidad.

         En Morena han confluido políticos o aprendices de políticos, de todos los partidos, de todas las tendencias y al que han llegado oportunistas sin ninguna identidad ideológica, solo para buscar alguna posición política que les de poder y dinero.

         Han provocado al interior de esa nueva organización, divisiones y conflictos que han alarmado al líder de esa organización y candidato presidencial, López Obrador, que en varias ocasiones ya, ha hecho llamados angustiosos a los militantes, para que no dividan su voto, no voten por Morena para la Presidencia y por otros partidos para los senadores y diputados.

       Aquí en Puebla, las divisiones empezaron a surgir cuando se empezaron a designar candidatos a diputados federales y locales, así como a presidentes municipales, regidores y síndicos.

        Tenían que encontrar un culpable de eso, y lo encontraron en la persona del senador con licencia Miguel Barbosa Huerta, contra quien enfocaron sus baterías los grupos más rijosos.

         Barbosa ha tenido problemas graves en la región de Tehuacán, de donde es originario y en otras regiones del Estado.

         Si esta campaña tuvo la intención de dividir a los morenistas y descalificar al dirigente estatal y candidato a la gubernatura, lo está logrando, pues el llamado que hizo en Tehuacán el candidato López Obrador, para no dividirse y votar en bloque por los candidatos de Morena, no está siendo atendido.

          Los partidos chiquitos no tienen ningún problema de división interna, porque casi no tienen militantes. Por el contrario, a esos partidos les caen como del cielo, posibles candidatos a puestos de elección popular, que muchas veces no pueden encontrar fácilmente.

          Le dijimos en este espacio hace poco, que la gubernatura de Puebla quedará entre los tres principales candidatos para ese puesto, postulados por el PRI y sus aliados, Morena y sus aliados y el PAN y sus aliados. No hay más.

           Ya llevamos medio mes de campaña y faltan 45 días más, un mes y medio. Los candidatos Enrique Doger Guerrero, Miguel Barbosa Huerta y Martha Erika Alonso, están trabajando intensamente en todo el estado, realizando mítines, reuniéndose con personas y dirigentes de diferentes grupos sociales y parece que están logrando despertar el interés de los ciudadanos por participar en el proceso electoral que culminará el primero de julio próximo.

          Es temprano para señalar a un posible triunfador. Los tres están en igualdad de circunstancias para triunfar o perder. Las encuestas a estas alturas, podrían servir para medio orientar los trabajos de campaña, pero no pueden ser definitivas porque faltan muchos días para que culminen los trabajos de campaña de los candidatos, que podrían tener un repunte o una caída en los próximos días.

          Lo importante para partidos y candidatos, es lograr que el interés de la gente suba y no baje.

          El abstencionismo en Puebla ha sido siempre superior al 50 por ciento. Ojalá ahora se logre superar y ese porcentaje baje lo más posible.   

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