Columna | P U L S O   P O L I T I C O

         El partido Revolucionario Institucional, que durante casi 80 años tuvo el poder total en México, pues gobernaba desde la más humilde junta auxiliar o comisaría municipal, hasta la presidencia de la república, pasando por las cámaras de diputados federal y locales y por el Senado de la República, en las elecciones del 2018 se desplomó política y económicamente y hoy debe casi 350 millones de pesos y tiene hipotecado el edificio de la CNOP, que adquirió en 1988 y que se encuentra ubicado en un lugar privilegiado de la ciudad de México, muy cerca del monumento a la Revolución.

         El edificio hipotecado la semana pasada, está desocupado desde hace ocho años. La Confederación de Organizaciones Populares, CNOP, que agrupaba a las clases medias del país y que junto con los sectores campesino y obrero, agrupados en la CNC y en las centrales obreras, CTM, FROC y CROM, conformaban el partido, prácticamente ha desaparecido desde los tiempos en que Carlos Salinas de Gortari, el padre del neoliberalismo en México, estaba en el poder.
 
        DESDE EL AÑO 2019, EL PRI EMPEZÓ A VIVIR A  base de préstamos bancarios, pidiendo nuevos préstamos, para pagar los anteriores y así ha llegado a la situación actual, en que necesita empezar a hipotecar sus propiedades acumuladas durante sus años de gloria y esplendor para ir solventando sus compromisos económicos.

        Tiene un edificio para la CNC en la capital del país, que está semi-utilizado, pues también el sector campesino ha venido a menos, y no puede hipotecar los edificios de las centrales obreras, porque éstas son propietarias de sus inmuebles y además, solo le queda, y eso es un decir, la CTM. La FROC ya dejó su afiliación priista y la CROM anda desaparecida, casi extinguida.

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