Domingo, 15 Diciembre 2019 22:57

Fin de Año

Concluye un año que no puede sino alertar de las calamidades inmediatas que reventarán si no existe un esfuerzo mayúsculo de corrección.

Cierra el año con una economía devastada, con un país ensangrentado, con una debilidad extrema en lo exterior y con una penosa, y peligrosa, tensión interna.

La economía estuvo en recesión. Dos trimestres, el último del 2018 y el primero de este, la economía se contrajo. El resto del año se ha mantenida detenida. Crecimiento cero.

El colapso se produjo por una serie de medidas erróneas que avasallaron la confianza. La primera y más grave fue la cancelación del NAICM, que mandó la alerta de que el gobierno de Morena no respetaría los contratos. Canceló las rondas petroleras. Bajó los niveles de inversión pública. Apostó a proyectos sin sustento.

El resultado es esta economía en coma que comienza a resentirse en las mesas mexicanas. El dato más sensible es el empleo. 10 mil millones de pesos han sido retirados de las AFORES por personas que perdieron su empleo. De diciembre a noviembre, el IMSS ha registrado la generación de solo 345 mil nuevos empleos. Cada diciembre se pierden empleos, por cuestiones de la estacionalidad. El último diciembre se perdieron 370 mil. De repetirse, que es probable, será un año en donde se habrán destruido empleos.

La crisis económica hará que en breve se acentúe la tendencia en el incremento del delito patrimonial. Más asaltos, robos y extorsiones. Se sumará así un nuevo motor a la guerra intestina del crimen que cobró a octubre 32,565 vidas. La misoginia asesina se desbordó: 933 feminicidios: tres al día.  El año más violento de la historia registrada.

Cierto: el gobierno encontró un desastre. La detención de Genaro García Luna no es una sorpresa. En su momento, se denunciaron sus probables vínculos con el crimen. Nada ocurrió. La lección es clara: cuando los presidentes reciben información de desviaciones de colaboradores, tienen sólo una forma de atenderlo: cesándolas. No hacerlo transfiere hacia arriba la responsabilidad.

Pese a ello, la idea de que exhortando al crimen a dejar la delincuencia, ofreciendo perdón y regalando dinero pacificaría al país, resultó no solo ser muy mala: fue un fracaso. La realidad no miente.

Vimos una política exterior sin rumbo. Primero abriendo las puertas a migrantes para después perseguirles. La determinación de evitar tener una postura gallarda para defender al pueblo venezolano de sus captores. La invitación a Evo para correrlo dos semanas después. La nueva crisis externa está en marcha: un negociador que entregó todo a Estados Unidos con tal de firmar un tratado comercial.

Se permitió que Estados Unidos supervise la política monetaria. La paz laboral. El medio ambiente. La producción automotriz. Las exportaciones agrícolas. Nunca se había visto esta sumisión.

Pero preocupa mucho el estado de confrontación que hay entre mexicanos. Es preciso detenerla. El país enfrentará momentos muy duros. Presiones terribles.

Confrontar al país es un error mayúsculo que tendrá consecuencias de largo aliento.

Es preciso corregir. Matizar. Renovar un gabinete de bajo rendimiento. Abrazar la generosidad, el respeto y la concordia.

Todos lo agradeceremos.

Twitter | @fvazquezrig

Publicado en COLUMNAS

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