En campaña, el presidente electo prometió el retiro del Ejército Nacional de las calles, regresarlos a sus cuarteles y dejar en manos de los civiles el asunto de seguridad nacional y de hecho su frase fue “abrazos no balazos”, sin embargo, poco tiempo tuvo que pasar para que se diera cuenta, que la situación de inseguridad que se vive en México no se puede combatir con solo frases populista-fraternales.

Existen asuntos de carácter nacional que exigen una atención inmediata y estratégica e indiscutiblemente la Seguridad Nacional, es uno de ellos, es un asunto en el que no se pueden emitir juicios sin fundamento, ni experimentar y mucho menos, atacar con el eslogan de amor y paz.

Es un tema que requiere de una estrategia integral de seguridad nacional, que permita bajar los altos índices de violencia que se viven en todos los rincones de nuestro México, que permita contrarrestar el avance de los grupos criminales que tienen cooptado el país, dicha estrategia requiere de una auténtica política de seguridad pública, que no se solventa con la creación de una nueva policía cada seis años, porque se pierde tiempo capacitar y entrena a los nuevos integrantes, y ese tiempo es aprovechado por  los grupos criminales que siguen avanzando.

Aunado a lo anterior, dicha estrategia, desde 2006 con Felipe Calderón, se ha convertido en uno de los temas que más han dañado al país y sucede que termina por no servir y sino mire usted:

En diciembre de 2012, durante la Segunda Sesión del Consejo Nacional de Seguridad, el presidente Enrique Peña Nieto, anunciaba con bombo y platillo la creación de una Gendarmería Nacional, que contaría inicialmente con 10 mil elementos responsables de fortalecer municipios e instalaciones estratégicas, como aeropuertos y fronteras.

Y decía que la misma tenía como objetivo, lograr un México en Paz en un marco de respeto y protección a los derechos humanos y no hacer la guerra contra nadie, sin embargo, la Gendarmería Nacional, que el presidente Enrique Peña Nieto prometió en su época de candidato como una nueva policía con 40 mil elementos que mejoraría las condiciones de seguridad en el país, enfrenta hoy una realidad distinta: su tamaño es apenas de un 10 % de lo prometido, no es fuerza nueva sino un apéndice de una corporación que ya existía, y peor aún: desde su puesta en marcha los homicidios han subido en el país casi 47%. Es decir la nueva policía se convirtió en un experimento fallido que no tuvo ningún resultado positivo en la lucha contra la inseguridad que viven millones de mexicanos.

Ahora, la nueva propuesta sexenal de Andrés Manuel López Obrador es la creación de una Guardia Nacional, la cual, estará integrada por la Policía Militar, la Policía Naval, algunos elementos de la Policía Federal y nuevos reclutas jóvenes, además de que permitirá la participación de organizaciones de la sociedad civil, y plantear un combate fiscal contra el narcotráfico, estrategias que según el presidente electo, representan 20% del plan de seguridad, que se enfocará en atacar las causas de la inseguridad con empleo y apoyos sociales.

Es decir, el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador entregó a las Fuerzas Armadas el mando de las operaciones de seguridad pública en el País,a pesar de que el actual titular de la SEDENA declaró en meses pasados, que los militares no habían sido preparados para tareas de policía con lo que López Obrador, incumple su promesa de campaña de regresar al Ejército a los cuarteles; y de otorgarle las tareas de seguridad, únicamente de manera subsidiaria y temporal.

El fundamento para otorgar el mando de esta Guardia Nacional al Ejército, es que, el modelo es tomado de España, donde la Guardia Civil depende de las Fuerzas Armadas y de Francia, donde la Gendarmería también depende de las Fuerzas Armadas.

Fundamento a todas luces erróneo ya que al visitar el sitio oficial, de la Guardia Civil Española, nos dice que depende del Ministerio del Interior en cuanto a servicios, destinos y medios, así como, del Ministerio de Defensa en cuanto a ascensos y misiones de carácter militar, su director general tiene rango de subsecretario dentro de la Secretaría de Estado de Seguridad, que está a cargo de un civil y forma parte del Ministerio del Interior.

Por otra parte el caso de Francia, la Gendarmería Nacional también está bajo la autoridad del Ministerio del Interior, cuya titularidad es de carácter civil, donde el organigrama del Ministerio del Interior que aparece en su sitio oficial, la dirección general de la Gendarmería Nacional está bajo la supervisión de un alto funcionario de Defensa, que es nombrado con la participación de diferentes secretarios de Estado.

Como podemos observar, todo apunta a que nuevamente estamos ante una ocurrencia o una muy buena estrategia para centralizar absolutamente las tareas de seguridad, ya que se plantea que en tres años se cree un mando único, que revestirían aún más de poder la figura del ejecutivo, lo cual, puede resultar en un enorme riesgo para el México democrático que creímos haber construido, con los resultados del pasado proceso electoral.

Publicado en COLUMNAS

Puebla, Puebla.- Al conmemorar el Día del Ejército Mexicano, el gobernador Tony Gali reconoció el trabajo, dedicación y compromiso de las fuerzas castrenses, para defender y garantizar la seguridad de las familias, así como su pronta respuesta para atender contingencias.

Estuvieron presentes el Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez; el Presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, Carlos Martínez; el Comandante de la XXV Zona Militar, Raúl Gámez; el Secretario General de Gobierno, Diódoro Carrasco; la titular de Educación Pública, Patricia Vázquez; el Secretario de Seguridad Pública, Jesús Morales; el Fiscal General del Estado, Víctor Carrancá; el alcalde de Puebla, Luis Banck, entre otros invitados.

Publicado en GOBIERNO
Domingo, 07 Mayo 2017 16:31

¿Puebla en el subdesarrollo?

Columna | P u l s o   P o l i t i c o

      Pues sí. Según un estudio de Citibanamex dado a conocer la semana pasada, la entidad poblana, junto con Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Morelos, no han tenido un crecimiento en los últimos años, que los coloque dentro de las entidades desarrolladas o medianamente desarrolladas del país, sino por el contrario, han estado abajo del crecimiento promedio nacional y la tendencia continuará en este año, señaló.

     Estas entidades, están cayendo internamente, en una situación de subdesarrollo, pues han tenido un crecimiento inferior a la media nacional que fue de 1.5 por ciento. Están abajo en un 0.8 puntos porcentuales.

       Por tal razón se está creando un caldo de cultivo para la movilización social, que en este momento todavía no es grave, se dijo.

     Se señala en el trabajo realizado por la Dirección de Estudios Económicos del grupo financiero Citibanamex, que los estados con mayor desempeño en el ámbito económico han sido Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa y la Ciudad de México, cuyo promedio de su producto interno bruto, (PIB) ha sido superior al 4.1 por ciento.

      Estados como Tabasco, Campeche, Veracruz y Tamaulipas, tuvieron un descenso en la producción de petróleo y además, los precios de éste bajaron internacionalmente lo hizo tener una baja en el PIB.

     Pero definitivamente las entidades de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Puebla, están a la baja y son consideradas como las más pobres del país y en camino a estancarse en el subdesarrollo.

     Las manifestaciones de descontento social en Puebla, han venido creciendo de unos años a la fecha, principalmente de la gente de provincia.

     El empobrecimiento de la gente dedicada a las actividades agropecuarias, ha sido evidente. La producción de artículos básicos para la alimentación como maíz, frijol, arroz, ha ido a la baja.

     El surgimiento del robo de combustible y su rápido crecimiento en zonas antes dedicadas a la agricultura, como las regiones de Tepeaca, Tecamachalco, Acatzingo, y los demás municipios que ahora forman parte del “Triángulo Rojo”, y además Texmelucan, es explicable.

     Y según el estudio, esto apenas empieza, pues se señala en él, que la movilización social que está provocando el desplome económico de la entidad, “aún no es grave”.

     Se puede volver grave en cualquier momento. Acabamos de ver que el 5 de mayo, la fecha histórica que más se celebra en Puebla, fueron sepultados cuatro miembros del Ejército Nacional, que murieron en un enfrentamiento con los huachicoleros (ladrones de combustible) y que ante este caso, los gobiernos estatal y federal, han respondido con energía.

     Señalar que los estados más pobres del país, entre los que está Puebla, están cayendo en el subdesarrollo, debe preocuparnos a todos, por la sencilla razón de que llevaría años salir de esa condición que implica un fuerte apoyo a la agricultura y a la ganadería, la creación de empleos bien pagados en todo el territorio del estado, el mejoramiento y la ampliación del sistema educativo, lo mismo que el sistema de salud pública. Y eso no es fácil, porque se requieren recursos económicos bien empleados, canalizados precisamente a lo que la gente necesita.

     El gobierno de Antonio Gali, desde su campaña y atendiendo a los reclamos de la provincia poblana en el sentido de que se atienda a sus necesidades y no solo a la capital, ofreció que los 217 municipios del Estado, tendrían atención a sus problemas; a los reclamos de los campesinos por el abandono en que se ha tenido hacia los problemas que confrontan, ha respondido ya con acciones como la entrega oportuna de apoyos (semillas mejoradas, fertilizantes, insecticidas e implementos para el trabajo) y se están atendiendo también las quejas sobre la carencia de personal médico y de enfermería, así como de medicamentos, en los hospitales y centros de salud.

      La reorientación del gasto público es primordial. Los gobiernos estatales y municipales, todos, están obligados a utilizar con inteligencia y con sensibilidad social, los recursos a sus disposición. En muchos casos el empleo de esos recursos se ha hecho obedeciendo solo a intereses políticos o intereses personales, como se ha visto en varias entidades del país, varios de cuyos gobernadores andan huyendo de la justicia.

      Los primeros cien días del actual gobierno de Antonio Gali, han merecido la aprobación de poco más del 75 por ciento de los poblanos. Ojalá y así continúe y pueda evitarse que siga el deterioro de la economía y de la política social de estado.

      La izquierda y la derecha nacionales, están más divididas que nunca. El PRD, ha rechazado la “invitación orden” de unirse a Morena, expresada públicamente por López Obrador, al afirmar, que la izquierda debe adherirse a Morena, pero ya, porque después ya no tendrán chance.

       La derecha representada por el PAN, está ahora más dividida que nunca al grado de que Felipe Calderón con 35 años de militancia, hijo de uno de los fundadores de ese partido, ex dirigente nacional y para colmo y desgracia de los mexicanos, uno de los peores presidentes que hemos tenido, ha amenazado al partido con salirse de sus filas y hacer que su esposa, Margarita Zavala, sea candidata a la Presidencia, de forma independiente.

     Escenificó ante los 500 miembros del Consejo Nacional (máxima autoridad de ese partido) un pleito verbal con el senador tabasqueño Juan José Rodríguez Prats, quien le dijo que quiere imponer a su esposa como candidata, como impuso a Germán Martínez y a César Nava, en la dirigencia nacional del partido blanquiazul cuando era presidente de la república, al más puro estilo priista, en forma autoritaria y al margen de los estatutos del partido.

      Varios personajes del panismo, entre ellos Ricardo Anaya, el actual dirigente nacional, expresaron que no creen que Calderón renuncie al partido, pero la amenaza está ahí y sinceramente, no creemos que el PAN pierda mucho si se sale este Felipillo, al contrario, ganaría puntos.

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