Miércoles, 26 Febrero 2020 18:42

El abandono del campo, enciende luz roja

Columna | P U L S O     P O L I T I C O

           Los último gobiernos federales han propiciado el abandono del campo mexicano, lo que ha provocado que actualmente estén encendidas las luces rojas de alarma en todo el país.

          México está importando el 45 por ciento de los granos básicos que son la base de la alimentación de los más de 120 millones de habitantes del país.

          El Presidente de la Liga de Comunidades Agrarias de Guanajuato, Rafael García del Horno, dijo que nuestro país tiene un enorme rezago en productividad, organización, capacitación en el campo. Estamos atrás de muchos países similares al nuestro. Solo el uno por ciento, de los cinco millones de productores agropecuarios que nos quedan, recibe orientación de extensionistas.

           Se hace necesario que las autoridades relacionadas con la producción agropecuaria, las universidades con carreras relacionadas con la producción alimentaria y todas las organizaciones de campesinos y ganaderos, se unan para resolver los graves problemas que se padecen en el campo mexicano, pero esto es urgente.

           Ya solo quedan en el país, 5 millones de productores que trabajan sin ningún tipo de apoyo, pues desde hace unas décadas, las autoridades se solazan hablando de nuestras exportaciones de aguacate, pepino y otras hortalizas, pero se olvidan que somos dependientes de importaciones de maíz, fríjol, arroz, de oleaginosas y de leche y sus derivados, de productos cárnicos, etc.

            No producimos lo básico y eso nos hace país “dependiente alimentario”.

            El promedio de edad de nuestros agricultores y ganaderos es de 55 años. La población joven ha abandonado el campo en busca de un mejor porvenir. Incluso, quienes estudian una carrera técnica universitaria relacionada con la producción agropecuaria, buscan trabajo en las ciudades y no en el medio rural.

           Consideran los dirigentes campesinos, que en el 2050, es decir, dentro de 30 años, si continúa la actual situación, tendremos un campo desolado, con una mayor población urbana que demandará alimentos que tendrán que importarse. Nuestra dependencia del extranjero, aumentará. Si ahora importamos el 45 por ciento de alimentos básicos, llegaremos a importar más del 60 por ciento y nos convertiremos en un país sumamente vulnerable. Por eso es urgente atender los problemas agropecuarios ahora. Si seguimos esperando, caeremos en una situación de catástrofe alimentaria.

             A raíz de los últimos acontecimientos ocurridos al interior del Partido Revolucionario Institucional, tanto a nivel nacional como local, hemos platicado con varios priístas que se muestran sumamente decepcionados.

            En Puebla no le ven futuro a su partido y menos con lo que está ocurriendo en lo referente a la renovación de la dirigencia estatal.

             De los nombres que se mencionan para asumir la presidencia del partido en la entidad, ninguno les convence. Nos dicen que todos son cartuchos quemados y el más joven, Camarillo, es desconocido para la mayor parte de los militantes.

             Las sugerencias que han surgido tanto del comité nacional como local, de la necesidad de aliarse con otras fuerzas políticas, (eso de fuerzas es un decir)  les parece totalmente inadecuado, máxime que la intención que se percibe es la de aliarse con el PAN, que proviene del partido conservador que en el siglo XIX, después de la Independencia, fue el principal enemigo del liberalismo, corriente que dio origen al PRI. Una alianza entre esos partidos, tradicionalmente adversarios, sería peor que la alianza PAN-PRD, que colapsó a ambos por ser totalmente incongruente, provocando incluso, la salida de muchos panistas que se negaron a ser aliados de los odiados, para ellos, comunistas; y la salida de muchos perredistas, que se negaron a una alianza tan absurda, con la derecha más extrema.

            A juzgar por los comentarios expresados en nuestras pláticas con los priístas, el PRI no tiene remedio. Se habla de que la nueva dirigencia estatal, será impuesta por la cúpula nacional, que las divisiones que en estos últimos tiempos se han observado al interior del partido, se continuarán ahondando y que la unidad no se logrará, porque no se busca realmente. Todos quieren que las cosas se resuelvan de acuerdo a sus intereses de grupo o personales, nadie habla de la necesidad de fortalecer la ideología. Algunos dicen que el PRI debe regresar a sus orígenes y cuando se les pregunta sobre esos orígenes, no responden o evaden la respuesta con referencias a López Mateos, a Ruíz Cortines y en mayor número a Cárdenas.

             El PRI, nos dijo uno de nuestros entrevistados, ya lo perdió todo: sus pilares más sólidos, como fueron los sectores Obrero, Campesino y Popular, prácticamente ya no existen; ya no tiene discurso, porque perdió su ideología liberal, revolucionaria, nacionalista. Incluso, nos dice, ha perdido el orgullo que muchos sentían de pertenecer a tal o cual agrupación priísta. Hay desgano, falta de entusiasmo, falta de identidad. Haber qué pasa en las próximas semanas, pero lo más seguro es que no pase nada.

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          Para nadie es un secreto que los gobiernos neoliberales que ha tenido México, del PRI y del PAN, abandonaron a su suerte al agro mexicano desde hace casi treinta años y que eso propició una fuerte emigración de campesinos hacia las grandes ciudades del país y sobre todo, hacia los Estados Unidos.

           Para los tecnócratas, educados en Harvard, la producción de alimentos debería se enfocada solo a los cultivos que fueran de exportación, que dejaran dinero y esos cultivos de frutas y hortalizas, requerían de agua para riego y como en la mayor parte del país la agricultura es temporalera, es decir, requiere de la lluvia que a veces escasea en numerosas regiones y se pierden las cosechas, pues entonces se debería dejar de producir maíz, frijol, arroz, soya, etc., alimentos básicos en la dieta mexicana (la soya para la fabricación de aceite para comer) lo que nos convirtió en dependientes alimentarios.

              Por determinación de los gobiernos tecnocráticos, desde Salinas hasta Peña Nieto, se retiraron los apoyos a la agricultura y a la ganadería y se dejó a los campesinos en completo desamparo.

              Puebla no fue la excepción, pero en el gobierno del recién fallecido ex gobernador Rafael Moreno Valle, la situación se agravó, pues el mandatario estatal, formado escolar y profesionalmente en los Estados Unidos, redujo el presupuesto destinado a agro poblano el mínimo. Como no lo había hecho ningún otro gobierno estatal.

             Instituyó un programa de “moto-tractores” que resultó un soberano fracaso y que pese a ello, lo sostuvo durante seis años, provocando la pauperización de las familias campesinas, sobre todo las de las zonas indígenas, que llegaron a las ciudades como la capital del estado, a alquilarse en trabajos de servidumbre, a pedir limosna o a vender chicles en los cruceros importantes y a lavar parabrisas, los más jóvenes.

               Por eso es importante, que en sus campañas, dos candidatos a la gubernatura, Miguel Barbosa Huerta y Alberto Jiménez Merino, hayan ofrecido ya regresar los apoyos al campo, mejorar la pequeña y mediana agricultura y apoyar a los pequeños y medianos ganaderos productores de leche y otros productos lácteos, todo esto, acorde a lo que ya está haciendo a nivel nacional, el gobierno federal presidido por Andrés Manuel López Obrador.

             Tanto el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, como el del Partido Revolucionario Institucional, tienen un origen campesino. Ambos nacieron en el seno de familias dedicadas a la pequeña y mediana agricultura. Conocen desde niños no solo los problemas que tuvieron que enfrentar sus padres, sino sus vecinos y familiares, pues crecieron en pueblos cuya actividad principal es la agricultura.

             Es muy importante el origen y la formación escolar de los políticos para no salirse de la realidad local o nacional.

              Tanto Barbosa Huerta como Jiménez Merino, estudiaron en escuelas y universidades oficiales y han llegado a donde han llegado, gracias a la llamada “cultura del esfuerzo”.

              La tecnocracia mexicana, por lo general, hijos de políticos importantes o de gente urbana y económicamente pudiente, se educaron en escuelas y universidades privadas nacionales o extranjeras y se alejaron de la realidad nacional y muchos, hasta olvidaron nuestra historia.

               No queremos decir con esto que ellos no tengan derecho a aspirar a gobernar este estado o este país, pero deben hacerlo sin alejarse de lo que vive y siente la mayoría de la población, que como dijo en su campaña en 1958, el licenciado Adolfo López Mateos, refiriéndose a Luis H. Alvarez, el candidato del PAN, egresado de una universidad gringa: “Se olvida que el pueblo de México, no tiene el dinero necesario para irse a educar a una universidad de Texas”.

              Por cierto que Luis H. Alvarez, llegó a ser un político realista, que tuvo el reconocimiento de los políticos de todos los partidos, por su acertado desempeño en los puestos que llegó a ocupar tanto en su partido, el PAN, como en el gobierno como diputado y senador.

              La reunión que sostuvieron el gobernador Guillermo Pacheco Pulido y el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, es una muestra de que la relación de un gobierno laico, con el dirigente religioso de la Iglesia Católica, que sigue siendo, pese a su sensible baja, la mayoritaria en este país, puede ser muy provechosa, cuando hay respeto y comprensión de ambas partes.

             La Iglesia Católica y el Gobierno Estatal, trabajaran juntos y en forma coordinada, en los trabajos de prevención por algún posible desastre en los pueblos cercanos al Popocatepetl, que ha estado muy activo.

             La Iglesia, a través de sus curas y en sus instalaciones, pueden ser muy útiles para orientar y albergar en caso necesario, a los habitantes de la zona que lo requieran, y el gobierno del Estado, puede brindar su apoyo a la institución religiosa, para que ese apoyo sea más eficaz.

             Nada de esto se ha hecho en lo oscurito, todo ha sido público y transparente.

             El rumor de que Eukid Castañón y Mario Rincón, destacados morenovallistas, se hayan pasado a Morena, es un rumor falso, nos dicen.

              Ambos personajes se mantienen al margen, por el momento, de cualquier partido político......Lo que sí es cierto, es que el PRI ha dejado escapar a muchos de sus cuadros más capacitados en la actividad de campo y eso le ha dañado mucho. Pero ya viene de tiempo atrás y en gran parte se debe a los malos dirigentes priístas nacionales sobre todo, que han actuado sin conocimiento, pero también sin emoción; como simples burócratas.

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