Columna | SIN LÍMITES

*Con la muerte de Carranza terminó la Revolución Mexicana: Historiador

El pasado 21 de mayo se cumplieron los 100 años de la muerte de don Venustiano Carranza en la población de Tlaxcalantongo, junta auxiliar de Xicotepec de Juárez, en la Sierra Norte de Puebla.

Este hecho, de acuerdo a una conferencia virtual que el historiador Javier Garciadiego Dantán, ex Presidente del Colegio de México y Director de la Capilla Alfonsina, es relevante porque al morir Carranza, en ese lugar poblano, nació el Estado Mexicano Posrevolucionario y terminó la Revolución Mexicana.

La plática la organizó el Colegio Nacional en redes sociales y tuvo lugar el día 21, donde señaló que estos hechos tan importantes para el país, no se han señalado de manera relevante desde el punto de vista histórico, debido a que los sucesos de aquella madrugada en Tlaxcalantongo, se han novelizado demasiado.

Acotamos nosotros que son cosas de la vida. Puebla Capital fue la cuna de la Revolución Mexicana con el alzamiento y muerte de Aquiles Serdán y en Tlaxcalantongo, en la Sierra Norte de Puebla, terminó la Revolución Mexicana y nació el nuevo Estado Posrevolucionario.

Estos fueron los principales conceptos de Garciadiego en su charla:

-Las clases medias revolucionarias eran integradas principalmente por los militares sonorenses Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, quienes pudieron agrupar después a las clases populares que encabezaban Francisco Villa y Emiliano Zapata.

-Después crearon un partido político y un sistema que a la fecha tiene duración. Aglutinaron centrales obreras como la CROM y con los campesinos, promovieron la reforma agraria y la repartición de tierras.

-Al morir Carranza se terminó la etapa armada de la Revolución Mexicana y nació el Estado Nacional Posrevolucionario. 

-Carranza no era muy popular, pero era el hombre de mayor experiencia política de todo el grupo revolucionario. 

-Madero inició el proceso revolucionario y Carranza acabó con el antiguo régimen. Con su experiencia enfrentó en 1916 el grave problema de la Expedición Punitiva de EU y logró en 1917 la promulgación de una nueva Constitución.

EL ASESINATO, LLAMATIVO PARA NOVELAS

-El asesinato de Carranza tiene elementos novelescos, por eso existen muchas crónicas, memorias y testimonios al respecto, como los escritos de Francisco L. Urquizo, Martín Luis Guzmán y Fernando Benítez.

-Esos elementos los integran la huida a Veracruz para instalar el Gobierno, que llevaba el tesoro nacional, la traición y el asesinato o un posible suicidio. Esto último, es una discusión difícil de concluir, porque no hubo autopsia sino embalsamamiento del cadáver, además de que hay tortuosos documentos judiciales. En lo personal creo que fue un asesinato.

-Existieron duras peripecias. La travesía puede reconstruirse en forma tan detallada como se quiera, pero basta con Tetela de Ocampo, Cuautempan y La Unión, donde hicieron contacto el día 20 con Rodolfo Herrero, un oscuro militar federal originario de la región de Zacatlán que se había convertido en rebelde pelaecista desde 1915, pero que pocos meses atrás se había amnistiado a través del general carrancista Francisco de P. Mariel, quien presentó a Herrero con Carranza.

-De La Unión, y ya con Herrero, el grupo se dirigía a Villa Juárez (hoy Xicotepec) para preparar el itinerario del día siguiente. Herrero se despidió, para regresar en la madrugada del día 21 con una veintena de hombres, divididos en tres grupos y atacar al contingente presidencial, concentrando el fuego en la choza donde dormía Carranza y otros cinco.

-Los disparos los dirigieron al lugar de la choza donde sabían que dormía el Presidente. La mejor prueba es que fue el único herido, pues el resto de sus acompañantes lograron escapar, si bien varios fueron hechos prisioneros por Herrero.

-Los acontecimientos posteriores no pueden ser olvidados. Enterado de lo sucedido, Mariel se lanzó contra Herrero, pero quienes iban como sus prisioneros, Manuel Aguirre Berlanga, Paulino Fontes, Pedro Gil Farías e Ignacio Suárez, quienes, salvo Fontes, habían dormido en la misma choza que Carranza, le pidieron que no los atacara porque, en rigor, el presidente se había suicidado.

-A su vez, el cadáver fue enviado a Villa Juárez para ser embalsamado por el médico de la Compañía de Luz y Fuerza de Necaxa, de apellido Sánchez Pérez. Sin conocimientos de medicina forense, no practicó una autopsia, a pesar de lo cual detectó dos heridas en el tórax por arma de fuego, otra en el epigastrio, una más en el muslo y una última en la mano izquierda, número suficiente para poner en duda la versión del suicidio y para suponer que Carranza había sido acribillado desde el exterior de la choza.

-Sin embargo, estas posibilidades no son excluyentes. Hay quienes sostienen que Carranza recibió el balazo en la pierna, y que para no caer en manos de la soldadesca que lo atacaba y luego ante Álvaro Obregón y Pablo González, él mismo prefirió darse un último disparo.

-La historia tiene procesos de corto tiempo y secuelas de largo tiempo. Cerremos el caso del asesinato de Carranza, que el biógrafo ceda el paso al historiador. Olvidemos también de si fue o no suicidio, la historia no es una ciencia forense ni el historiador un agente del Ministerio Público.

LOS CUATRO ERRORES DE CARRANZA

-Carranza tuvo cuatro errores principales: Primero, debió hacer concesiones a villistas y zapatistas ya habiéndolos vencido, pues era imposible construir un Estado revolucionario si no se integraba a los sectores populares más importantes de aquel proceso. Segundo, no fue atinado confrontarse con Estados Unidos, pues al concluir la guerra en Europa, pasaría a ser la principal potencia mundial. Tercero, su aplaudible política civilista fue prematura y en política las propuestas más atinadas si son prematuras, terminan siendo fallidas. Cuarto, equivocó toda su estrategia sucesoria.

-Concluyamos que la revuelta de Agua Prieta fue breve, anodina, carente de cualquier épica, en la que no participó la sociedad civil, pues fue un ajuste de cuentas entre la clase política y los sectores militares dentro del grupo constitucionalista.

-Al margen de su oprobioso final, las secuelas y consecuencias de la revuelta de Agua Prieta fueron largas y positivas. En ese 1920, en Tlaxcalantongo, nació un nuevo tipo de Estado Posrevolucionario, encabezado por clases medias y populares, ya no por élites como Carranza o incluso Madero.

-Era un nuevo Estado no radical, pero que integró a los sectores populares, villistas y zapatistas, dispuesto a hacer concesiones sociales a campesinos y obreros, que recuperó a quienes el carrancismo tenía marginados y terminó la etapa armada de la Revolución Mexicana.

-Fue un Estado que se prolongó hasta el cardenismo y más allá. En esto radica la verdadera importancia histórica del asesinato de Carranza.

En fin, como dice el corrido popular de La Cucaracha:

Ya se van los Carrancistas,
ya se van para Perote,
y no pueden caminar,
por causa de sus bigotes.

La cucaracha, la cucaracha,
ya no puede caminar;
porque no tiene, porque le falta
marihuana que fumar.

Con las barbas de Carranza,
voy a hacer una toquilla,
pa' ponérsela al sombrero
del señor Francisco Villa.

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Publicado en COLUMNAS

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