Miércoles, 25 Marzo 2020 20:14

El mundo no está perdido, está desorientado

Columna | P U L S O    P O L I T I C O

           Quienes piensan que la pandemia del coronavirus acabará con el mundo y quienes en México creen que todo es culpa del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, están totalmente equivocados. Unos y otros están desorientados por carencia de información sobre lo que ocurrió en el pasado, cuando la ciencia no estaba adelantada, como lo está hoy y cuando en México, los gobiernos corruptos hacían y deshacían a su antojo y nadie les decía nada, nadie les reclamaba, porque les daban información falsa o simplemente no les informaban.

            Este siglo XXI por fortuna, se nota diferente incluso al siglo XX , pues muchos prejuicios que todavía prevalecían en el llamado Siglo de las Luces, se están viniendo abajo.

            Para que se de una idea de lo que fue el pasado comparado con el presente, le daremos unos datos que Alfonso Pérez Daza, académico de la UNAM, da a conocer un magnífico artículo periodístico publicado ayer en el diario capitalino El Universal:

            En 1520, cuando los españoles desembarcaron en nuestro país, lo que hoy es México tenía 22 millones de habitantes aproximadamente. Esto fue en marzo de ese año.

            En diciembre también de 1520, la población mexicana se había reducido a solo 14 millones, ocho millones menos que cuando llegaron.

            ¿Cuál fue la causa de esta drástica disminución de habitantes? La viruela, enfermedad desconocida en el nuevo mundo y para la que los nativos no tenían defensas. Esto mismo ocurrió en Hawai, donde los ingleses originaron una pandemia al introducir en ese país, los gérmenes patógenos de la tuberculosis, la sífilis y la fiebre tifoidea.

             Durante la Primera Guerra Mundial, en 1918, surgió la llamada “gripe española” en las trincheras del norte de Francia, que se extendió por todo el mundo provocando una afectación de 500 millones de personas, aproximadamente. Y entonces no había transporte aéreo que llevara a los viajantes de un lugar a otro del mundo, en menos de 24 horas, como ocurre ahora. A pesar de eso, los estragos de esos males se redujeron drásticamente por los adelantos que ya se tenían. Los fallecimientos fueron en mucho menor cantidad que los registrados en los siglos XVI , XVII y a principios del siglo XX.

              Los más recientes problemas de salud como la gripe aviar, la gripe porcina y el ebola, han podido frenarse gracias a los avances de las ciencias médicas y el índice de contagios y fallecimientos, han sido comparativamente mucho menores.

             El coronavirus se ha esparcido rápidamente por la facilidad y rapidez de las comunicaciones modernas. En un tiempo record aparecieron 300 mil casos repartidos en 160 países Y hasta la fecha, van 15 mil muertos aproximadamente.

              Hay que tener confianza. Las cosas ya han evolucionado para bien: ahora hay organismos internacionales que están pendiente de todo, que dan línea a los países para proteger a sus respectivas poblaciones. Laboratorios de todo el mundo están empeñados en encontrar rápido una vacuna protectora y los medicamentes más eficientes para aliviar a quienes han contraído el mal.

              Los gobiernos trabajan y seguramente coordinarán sus trabajos, para aminorar los estragos económcos que esta pandemia ya está provocando.

              Esto se ha prestado, en el caso de México, para hacer politiquería barata, guerra sucia, como le llamaron en el 2000, cuando el PAN la trajo para emplearla contra el PRI en la campaña presidencial de Vicente Fox. Les dio resultado y ahora no la quieren dejar, a pesar de que el pueblo en general, la rechaza.

              Hay que tener fe y confianza en nosotros mismos, en nuestras autoridades y en las fortalezas que a través de nuestra agitada historia, ha mostrado nuestro pueblo.

Publicado en COLUMNAS

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