Columna | P U L S O    P O L I T I C O

             El Partido Acción Nacional, contra lo que dice su dirigente estatal, no ha logrado la unidad, siguen las divisiones por lo que panistas encabezados por Ricardo Gali, acusan  a sus dirigentes de simular tener democracia interna, pero no cumplen ni los requisitos que establece la convocatoria para elegir candidatos a diputados locales y presidentes municipales y síndicos. Se está imponiendo a los amigos o a los que le llegan al precio de las candidaturas.

             Ni siquiera se forman ternas para escoger al mejor prospecto o elegir a alguno como candidato de unidad. Eso es lo que está estipulado y no se cumple, señalaron.

             Quienes están contra la forma de proceder de la dirigencia panista Genoveva Huerta, afirman que con su forma de actuar, los dirigentes del PAN le están haciendo el “caldo gordo” a la Cuarta Transformación.

             “Ya tenían pensado lanzar como candidato a la presidencia municipal de Puebla, a Eduardo Rivera. Todo lo tenían decidido, pero nos vamos a defender hasta las últimas consecuencias”, señaló Ricardo Gali.

              Se afirmó en la conferencia de prensa, que la diputada Mónica Rodríguez es la representante del partido y no Oswaldo Jiménez, que carece de toda representación y está acusado hasta de la venta de candidaturas.

              Total, aquello de que el PAN ya logró la unidad mediante el diálogo entre los grupos, ha resultado totalmente falso. Como falsa es la democracia interna de la que siempre han presumido los panistas.

              PERO NO SOLO EL PAN, TODOS LOS PARTIDOS HACEN presunciones de fuerza, de candidatos idóneos, de unidad, etc, y todo eso es totalmente falso, pues los partidos políticos mexicanos, llámense Morena, PRI, PAN, PRD, Verde o Movimiento Ciudadano y demás, carecen de estructura y consecuentemente de organización y de unidad. Sus afiliados son muy pocos y no tienen en su mayoría ni oficio político, ni sensibilidad social, indispensables para ser buenos candidatos.

              Ideológicamente todos los partidos andan por la calle de la amargura por elemental lógica: casi todos los políticos, salvo excepciones, pasan de un partido a otro con una facilidad asombrosa.

              Ninguno tiene escuela de cuadros, ninguno tiene una publicación impresa regular, que oriente a sus miembros sobre lo que el partido propone a la ciudadanía, lo que se debe esperar de dicho partido, lo que sus militantes deben ser, lo que se espera de ellos.  A veces el partido en el poder, saca un periodiquito de cuatro o de ocho páginas, pero no lo hace en forma regular. Su dirigente nacional ofreció como candidato a la dirigencia nacional, un proyecto excelente, que incluía la formación de comités seccionales y reanudar la publicación semanaria de un periódico partidista. Nada de esto se ha cumplido.

             EL DIRIGENTE ESTATAL DE MOVIMIENTO CIUDADANO, Fernando Morales, dice que su partido va solo, es decir sin ninguna alianza, a la conquista de diputaciones y presidencias municipales y que como sus candidatos son muy bien entrenados políticamente y como son muy capaces y populares, van a ganar.

            Todos los dirigentes de partidos políticos deben pregonar su triunfo y echar de su ronco pecho elogiando a sus candidatos, pero por desgracia la realidad es otra.

            El Verde Ecologista de México, el Movimiento Ciudadano y otros, han sido partidos satélites, siempre aliados de PRI, PAN, y ahora de Morena. Y han sido aliados de los grandes, para poder obtener una votación del 3 por ciento que les permita conservar su registro. Cuando se deciden a ir en solitario, porque ya maduraron, según ellos, porque ya son mayores de edad, lo más probable es que se derrumben, porque si realmente quisieran crecer, fortalecerse y ser independientes, deberían trabajar en ello.

Recursos no les faltan, los gobiernos federales y locales les otorgan subsidio, que ellos llaman paticipaciones, millonarios. En estas elecciones el gobierno federal gastará miles de millones de pesos para sostener el costosísimo aparato electoral, el más caro del mundo y el también enorme costo que tienen los partidos que han sido y siguen siendo partidos electoreros, que solo se sabe de ellos en tiempos de elecciones. Se las ven negras para conseguir ciudadanos que acepten representarlos como candidatos, en las elecciones federales y locales y tienen numerosos conflictos internos por esa falta de organización, de ideología común a los miembros de todo partido y porque enfrentarán serias dificultades para realizar sus campañas, sin recursos económicos suficientes y sin gente que los apoye.

        En el panorama político nacional, hay un partido, Fuerza por México, que desde sus inicios, está mostrando diferencias con todos sus antecesores. Mañana le platicaremos de ello.






              

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