Columna | P U L S O    P O L I T I C O

       En el medio político hay expectación por la forma en que se dará solución al caso de la elección de gobernador de Puebla: Anulación de elección o confirmación de Martha Erika Alonso.

       Los rumores que han predominado hasta la fecha, son los de la anulación y la repetición del proceso para elegir gobernador del estado. En menor escala, se afirma que se confirmará a Martha Erika Alonso, candidata de la alianza Al Frente por Puebla, que encabeza el PAN.

       Cada quien da sus razones: quienes afirman que se anulará el proceso efectuado el primero de julio, solo en el caso de la elección de gobernador, dicen que hay evidencias de que hubo fraude, de que se compraron votos, de que el morenovallismo actuó al viejo estilo priísta, comprando voluntades a diestra y siniestra y que pese a todo eso, la señora Alonso, no logró penetrar políticamente entre el electorado poblano.

       A todos pareció ilógico el triunfo panista, cuando Morena había arrollado en la elección de presidente; había ganado las dos senadurías de mayoría, a 15 de los 16 diputados federales y a 22 de los 26 diputados locales, así como a la mayoría de los ayuntamientos importantes, quedando para el PRI, el mayor número de ayuntamientos pequeños y medianos y solo algunos para la alianza De Frente por Puebla. Y se preguntan, ¿cómo es que con todo eso, la señora Erika triunfó para la gubenatura?

        Fue el voto diferenciado, dicen algunos. Solo que ese voto se practica en países altamente democratizados y no en quienes están empezando a experimentar esa vía.
    
“Pero eso no mueve la aguja”. Eso sí es cierto. No la mueve, si el de arriba no quiere que se mueva, pero si no interviene, si no hay corrupción o alguna otra cosa en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pues entonces sí puede moverse.

        Quienes opinan que doña Martha Erika ganó a las buenas, son muy pocos. Son más los que hablan de arreglos en lo obscurito o ya no tan obscurito.

        Algunos panistas a punto de abandonar la nave del partido de la derecha, opinan que así como el PAN fue franquicia de la Coparmex, cuando López Portillo había nacionalizado la banca y los empresarios estaban decidios a vengarse creando su propio partido para combatir al PRI y al no poder hacerlo, adquirieron la franquicia de Acción Nacional y llenaron a ese partido de neopanistas. ahora que el partido creado por Gómez Morín en 1939,  está derrotado y quebrado económicamente, aceptó el apoyo financiero del ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, senador y desde hace unos días coordinador de la bancada panista en el senado, puede lograr que la decisión del TEPJF, favorezca a su esposa.

        Entre quienes no quieren que el poder del señor Moreno Valle se prolongue, confían en que Andrés Manuel López Obrador lo impedirá y además tiene todos los argumentos legales a su favor para hacerlo.

       Pero, dicen lo otros, los gobernadores panistas están alborotando la gallera por eso de los delegados nacionales en cada estado y ese alboroto ha sido provocado “por ya saben quien” para luego negociar.

       Total como dijera el doctor Alfredo Toxqui, cuando era gobernador de Puebla. “Para que preocuparse por algo que se va a resolver dentro de unos días. Lo mejor es esperar, ya falta poco”.

        Por otra parte y con miras a las elecciones federales de dentro de tres años, hay quienes afirman que habrá una alianza PRI-PAN, pues consideran que es la única forma de detener el arrollador triunfo de Morena.

        Basan sus aseveraciones en que el señor Moreno Valle, tiene influencias entre los grandes dirigentes del PRI, partido al que perteneció hasta antes de llegar a la gubernatura de Puebla y ahora prácticamente controla al PAN.

         Su corriente domina el escenario en Puebla y por su posición en el Senado, puede llegar a dominar a otras entidades.

         El surgimiento de otro partido de derecha, el que conformarán Felipe Calderón y su esposa, debilitará estructuralmente al PAN, que como el PRD, puede estar destinado a desaparecer.

         El ex gobernador de Puebla, es partidario acérrimo de las alianzas entre partidos y por lo mismo, seguirá insistiendo en aliar al PRD con Acción Nacional, lo que se podrá facilitar, ahora que el PRD ya casi no tiene militantes y que el PAN está a punto de perder a muchos más, que se irán con Felipe Calderón y su grupo.

        Si los diputados locales de Morena, PAN y otros partidos, no llegan a un acuerdo para evitar sus constantes confrontaciones, absurdas por cierto, en el palacio legislativo de Puebla, pueden decepcionar en gran manera, a sus seguidores, que en días pasados, no han hecho otra cosa, que criticarlos y en algunos casos, muy drásticamente.

       La dirigencia nacional perredista, debería intervenir y leerles la cartilla a sus correligionarios para que asuman su cargo con responsabilidad, con madurez y con verdadero interés de resolver los problemas que existen en la entidad y en el país.

      Eso de que son libres y pueden actuar como sea, no es válido. Son libres sí y lo seguirán siendo, pero mientras pertenezcan a una agrupación política determinada, deben acatar ciertas reglas y deben actuar procurando no lastimar o demeritar a la organización de la cual proceden. Si no hacen eso, serán suicidas.

Publicado en COLUMNAS

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