Columna | P U L S O   P O L I T I C O

           La elección de gobernador del Estado en los comicios extraordinarios del 2 de junio próximo, tendrá poca concurrencia de ciudadanos a las urnas, porque para los electores sobre todo de provincia, faltará el incentivo de elegir a presidentes municipales y diputados locales, que son los que más interesan a quienes viven fuera de la capital del estado.

            El gobernador es para la mayoría de la gente que vive en el interior del estado, alguien lejano. Lo llegan a conocer alguna vez, pero nunca o casi nunca tienen contacto con él

            Los presidentes municipales y regidores, son los funcionaros más cercanos a la gente, y pueden ser beneficiados con alguna acción positiva de los ayuntamientos o perjudicados también, y con mucha mayor facilidad pueden hablar con ellos si es necesario, hacerles reclamos o agradecerles algún favor.

           Sobre los diputados locales, nos dicen que las cosas ya han cambiado un poco. Antes se les veía en campaña, como candidatos y después de la elección, no se les volvía a ver. Ahora están más pendientes de sus distritos y hasta de sus electores y ahora que podrán reelegirse, los diputados querrán hacerse hasta sus amigos, pues eso será de interés para los legisladores que aspiren a repetir en el cargo.

            Habrá elecciones de ayuntamientos solo en cinco municipios: Soltepec, Santa Clara Ocoyucan, Zinacatepec, Cañada Morelos y Tepeojuma. Este último es el único de la región sur del estado, que será electo en estas elecciones extraordinarias.

            La repetición del proceso electoral, se debe en estos casos, a que en la elección constitucional del 2018, hubo muchas anomalías, lo que obligó a las autoridades electorales, a anular la elección de los ayuntamientos de los municipios mencionados.

           El viernes acompañaron en su gira proselitista al candidato de Morena, Luis Miguel Barbosa Huerta, los senadores Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de ese partido en el Senado de la República y Alejandro Armenta Mier, senador poblano, que fue el principal adversario del candidato morenista, en la elección interna.

          En esta última etapa de las campañas, el candidato Barbosa Huerta, contará con el apoyo de personajes de la Cámara de Senadores y de Diputados, así como dirigentes nacionales de su partido.

         Hasta unas horas antes del debate que ayer domingo en la noche tuvieron los tres aspirantes a la gubernatura del Estado, los pronósticos seguían favoreciendo al candidato de Morena, por un porcentaje que rebasaba en mucho a sus dos contrincantes.

         Los priístas siguen afirmando que darán una sorpresa y que la concentración que llevarán a cabo el domingo 26, será una muestra de la fuerza que tienen sobre todo en la provincia poblana.

         Como ya le hemos informado, el 26 de este mes, el ingeniero Alberto Jiménez Merino, candidato del PRI a la gubernatura, cerrará su campaña en el zócalo de la ciudad de Puebla.

         Esperan los organizadores, reunir a veinte mil personas procedentes de diversos municipios del estado y de colonias y juntas auxiliares de la capital.

         Ha sido ésta, tal vez, la campaña más difícil para los priístas, pues además de que el Revolucionario Institucional, se desplomó en todo el país quedando en tercer lugar, después de Morena y el PAN en la votación del 2018, en Puebla ya tenía ocho años fuera del poder y en esos años lo perdió todo, incluso a su gente más valiosa para el trabajo electoral. Nos dicen incluso, que Maritza Marín, la ex dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias, fue morenovallista durante todo el periodo del fallecido ex gobernador y que no saben porqué se le permitió seguir siendo la dirigente de la Liga.

          En el Congreso local, los morenovallistas eran mayoría, pero además, siempre contaron con el apoyo de la minoría priísta que aprobaba todas las iniciativas que enviaba el Ejecutivo, incluso la de la privatización del agua y la llamada “ley bala”, que merecieron elogios de los entonces diputados tricolores, aunque renegaron de ellas cuando la campaña de Blanca Alcalá y ofrecieran echarlas atrás.

           Hoy tienen que hacer una campaña con saliva, suela y lágrimas, pese a tener un buen candidato. No ha habido a nivel nacional, ningún intento serio de reconstruir ese partido. Como si ya hubiera cumplido su misión y considerara que con 90 años a cuestas, solo le quedara esperar la muerte.

          Están a punto de entrar en un proceso interno para elegir nueva dirigencia nacional y todo parece indicar, que de ese proceso saldrán más desunidos y peleados de lo que ya están.

          El PRI y el PAN, son los partidos históricos de este país, herederos de las corrientes liberal y conservadora que han luchado por el poder, desde la Independencia, la Reforma y la Revolución. Haber si resisten la Cuarta Transformación.

           Por lo pronto los ataques continuos de comentaristas televisivos al gobierno actual, solo están enojando a las clases medias populares y a las clases trabajadoras y campesinas y eso no conviene a ninguno de los dos partidos históricos, que parecen estar aliados con quienes se han sentido dueños de este país y a quienes no conviene, por razones de Peso, un gobierno como el actual.

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