Columna | P U L S O    P O L I T I C O

          Un grupo de burócratas municipales hablaron con este columnista ayer, a consecuencia de la acusación lanzada contra su antiguo líder Israel Pacheco, de haber ordenado el robo de documentos y materiales de oficina del edificio que dicha organización, tiene sobre la 24 sur.

         “Sería absurdo, fuera de sentido común, que Israel Pacheco, recién egresado de la cárcel, donde permaneció cuatro años, cometiera un delito de esa naturaleza, así como que dejara un escrito amenazando de muerte al actual líder sindical, Gonzalo Juárez. Sería absurdo de su parte, que se expusiera a regresar a prisión, cometiendo un delito y dejando amenazas por escrito con su nombre”, nos dicen.

          ¿Entonces quién o quiénes pudieron ser? Preguntamos y su respuesta fue inmediata.

           “Hay que buscar entre los políticos actuales y los del pasado reciente, que quieren a toda costa provocar problemas utilizando a los empleados del ayuntamiento como carne de cañón. El pleito es entre los políticos que se fueron y los que llegan. A esos les conviene que haya broncas y si no surgen estas espontáneamente, las provocan”, afirman.

           Nos cuentan que Israel Pacheco, al poco tiempo de salir de la cárcel y  ya con la nueva presidenta Claudia Rivera Vivanco, pretendió presionar para que fuera repuesto en el empleo que desempeñaba en el Ayuntamiento. Pero ese movimiento se suspendió a petición de alguien, pero no supieron decir quien y ahora resulta que roban las oficinas sindicales, rompiendo cristales y dejando un desorden y se encuentra un mensaje con amenazas de muerte para el actual dirigente. ¿No le parece absurdo eso? Nos preguntan.

           Hoy estará en Puebla Marko Cortés, candidato a dirigir nacionalmente al PAN. Al señor Cortés se le ligaba con Ricardo Anaya, el dirigente que fue candidato presidencial de la Coalición de Frente por México, integrada por el PAN, por el PRD y MC.

           Estará dos días en el estado de Puebla, iniciando su recorrido en Teziutlán hoy y continuando mañana en esta capital.

           Ante él, un grupo importante de panistas de los llamados tradicionales, acusarán a la corriente morenovallista del mismo partido, de haber impedido el registro de aspirantes a dirigir al PAN en Puebla, para dejar como candidata única a la morenovallista Genoveva Huerta, quien lleva como secretario general a Neftalí Salvador Escobedo, que fueron votados por los integrantes del Consejo Estatal de ese partido en Puebla, sin intervención de la militancia.

           Dejaron fuera, simplemente no le quisieron recibir su documentación para participar, a Rafael Mikalco Méndez, quien ya pidió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, su intervención en este caso.

           Los panistas siempre han pregonado a los cuatro vientos su gran vocación democrática, pero solo la exigen afuera. Dentro del partido, la elección de dirigentes y la selección de candidatos, siempre se ha realizado en forma totalmente antidemocrática, sin la intervención de las bases, aunque a veces, cuando pueden surgir problemas, se recurre a la simulación.

           Lo que ahora se quiso hacer, pero en forma demasiado burda, es lo que se hace en el viejo PRI, candidatos de unidad.

           Va a haber un problema grave dentro del PAN. Aquí le estamos informando de lo que pasa a nivel local, pero a nivel nacional, la lucha es entre el grupo de Ricardo Anaya, al que se han adherido los neopanistas  y el candidato de los tradicionales, que es el nieto del fundador del partido blaquiazul, Manuel Gómez Morín.

             Gómez Morín, quiere rescatar los postulados de partido de la derecha que se perdieron desde que llegó a ese partido, la primera ola de neopanistas. Con la segunda oleada, el PAN pasó a ser primo hermano del PRI.

          La expresión inventada por algún columnista de llamar a ambos partidos PRIAN, no es decabellada.

           Los tradicionales rivales políticos de México, desde la Independencia, han sido los conservadores (antecedente del PAN) y los liberales (antecedente del PRI) que con la llegada al poder de los neoliberales capitaneados por Carlos Salinas de Gortari, que fue quien cambió el modelo económico y quiso desaparecer al partido surgido de la Revolución de 1910. Ahí se acabó la ideología de ambos partidos. El PRI se volvió de “centro-derecha” muy cerca del PAN, que es de derecha.

           Quedaron borradas las luchas que ambas corrientes sostuvieron durante el los siglos XIX y gran parte del siglo XX.

           Los dos partidos tradicionales, históricos de México, que lucharon entre sí por la Independencia, por la Reforma y por la Revolución Mexicana, cada uno con sus ideas y características específicas, quedaron convertidos en algo totalmente amorfo, en una cosa que se llama PRIAN y que nos ha llevado a la muy difícil situación en que ahora estamos.

           Si Morena, después de su arrasante triunfo no hace algo para conformar un partido con ideología propia, con estructura, con organización, acabará mal. Actualmente es una mescolanza de perredisgtas, priístas, panistas y de otras corrientes. Su objetivo base fue derribar al sistema priísta, ya lo lograron y ahora ¿qué? ¿Para dónde vamos? ¿cuál es el camino a seguir? Los cinco mandamientos de: no robar, no mentir, no traicionar, etc., no son suficientes para sepultar al anciano régimen.

Publicado en COLUMNAS

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